Ian Paisley califica a Juan Pablo II de Anticristo

Para el miembro del Parlamento Europeo por Irlanda del Norte reverendo lan Paisley, las guerras de religi¨®n contin¨²an en Europa. De ello da idea su furiosa reacci¨®n ante la remota posibilidad de que el Papa Juan Pablo II cruce la frontera del Ulster durante su visita a la Rep¨²blica de Irlanda, a finales de septiembre.El energum¨¦nico cura-diputado ha declarado tajantemente: ?Esa visita no s¨¦ realizar¨¢. Punto y aparte (sic). ? Paisley, que se autoproclama ?dirigente del pueblo de Irlanda del Norte, realiz¨® la sorprendente declaraci¨®n de que Juan Pablo II ?no es un dirigente cristiano. Es el Anticristo, el hombre de pecado (sic) en la Iglesia?.

El reverendo amenaz¨® con movilizar a un mill¨®n de loyalists, sus partidarios protestantes del Ulster, para protestar contra la posibilidad de tal visita, y anunci¨® que ten¨ªa intenci¨®n de formar un comit¨¦ de acci¨®n para evitar que aqu¨¦lla se materializase. Igualmente puso de manifiesto que pensaba ponerse en contacto con el Foreign Office para que el Gobierno brit¨¢nico se opusiera a un posible viaje del Papa al Ulster.

Lo m¨¢s curioso del caso es que Paisley, uno de los pol¨ªticos m¨¢s intransigentes del Reino Unido y, curiosamente, uno de los m¨¢s votados en Irlanda del Norte, ha puesto el carro delante de los bueyes, porque hasta este momento no existen planes concretos sobre la visita del Papa. El esc¨¢ndalo armado por el reverendo proviene de una declaraci¨®n del primado de toda Irlanda, Tomas O'Fiaich, cuya sede, como la de la Iglesia protestante de Irlanda, se encuentra en el Norte, en el condado. de Armagh.

Sin embargo, a pesar de los deseos del cardenal O'Fiaich, fuentes pol¨ªticas y diplom¨¢ticas de Dubl¨ªn han excluido la posibilidad de una visita pontificia al Ulster, y en Roma una fuente vaticana ha declarado que un viaje tan delicado no podr¨ªa prepararse con tan escaso tiempo.

Juan Pablo II se detendr¨¢ en el Eire entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre, pr¨®ximos en su viaje hacia Estados Unidos.

Afortunadamente, Paisley constituye una excepci¨®n en el Reino Unido. Dos miembros de la C¨¢mara de los Comunes, uno laborista y otro conservador, han presentado una moci¨®n a la C¨¢mara, en la que se expresa el deseo de que el Papa visite Irlanda del Norte. Al mismo tiempo, la moci¨®n califica de ?farsante? a Paisley por atacar al Papa, y dice que lamenta que el reverendo no est¨¦ dispuesto a conceder en Irlanda del Norte el mismo grado de tolerancia que hace gala la Rep¨²blica de Irlanda, donde todas las denominaciones religiosas, incluida la presbiteriana de Paisley, gozan de absoluta libertad.