Asturias: el pol¨¦mico renacimiento del bable
La pol¨¦mica sobre la conveniencia o no del uso del bable como lengua cotidiana en Asturias polariza en esta zona de Espa?a los fundamentos de la vida cultural, que por otra parte resulta pobre y fluctuante, a pesar de la existencia de una universidad que concentra a un n¨²mero importante de intelectuales de diverso signo. En este informe, Jos¨¦ Manuel Vaquero busca las ra¨ªces de la identidad cultural asturiana y comienza, precisamente, por analizar el pol¨¦mico renacimiento del bable.
La oposici¨®n a normalizar el bable y a impartirlo como asignatura en las escuelas manifestada de forma expl¨ªcita recientemente por los eminentes catedr¨¢ticos de la Universidad de Oviedo Emilio Alarcos Llorach y Gustavo Bueno ha provocado reacciones de aplausos entusiastas y duras cr¨ªticas, estas ¨²ltimas circunscritas a c¨ªrculos minoritarios pr¨®ximos a la asociaci¨®n cultural y nacionalista denominada Conceyu Bable, uno de cuyos fundadores, Juan Jos¨¦ S¨¢nchez Vicente, hoy dirigente del PSOE y presidente de la Comisi¨®n de Cultura de la Diputaci¨®n, califica de esquizofrenia cultural la actitud de sus compa?eros de corporaci¨®n y de partido, quienes, en privado, hablan con ¨¦l en bable -asegura- y, en cambio, en las sesiones p¨²blicas le desaprueban por usar la lengua asturiana. Desde estos sectores nacionalistas se ha replicado la toma de postura de Alarcos y Bueno diciendo que son los santos y mitos que la sociedad ovetense necesita como objeto de admiraci¨®n.La m¨¢s viva pol¨¦mica sobre el car¨¢cter del regionalismo asturiano ha sido protagonizada por el escritor y periodista Juan Cueto Alas y Conceyu Bable. Para el primero carece de sentido plantearse la dicotom¨ªa regionalismo de clase-regionalismo hist¨®rico, porque el regionalismo de clase es hist¨®rico y toda la lectura materialista de la historia asturiana no conduce sino a un regionalismo de clase. En cambio, Conceyu Bable sostiene que la nacionalidad asturiana es evidente por la existencia de un elemento ling¨¹¨ªstico diferencial y por la propia historia regiorial. Se trata, pues, de un regionalismo o nacionalismo de tipo hist¨®rico. A partir de estas discusiones en torno al bable -no hay uno solo, sino varios- el ling¨¹ista asturiano Jes¨²s Neira lleg¨® a decir que sobre bable se escribe m¨¢s que se habla en bable; este confusionismo es simplemente una muestra de la situaci¨®n ca¨®tica de la cultura asturiana en la que destaca la ausencia de una m¨ªnima coordinaci¨®n de las instancias oficiales y su desvinculaci¨®n de la cultura popular. En Asturias, por citar solamente algunos ejemplos, existe una delegaci¨®n de Cultura de la Administraci¨®n central, la Consejer¨ªa de Cultura del ¨®rgano preauton¨®mico, la Comisi¨®n de Cultura de la Diputaci¨®n, el Instituto de Estudios Asturianos (IDEA), el Patronato Provincial de Bellas Artes, etc¨¦tera, cada cual a su aire y en total desconexi¨®n entre si. Sus cargos directivos renuevan de cuando en cuando viejas pol¨¦micas eruditas con frecuente trasfondo de incompatibilidades personales. En este sentido, la Consejer¨ªa regional de Cultura del ente preauton¨®mico, recibida con enorme esperanza, no ha sabido orientar su actuaci¨®n hacia un papel totalizante y coordinador de las actividades de las dem¨¢s instit¨²ciones oficiales, contribuyendo, por el contrario, a la aparici¨®n de nuevas duplicidades esterilizantes.
Las instancias oficiales, entre las que cabe se?alar a la Universidad, viven de espaldas a una cultura popular que renace con especial fuerza y que cuenta con sus principales exponentes en las romer¨ªas, grupos teatrales y cinematogr¨¢ficos, en la proliferaci¨®n de revistas, muchas de las cuales no han sobrevivido a su primer n¨²mero.
Las consecuencias son de este tipo: mientras el ?D¨ªa de la Cultura?, organizado por las asociaciones de vecinos, y los festivales musicales consiguen asistencias masivas, las conferencias que imparte la nueva Extensi¨®n Universitaria tienen una limitad¨ªsima acogida.
La Extensi¨®n Universitaria, vinculada a la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, fue, entre 1898 y 1909, el reflejo del movimiento cultural decimon¨®nico de la Europa occidental, que consigui¨® sacar a la Universidad de sus muros para introducirla en los ateneos obreros y centros populares.
