Sobre atracos a bancos
En relaci¨®n con la informaci¨®n aparecida con fecha 9-8-79 sobre ?Un doble atraco frustrado contra el Banco Central?, queremos manifestarle nuestra protesta por lo que entendemos falta de responsabilidad al citar nombres y personas en la redacci¨®n de su art¨ªculo, haciendo impl¨ªcitamente responsable al director de la agencia de frustrar un atraco.No creemos que est¨¦ justificada la actitud de su peri¨®dico, y mucho menos que la persona citada se sienta muy agradecida cuando de la noche a la ma?ana le convierten en h¨¦roe a la fuerza.
Queda de manifiesto que tanto EL PA?S como el resto de los medios de comunicaci¨®n no tienen en cuenta la problem¨¢tica del trabajador de banca ante los atracos, y debe quedar claro que los trabajadores ponemos en peligro, diariamente, nuestra integridad personal.
No se trata de hechos aislados. Hay agencias que han soportado hasta tres atracos en un mes y son pocas las que no conocen la experiencia (la que comentamos ha sufrido recientemente dos). Se han de contabilizar tambi¨¦n m¨¢s de un muerto e innumerables lesiones. La situaci¨®n es especialmente grave en las agencias peque?as de la periferia, blanco favorito de los atracadores.
Mientras esto ocurre, las medidas de seguridad actualmente en vigor est¨¢n pensadas exclusivamente para proteger el dinero, con un total desprecio a la seguridad de los trabajadores, que tienen que enfrentarse a situaciones para las que no est¨¢n preparados y est¨¢n completamente al margen de sus responsabilidades profesionales y del salario que cobran por ellas.
Las empresas, por su parte, soportan las p¨¦rdidas sin mayores problemas. El coste de los atracos -que es como calculan los banqueros- no es tan grande, sobre todo si se compara con el coste necesario para evitarlos. De otro lado, la pol¨ªtica de expansi¨®n de los bancos favorece la apertura de innumerables oficinas para captar el ahorro de las zonas perif¨¦ricas. Atendiendo a su rentabilidad, estas oficinas est¨¢n atendidas por cuatro o cinco trabajadores como media.
La ¨²ltima oleada de atracos est¨¢ representando un coste humano superior al econ¨®mico, que los medios de informaci¨®n no recogen en absoluto, limit¨¢ndose a resaltar los aspectos sensacionalistas de la noticia. La tensi¨®n en que viven estos trabajadores eh su jornada diaria es merecedora, al menos, de un respeto y un rigor informativo que su peri¨®dico no ha tenido en cuenta.
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