Los pa¨ªses del Pacto Andino defender¨¢n una postura unitaria en la conferencia de los no alineados

Por primera vez en la historia del Movimiento de Pa¨ªses no Alineados, un grupo de naciones latinoamericanas, concretamente las agrupadas en tomo al Pacto Andino, defender¨¢n una posici¨®n unitaria en la VI conferencia, que se celebrar¨¢ en La Habana a partir del pr¨®ximo 3 de septiembre. De esta manera, se consolida el papel que los pa¨ªses de Latinoam¨¦rica y el Caribe juegan en el concierto internacional y en los esfuerzos por conseguir que desaparezcan las hegemon¨ªas mundiales tradicionales, apoyadas en Washington o Mosc¨².

La tesis b¨¢sica de los pa¨ªses del Pacto Andino, que ser¨¢ definitivamente elaborada en forma de documento en una reuni¨®n que se celebrar¨¢ en Caracas a finales de este mes (y a la que asistir¨¢, como invitado especial, el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja), es la Ramada de atenci¨®n a los no alineados para que este movimiento no se convierta en el ap¨¦ndice de uno de los grandes bloques que se disputan el control mundial.La historia de la participaci¨®n latinoamericana en el Movimiento de Pa¨ªses no Alineados coincide, en el tiempo, con la etapa inicial de cambios profundos que se produce en el continente a principios de la d¨¦cada de los setenta. En la primera conferencia de Belgrado, solamente Cuba particip¨® como miembro de pleno derecho. Bolivia, Paraguay y Ecuador asistieron como observadores. En la III reuni¨®n, celebrada en Lusaka (Zambia), se incorporaron tres pa¨ªses caribe?os: Guayana, Jamaica y Trinidad. A estas naciones se sumaron en 1973, en la conferencia de Argel, Argentina y el Chile de Salvador Allende. M¨¦xico particip¨® como miembro observador.

El grupo m¨¢s nutrido se consigui¨® en la quinta reuni¨®n, que tuvo por escenario Colombo, en Sri Lanka (Ceyl¨¢n), en 1976. Argentina, Cuba, Guyana, Jamaica, Panam¨¢, Per¨², Trinidad y Belice asistieron a ella como miembros activos, mientras Barbados, Bolivia, Brasil, Ecuador, El Salvador, Granada, M¨¦xico, Uruguay, Venezuela y una representaci¨®n de Puerto Rico lo hac¨ªan en calidad de observadores. En La Habana se repetir¨¢ este cuadro b¨¢sico, con las ausencias de Argentina y la incorporaci¨®n de Nicaragua, Colombia, Santa Luc¨ªa, Dominica y Surinam.

Reivindicaciones seculares

En la VI conferencia, adem¨¢s de la postura conjunta de las naciones del Pacto Andino, los no alineados latinoamericanos recordar¨¢n temas que vienen siendo aspiraciones nacionales seculares. Bolivia, por ejemplo, buscar¨¢ un pronunciamiento del foro sobre su pleito con Chile a causa de las reivindicaci¨®n mar¨ªtima boliviana. Puerto Rico, representada por una delegaci¨®n de su Partido Socialista, insistir¨¢ en sus derechos auton¨®micos, especialmente animados por la favorable y reciente decisi¨®n de las Naciones Unidas en tal sentido. Nuevamente ser¨¢ planteado el espinoso tema de Belice, estancado desde hace a?os por la intransigencia de las partes implicadas, Gran Breta?a, Guatemala y M¨¦xico. .La pol¨¦mica mundial por la determinaci¨®n del l¨ªmite de las aguas territoriales, avivada en las ¨²ltimas semanas por la decisi¨®n norteamericana de no reconocer m¨¢s que una franja de tres millas como ¨¢rea de soberan¨ªa mar¨ªtima, ser¨¢ igualmente estudiada por la conferencia. La posici¨®n latinoamericana, de la que Per¨² es pionero, defiende la tesis de las doscientas millas. Es esta, sin duda, una de las batallas m¨¢s significativas que el Tercer Mundo ha planteado frente a las naciones industrializadas.

Es previsible un pronunciamiento de los no alineados sobre la reciente victoria sandinista en su lucha por derrocar al dictador de Nicaragua, Anastasio Somoza. El cambio de r¨¦gimen en dicho pa¨ªs centroamericano servir¨¢ de ?percha? para denunciar los sistemas opresores que a¨²n perduran en el continente, la necesidad de cambios estructurales en los pa¨ªses m¨¢s subdesarrollados del ¨¢rea y las sistem¨¢ticas violaciones de los derechos humanos en, por lo menos, diez pa¨ªses latinoamericanos y del Caribe.