Mar¨ªa Lurdes Pintassilgo, nueva primera ministra de Portugal
Una mujer de 49 a?os ser¨¢, a partir de hoy, la nueva jefa del Gobierno portugu¨¦s. Mar¨ªa Lurdes Pintassilgo, hasta ahora embajadora permanente de Portugal ante la Unesco, acept¨® ayer el encargo presidencial de formar el Gobierno en Portugal hasta las pr¨®ximas elecciones generales, a finales de este a?o.
Despu¨¦s de informar de su decisi¨®n a los representantes de todos los partidos parlamentarios y al Consejo de la Revoluci¨®n, el presidente Ramalho Eanes nombrar¨¢ oficialmente a la se?ora Pintassilgo como primera ministra, sin esperar el plazo habitualmente concedido entre la designaci¨®n y el nombramiento para que el futuro jefe de Gobierno entre en contacto con las personalidades que piensa incluir en el Gabinete. Se confirma, pues, la impresi¨®n de que, en sus grandes l¨ªneas, el nuevo Gobierno ya est¨¢ formado.Mar¨ªa Lurdes Pintassilgo, ingeniera qu¨ªmica e industrial, no es un a reci¨¦n llegada a las lides pol¨ªticas, donde hizo sus primeras armas antes de la revoluci¨®n de 1974. En 1971-1972 fue miembro de la delegaci¨®n permanente de Portugal ante las Naciones Unidas. De 1969 a 1974 fue procuradora de la C¨¢mara Corporativa. Despu¨¦s del 25 de abril, su nombre figur¨® regularmente entre los candidatos a la jefatura del Gobierno, siendo ministra de Asuntos Sociales hasta marzo de 1975, y posteriormente fue nombrada embajadora ante la Unesco.
Cat¨®lica militante, fue presidenta de la Juventud Universitaria Cat¨®lica y miembro influyente de la Organizaci¨®n Cat¨®lica Femenina. Tuvo siempre un especial empe?o en la promoci¨®n de la mujer, y a ella se debe la constituci¨®n de la Comisi¨®n Nacional de la Condici¨®n Femenina.
Ataques de la derecha
A estas actividades se deben sus relaciones con el presidente Eanes.
Hace unos meses, Mar¨ªa Lurdes Pintassilgo fue objeto de violentos ataques por parte de la prensa de derechas, que ahora insiste en presentarla, contra toda verosimilitud, como una personalidad ?marxistizante? o ?tercer-mundista?. Sus relaciones personales con algunos miembros del Consejo de la Revoluci¨®n, como Melo Antunes y Vitor Alves, llevaron tambi¨¦n a acusarla de ?meloantunismo?.
En sus primeras declaraciones, Mar¨ªa Lurdes Pintassilgo dijo que su principal preocupaci¨®n ser¨ªa la de crear las condiciones ¨®ptimas para que el pueblo portugu¨¦s pueda pronunciarse claramente en las urnas sobre la manera seg¨²n la cual quiere ser gobernado en el futuro pr¨®ximo.
Lejos de apaciguar el ambiente, la resoluci¨®n de la crisis de Gobierno parece destinada a aumentar las tensiones pol¨ªticas. Los partidos de Alianza Democr¨¢tica (PSI), CDS y PPM) no esperaron la formalizaci¨®n del nombramiento de la se?ora Pintassilgo para manifestar su total desacuerdo con la elecci¨®n del presidente Eanes. Anticip¨¢ndose al voto -que suponen favorable- de comunistas y de socialistas sobre el programa del futuro Gobierno, los socialdem¨®cratas y los democristianos ponen en cuesti¨®n la validez de un Gobierno que consideran del agrado de la ?mayor¨ªa de izquierda?.
La subida de tono de la campa?a movida por la derecha parlamentaria contra el presidente Eanes no convenci¨®, sin embargo, al Partido Socialista para que suavizase sus cr¨ªticas en relaci¨®n a la acci¨®n del presidente.
Mario Soares confirm¨® a EL PA?S que sigue considerando ilegales una serie de medidas tomadas por el Gobierno Mota Pinto despu¨¦s de su dimisi¨®n. Sobre otros dos puntos muy delicados, el Partido Socialista no admite conciliaci¨®n y confirm¨® su intenci¨®n de volver a presentar al Parlamento, en los mismos t¨¦rminos, la ley de amnist¨ªa militar, que motiv¨® un pronunciamiento contrario de la jerarqu¨ªa militar y el veto presidencial. No hay dudas de que la ley ser¨¢ votada de nuevo (por comunistas y socialistas) si llega a ser discutida, y su promulgaci¨®n ya no podr¨¢ ser impedida por el general Eanes, colocando a ¨¦ste en posici¨®n delicada frente a la derecha militar.
Finalmente, en materia de reforma agraria, Mario Soares considera que las devoluciones de tierras deben ser interrumpidas hasta las nuevas elecciones.
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