Ministro de Mac¨ªas, en defensa de Trevijano
He sido ministro de Guinea Ecuatorial durante cinco a?os y he le¨ªdo todo lo que su peri¨®dico ha publicado recientemente respecto a mi pa¨ªs. No es mi intenci¨®n interferirme en las cuestiones de la pol¨ªtica interior espa?ola. Pero por haber sido protagonista de dos de los tres hechos (redacci¨®n de la Constituci¨®n de 1973 y emisi¨®n de sellos en Liechtenstein) que el se?or Goytisolo atribuye al se?or Garc¨ªa Trevijano, me considero en el deber de defender la verdad hist¨®rica de los hechos por encima de a qui¨¦n favorezcan o perjudiquen. Todo ello con el ¨¢nimo de que la opini¨®n p¨²blica espa?ola est¨¦ bien informada.Como secretario de Estado de la Presidencia form¨¦ parte de la comisi¨®n guineana que redact¨® la Constituci¨®n de 1973. El presidente Mac¨ªas solicit¨® del Gobierno cubano que nos enviase un asesor para este trabajo. Con tal finalidad se traslad¨® a Guinea, desde La Habana, un experto en Derecho constitucional, el doctor Alvarez. Trabaj¨® con nuestra comisi¨®n durante quince d¨ªas. Aprobado definitivamente el texto constitucional por el presidente Mac¨ªas, fue sometido a refer¨¦ndum popular y posteriormente publicado en el Bolet¨ªn Oficial, en agosto de 1973. El se?or Garc¨ªa Trevijano no tuvo parte alguna en la redacci¨®n ni en las ideas que inspiraron la Constituci¨®n aprobada, ya que se encontraba en Espa?a y no fue consultado.
Como ministro del Interior, cargo que yo ejerc¨ªa en 1970, intervine en la firma de una concesi¨®n filat¨¦lica a favor del se?or Prodanov, con la finalidad de destinar el canon de la concesi¨®n al pago de parte de los gastos ocasionados por la expedici¨®n cient¨ªfica que investigaba los recursos naturales de mi pa¨ªs. En este contrato el se?or Garc¨ªa Trevijano intervino exclusivamente como ¨¢rbitro para dirimir las diferencias que pudieran surgir entre las partes. El se?or Prodanov realiz¨® todas las emisiones autorizadas en Suiza, salvo la ¨²ltima, impresa en Barcelona. Por tanto, carece de todo fundamento atribuir esta emisi¨®n a los intereses del se?or Garc¨ªa Trevijano.
El se?or Goytisolo se remite como ¨²nica fuente de su informaci¨®n al libro publicado por Robert Klinteberg, con el t¨ªtulo Guinea Ecuatorial, Mac¨ªas country. Estando ya exiliado en Madrid, conoc¨ª y habl¨¦ con el se?or Klinteberg. Puedo afirmar que toda su informaci¨®n sobre los hechos se basa en una visita a Guinea Ecuatorial de veinticuatro horas de duraci¨®n, en la que el mencionado periodista suizo no tuvo oportunidad de investigar la situaci¨®n, mantener conversaciones ni obtener-testimonio alguno. El se?or Klinteberg entr¨® en Guinea Ecuatorial por Ebebiyin, procedente de Camer¨²n. Entr¨® en nuestro pa¨ªs irregularmente. Fue inmediatamente detenido por la Milicia Popular y trasladado bajo vigilancia a Bata, donde fue interrogado y en seguida puesto en la frontera de Gab¨®n.
Tampoco es cierto que este periodista suizo haya visitado mi pa¨ªs en los dos meses que precedieron a la ca¨ªda de Mac¨ªas.
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