Algunos dirigentes de la Consejer¨ªa Regional de Cultura del ente preauton¨®mico, conscientes de su alejamiento de los movimientos populares, pretenden corregir su error de enfoque refundiendo en una sola todas las instancias oficiales y tratan de conectar con la cultura popular facilitando una infraestructura suficiente para organizar romer¨ªas y dem¨¢s manifestaciones culturales espont¨¢neas. El titular de la Consejer¨ªa de Cultura es el socialista Atanasio Corte Zapico, que se encuentra preocupado porque este tipo de expresiones culturales siguen pautas de derechas.
Para el presidente de la Comisi¨®n de Cultura de la Diputaci¨®n, el socialista y catedr¨¢tico de Lengua de Instituto Juan S¨¢nchez Vicente, la sociedad asturiana sigue el modelo castellano, impuesto por la burgues¨ªa, que no tiene ning¨²n contacto con el pueblo. La sociedad popular, t¨ªpicamente asturiana, no tiene pautas de comportamiento propio y trata de aproximarse a la burgues¨ªa, que s¨ª cuenta con unos valores definitivos.
En cuanto a la cultura en general, la situaci¨®n es penosa porque el ombligo es Oviedo, donde permanecen secuestrados pr¨¢cticamente todos los instrumentos de cultura viva: la televisi¨®n, la mayor¨ªa de las emisoras de radio y los peri¨®dicos, la orquesta de c¨¢mara, etc¨¦tera.
Con una cultura oficial ca¨®tica y una cultura popular ignorada, est¨¢ en puertas ya una nueva y espectacular pol¨¦mica: el tema ser¨¢ ahora la creaci¨®n de la Academia de la Lengua Asturiana, impulsada por el consejero regional de Cultura, Atanas¨ªo Corte Zapico, y secundada por Juan Jos¨¦ S¨¢nchez Vicente, proyecto que cuenta con furibundos enemigos por entender que los bables deben conservarse tal como se hablan en los distintos pueblos de Asturias y que es una insensatez el intento de crear un idioma artificial.
El auge de las romer¨ªas y dem¨¢s expresiones de la cultura popular trata de ser capitalizado precisamente por los defensores de la norrnalizaci¨®n del bable, que ven en el idioma el rasgo diferencial clave de una cultura regionalista. Sus detractores recuerdan, por el contrario, que su proyecto puede tener alg¨²n significado como justificante de un supuesto nacionalismo, pero le niegan cualquier inter¨¦s cultural. Por otra parte, no ven la existencia de vinculaci¨®n alguna entre las romer¨ªas, que consiguen la masiva asistencia de la juventud, y los actos promovidos ¨²ltimamente por Conceyu Bable,
Asturias, con una poblaci¨®n de 1.100.000 habitantes, tiene siete peri¨®dicos diarios de la ma?ana (4 en Oviedo, 2 en Gij¨®n y 1 en Avil¨¦s), 5 emisoras de radio, un centro regional de televisi¨®n y un peri¨®dico semanal, en Llanes, que no destacan precisamente por sus inquietudes culturales. Tampoco aqu¨ª se sabe si es primero el huevo o la gallina: es que a los asturianos no les interesan los temas culturales y, por tanto, la prensa se limita a responder a las condiciones objetivas de la demanda, o es que, en parte, no existen inquietudes culturales porque la prensa contribuye a ello al ignorarlas. Un dato puede ser revelador: el peri¨®dico Astur¨ªas, de reciente aparici¨®n, public¨® durante alg¨²n tiempo un espl¨¦ndido extraordinario cultural dirigido por Juan Cueto, pero su publicaci¨®n ha sido suspendida por las dificultades econ¨®micas que atraviesa el diario y, tambi¨¦n, seg¨²n fuentes empresariales, porque el aumento de la tirada que se hac¨ªa el d¨ªa de su aparici¨®n coincid¨ªa exactarnente con el incremento de la devoluci¨®n experimentada en esas fechas. El excesivo n¨²mero de peri¨®dicos existente en el mercado permite ya atisbar una crisis de alcance imprevisible que incidir¨¢, sin duda, de forma profunda en la demencial estructura de la prensa asturiana. En Asturias se habla m¨¢s de peri¨®dicos que de lo que traen los peri¨®dicos, y todo el mundo tiene la secreta ambici¨®n de convertirse en empresario period¨ªstico, pese a la archidemostrada irrentabilidad de este negocio, quiz¨¢ porque existe la ingenua creencia de que los problemas se resuelven hablando y escribiendo.
Pr¨®ximo cap¨ªtulo: Galicia busca su identidad perdida
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.