La radio en el mundo

La Unesco, a trav¨¦s de la Divisi¨®n de Estad¨ªsticas de Cultura y Comunicaci¨®n (7, place de Fontenoy, 75700, Par¨ªs), acaba de publicar las estad¨ªsticas internacionales sobre la situaci¨®n de la radio y la televisi¨®n en los a?os 1960-1976. Se trata del segundo informe publicado por la Unesco -el primero, divulgado en 1963, se refer¨ªa al per¨ªodo 1950-1960-, con datos de 187 pa¨ªses, pr¨¢cticamente la totalidad del mundo.En 1950 hab¨ªa en el mundo cincuenta pa¨ªses sin emisoras de radio. Hoy s¨®lo dos naciones carecen de emisoras propias y las dos son europeas: Leichtenstein y San Marino. Seg¨²n datos de 1974, hay en el mundo 26.680 emisoras de radio que, agrupadas por continentes, dan los siguientes porcentajes: el 39% (10.432 emisoras) se encuentra en Am¨¦rica del Norte; el 36% (6.568), en Europa; el 11%, en Am¨¦rica del Sur; el 10 %, en Asia; el 3%, en Africa, y el 1% (342 emisoras), en Ocean¨ªa. Durante los ¨²ltimos quince a?os el n¨²mero de emisoras de radio en el mundo se increment¨® considerablemente, con unos porcentajes medios del 110% respecto al decenio anterior, salvo en algunos casos, como Angola, que baj¨® de 48 emisoras en 1970 a diecinueve emisoras en 1974; Mozambique, en menor medida, y Brasil, que s¨®lo experiment¨® un incremento del 10% y ha disminuido la potencia de sus emisiones. Las emisoras de Europa aumentaron en un 130%, y en Am¨¦rica del Norte, en un 85% (el 73 % de este incremento corresponde a Estados Unidos).

Espa?a, con 406 emisoras (datos de 1973), ocupa el d¨¦cimo lugar del mundo en cuanto a los pa¨ªses que poseen mayor n¨²mero de emisoras, precedido de Yugoslavia, con 487 emisoras, y seguido de Austria (399 emisoras) y Gran Breta?a (397). Estados Unidos, con 7.785 emisoras, y la Uni¨®n Sovi¨¦tica, con 3.034 emisoras, encabezan la lista de ?potencias? radiof¨®nicas, seguidos de Italia, con 1.964 emisoras; Brasil, con 999; Jap¨®n, con 911; Canad¨¢, con 811; M¨¦xico, con 668, e Indonesia, con 586 emisoras.

Los datos que se refieren al n¨²mero de receptores de radio son, seg¨²n el informe de la Unesco, menos exactos, al no existir norma est¨¢ndar para computar el n¨²mero de licencias, el de receptores declarados, suscriptores o el de receptores instalados en veh¨ªculos. Europa y Estados Unidos ten¨ªan en 1960 el 88% del total de receptores de radio que hab¨ªa en el mundo. En 1976 descienden al 78%, en beneficio de los pa¨ªses del Tercer Mundo. Hay en la actualidad 305 aparatos de radio por cada mil habitantes y un total de 953 millones de aparatos de radio en todo el mundo. Am¨¦rica del Norte tiene el 48% de los receptores que hay en el mundo (1.310 aparatos por cada mil habitantes), y Europa, el 30% (387 receptores por mil habitantes). Espana, con 9.300.000 receptores de radio (datos de 1976), ocupa el decimocuarto lugar del mundo, a continuaci¨®n de Australia y antes de Polonia. Estados Unidos encabeza una vez m¨¢s este ranking de receptores, con 402 millones, seguido de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, con 127 millones de receptores. Sin embargo, Espa?a ocupa uno de los ¨²ltimos lugares de Europa en las estad¨ªsticas que se refieren al porcentaje de receptores por habitante. De los veintisiete pa¨ªses europeos del informe Unesco, Espa?a, muy por debajo de la media, ocupa el lugar vig¨¦simo tercero (260 aparatos de radio por mil habitantes) y s¨®lo supera a Hungr¨ªa y Polonia (241 receptores por mil habitantes), Italia (236%o) y Yugoslavia (211%o).

En cuanto a la organizaci¨®n jur¨ªdico-pol¨ªtica de la radiodifusi¨®n sonora en el mundo, el informe de la Unesco s¨®lo puede facilitar datos de 1960, e incluye un cuestionario de veinticinco p¨¢ginas, con normas est¨¢ndar para todas las emisoras para disponer en el futuro de un estudio actualizado. Hasta aquel a?o en 122 pa¨ªses del mundo, de un total de 174 pa¨ªses, la radio era monopolio de los Estados -bajo el control directo de una instituci¨®n gubernamental o de una corporaci¨®n p¨²blica-, mientras que en veinticinco pa¨ªses la radiodifusi¨®n estaba en manos de empresas privadas, y en veintisiete pa¨ªses coexist¨ªan los dos sistemas. Esta situaci¨®n ha cambiado hoy totalmente. ?Desde entonces, much¨ªsimos pa¨ªses tienden a la f¨®rmula de coexistencia entre el servicio p¨²blico estatal y la empresa privada.?