Plan de paz brit¨¢nico para Rodesia

Por primera vez desde que el entonces primer ministro de Rodesia, lan Smith, procediese a realizar su declaraci¨®n unilateral de independencia de la antigua colonia brit¨¢nica, hoy parece vislumbrarse una soluci¨®n a uno de los temas m¨¢s conflictivos y complicados de la pol¨ªtica mundial.Y la soluci¨®n puede residir en la aceptaci¨®n, por parte de los pa¨ªses de la Commonwealth, de un plan secreto de paz para Zimbabwe-Rodesia, que la delegaci¨®n brit¨¢nica, presidida por la primera ministra, Margaret Thatcher, est¨¢ discutiendo este fin de semana en privado con los diversos jefes de Gobierno que asisten a la reuni¨®n de Lusaka.

Aunque los detalles del plan no han sido revelados, su contenido puede deducirse de la intervenci¨®n realizada ayer por la dirigente conservadora en una reuni¨®n a puerta cerrada. La se?ora Thatcher manifest¨® que su Gobierno consideraba ?defectuosa? la actual Constituci¨®n rodesiana, y que era necesario que Salisbury introdujera ?cambios sustanciales? en la misma, con el fin de conseguir para ese pa¨ªs ?un Gobierno de genuina mayor¨ªa negra?.

Esto supone que la minor¨ªa blanca, que tiene actualmente veintiocho esca?os en un Parlamento de cien, ver¨ªa ese n¨²mero reducido sustancialmente, de acuerdo con su poblaci¨®n. Igualmente, para la se?ora Thatcher es preciso que los blancos renuncien a las cl¨¢usulas constitucionales que les permiten un verdadero bloqueo de los proyectos de ley y de los cambios constitucionales que no sean de su agrado, y que se retiren los obst¨¢culos existentes para que la poblaci¨®n negra tenga un acceso real a los puestos clave de la Administraci¨®n, la Justicia y, sobre todo, las fuerzas armadas.

En los momentos actuales, por ejemplo, un coronel del ej¨¦rcito rodesiano para ascender a general tiene que haber sido oficial durante los ¨²ltimos diez a?os, requisito que obviamente no cumple ning¨²n negro.

Las propuestas de la se?ora Thatcher, que esta vez no ha hecho honor a su apelativo de dama de hierro, parecen haber desarmado la oposici¨®n inicial de los l¨ªderes africanos, que no esperaban que la primera ministra brit¨¢nica llegara tan lejos en sus concesiones. Es sintom¨¢tica la definici¨®n que ha hecho de la se?ora Thatcher el dirigente nacionalista Joshua N'Komo. ?She is a beautiful lady? (es una se?ora estupenda), ha dicho textualmente.

La reacci¨®n favorable a la postura brit¨¢nica puede encontrarse en el discurso sorprendetemente moderado que sobre el tema de Rodesia ha pronunciado el m¨¢s decidido partidario de las guerrillas del Frente Patri¨®tico, el presidente Julius Nyerere, de Tanzania.

Nyerere pidi¨®, en su intervenci¨®n, ?una Constituci¨®n democr¨¢tica? en Rodesia y la celebraci¨®n de unas nuevas elecciones generales bajo supervisi¨®n internacional. Pero, y este es el factor nuevo e importante, por primera vez reconoci¨® que las elecciones de abril en Rodesia ?hab¨ªan supuesto un cambio pol¨ªtico..., aunque no se haya producido una transferencia real de poder porque la fuerza real en Rodesia no reside en el Gabinete?.

Todo parece indicar que si la delegaci¨®n brit¨¢nica consigue ?vender? sus propuestas de paz a los pa¨ªses africanos, una soluci¨®n sobre Rodesia podr¨ªa alcanzarse antes del pr¨®ximo 15 de noviembre.