Alarmante disminuci¨®n de la natalidad en Italia, pa¨ªs de los ni?os
Bajo el t¨ªtulo ?Mucho amor y pocos ni?os?, el semanario L'Espresso acaba de publicar, anunci¨¢ndolo en su primera p¨¢gina, un sondeo sobre la amenaza que se cierne sobre Italia en una disminuci¨®n de la natalidad considerada como alarmante.Parece una paradoja, si se tiene en cuenta que Italia, como Espa?a, es el pa¨ªs de los ni?os, hasta el punto que una familia sin hijos es casi una desgracia, una verg¨¹enza o un deshonor. Este sondeo demuestra que esto era cierto hasta hace unos a?os, pero que ahora las cosas est¨¢n cambiando radicalmente. Muchos matrimonios j¨®venes no quieren hijos, o quieren s¨®lo uno, o al m¨¢ximo dos, lo que hace que Italia tenga ya hoy un ¨ªndice de crecimiento inferior al de Francia y casi igual al de la Rep¨²blica Federal de Alemania.
Seg¨²n los ¨²ltimos c¨¢lculos, mientras en Italia hasta el 1961 se equival¨ªan los coeficientes de mortalidad y de natalidad, en los ¨²ltimos quince a?os la natalidad disminuye con tal intensidad, que si contin¨²a este ritmo, antes del a?o 2000 se llegar¨¢ al crecimiento cero y empezar¨¢ a ser mayor el n¨²mero de fallecimientos que el de nacimientos.
Hay quien piensa que esto es un bien en un pa¨ªs como Italia, que tiene m¨¢s de cinco millones de emigrantes en todo el mundo, que posee una poblaci¨®n de 56 millones, con dos millones de parados, y donde la mayor neurosis, seg¨²n el soci¨®logo Ferraroti, es la claustrofobia.
En 1978 la familia italiana ha procreado como media 1,8% de hijos, mientras el ¨ªndice m¨ªnimo para sustituir num¨¦ricamente a los padres es del 2 %. Y esto a pesar de que el sector ?sur? sigue a¨²n procreando m¨¢s de dos hijos de media. De hecho, el Sur empieza a ser la despensa demogr¨¢fica de Italia, con consecuencias, dicen los soci¨®logos, de car¨¢cter gen¨¦tico y cultural. En algunas ciudades como Trieste se registran ya hoy 2.000 nacimientos y 4.500 defunciones al a?o. Ante estos datos se hacen hoy en Italia dos preguntas fundamentales: ??C¨®mo resolver el problema para que dentro de unos a?os no se convierta "el pa¨ªs de los ni?os" en "el pa¨ªs de los ancianos"?, y ?cu¨¢les son las causas reales de este fen¨®meno??
Por lo que se refiere a la primera pregunta, todos rechazan categ¨®ricamente intervenciones del pasado fascista con la cl¨¢sica exaltaci¨®n de la ?familia numerosa?. Se trata de intervenir con m¨¦todos nuevos y con reformas radicales, que vayan a las ra¨ªces de la causa de la disminuci¨®n de natalidad. Y por lo que se refiere a estas causas, el sondeo de L'Espresso demuestra que el problema es complejo, que las causas son muy diversas. Se habla de problema de vivienda, pero las cifras indican que nacen m¨¢s ni?os en los ambientes m¨¢s pobres y en las casas m¨¢s peque?as. Se habla de ego¨ªsmo, del deseo interesado de no atarse a los hijos, para poder viajar y vivir mejor, pero en realidad la mayor¨ªa de las personas que han declarado que no desean ni?os son matrimonios que se empe?an seriamente en la lucha pol¨ªtica y social, que hacen mil sacrificios en defensa de la justicia, que se preocupan de lo que podr¨¢ ser el futuro de unos ni?os que deber¨¢n enfrentarse con una sociedad que cada d¨ªa les prepare un futuro m¨¢s in cierto y catastr¨®fico.
Como se ve, el sondeo ofrece motivos para todos los gustos. Mientras tanto, las feministas, con su carga de provocaci¨®n, han lanzado una campana diciendo que nadie tiene el derecho de robar a una mujer el gusto de concebir. Por tanto, puesto que son los hombres m¨¢s que las mujeres quienes, en Italia, no desean tener hijos, la mujer debe defenderse concibiendo un hijo o ?sin padre conocido?, o contra la voluntad del padre, es decir, aprovechando un momento de ?debilidad del sexo fuerte?.
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