Lo inveros¨ªmil
Hombre maduro, distanciado de su esposa, con amante jovencita -nueva generaci¨®n-, descubre en un chequeo que su mujer tiene un tumor cerebral y decide hacerla feliz los dos ¨²ltimos meses de su vida. Reconciliaci¨®n imposible: la esposa apenas lo acepta, incluso confiesa que tiene un amante (el mejor amigo del marido). El caballero pasa por todo con tal de gratificar estos dos ¨²ltimos meses de vida de la esposa molesta y fastidiosa de tantos a?os. Pero, he aqu¨ª la sorpresa: la radiograf¨ªa est¨¢ confundida. Es, en realidad, un cr¨¢neo de hombre, y no de mujer. El hombre maduro vuelve con la jovencita; para hacerse perdonar de ella, inventa que la radiografia es la suya, que ¨¦l es el condenado. Invento que resulta cierto. Y que lleva a la esposa a no volver con el amante. Se queda sola: escena muda y tel¨®n final.La obra est¨¢ hecha con el tejido m¨¢s antiguo del mal teatro burgu¨¦s: lo inveros¨ªmil, lo convencional, la necesidad de obligar al p¨²blico a que acepte lo inaceptable en las situaciones b¨¢sicas, la manipulaci¨®n psicol¨®gica y moral. Para que d¨¦ un tono ?de hoy? aparecen las supuestas audacias: la introducci¨®n de ciertas libertades sexuales; y unas curiosas arias de un par de personajes, unas cr¨®nicas catastrofistas de la vida actual: atascos de autom¨®viles, prisas, huelgas, atracos, bombas. Nada de ello, en realidad, ata?e a la vida de los personajes, nada est¨¢ en el ambiente de la escena: se relata, en largos mon¨®logos, como superpuestos. Todo ello, tambi¨¦n con un lenguaje convencional, falsamente literario, amontonando adjetivos para dar la coloraci¨®n que no dan los personajes.
Vivamos hoy, de Santiago Moncada
Int¨¦rpretes: Julia Guti¨¦rrez-Caba, Ricardo Merino, Yolanda R¨ªos, Pastor Serrador. Direcci¨®n: Manuel Collado Alvarez. Teatro Reina Victoria, 8-IX-79.
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