El fiscal solicita varias penas de muerte para Mac¨ªas y treinta a?os para sus colaboradores
Una pena de muerte por cada una de las muertes violentas de sus adversarios pol¨ªticos que ejecut¨® personalmente, y otras por alta traici¨®n y cr¨ªmenes de guerra, pidi¨® ayer el fiscal, Jos¨¦ Luis Jones, para Francisco Mac¨ªas, presidente derrocado de Guinea Ecuatorial, que comparece ante un tribunal militar y popular, en Malabo, junto a ocho de sus principales colaboradores. Para cinco de ellos se pidieron penas de treinta a?os de prisi¨®n, y para el resto, sendas condenas de un a?o de reclusi¨®n menor. La petici¨®n del fiscal fue recibida con una enorme ovaci¨®n y gritos de j¨²bilo por centenares de guineanos que, puestos en pie, saludaron clamorosamente la exigencia del fiscal. ?Los mismos que aplauden y gritan ahora mi condena a muerte, me aplaud¨ªan a m¨ª. El pueblo no sabe. Morir¨¦ con honor, porque yo no he matado a nadie?, dijo Mac¨ªas con voz ronca y cansina poco despu¨¦s.
De afuera llegaban cientos de voces, aplausos y gritos. En la sala donde se desarrolla el juicio el clamor se apag¨® s¨²bitamente cuando el presidente del tribunal dio la palabra al defensor de Mac¨ªas. Los argumentos del letrado Eloy Ela intentaron demostrar que los cargos contra Mac¨ªas carecen de pruebas. En un discurso tenaz y mon¨®tono, que en ocasiones produjo cierto desprecio entre el p¨²blico, refut¨® los delitos de genocidio, asesinatos masivos, traici¨®n y malversaci¨®n de fondos y violaci¨®n sistem¨¢tica de los derechos humanos que se imputan a su defendido. Y pidi¨® para ¨¦l la libre absoluci¨®n.Poco antes, un testigo que sali¨® de entre el p¨²blico jur¨® que el ex presidente guineano abandon¨® a su suerte a centenares de pagaleses, habitantes de la isla de Annob¨®n, hoy Pagal¨², durante una epidemia de c¨®lera que diezm¨® la poblaci¨®n de la isla en el a?o 1977.
Boxeo en una iglesia
Un sacerdote cat¨®lico explic¨® luego que un religioso muri¨® en la c¨¢rcel de Bata tras ser detenido, otros sufrieron torturas en distintos lugares de el pa¨ªs, y el culto fue abolido. En una ocasi¨®n, la iglesia Nyefang fue escenario de un combate de boxeo.
Mac¨ªas no supo responder m¨¢s que con frases incoherentes a la pregunta del presidente del tribunal en la cual le ped¨ªa las razones por las que impidi¨® la llegada al pa¨ªs de un grupo de observadores internacionales ante las denuncias de violaci¨®n sistem¨¢tica de los derechos humanos en Guinea Ecuatorial.
El juicio ha entrado en su fase final. Hoy por la ma?ana, el tribunal comunicar¨¢ la sentencia, tras veinticuatro horas de deliberaci¨®n. Ha causado cierto estupor el hecho de que algunos de los principales torturadores y c¨®mplices del derrocado presidente guineano hayan recibido peticiones fiscales en las que no se incluye la condena de muerte.
Ayer se incorpor¨® al grupo de acusados Micha Nsue, sobrino de Mac¨ªas, considerado como uno de los m¨¢s sanguinarios colaboradores del ex presidente de Guinea Ecuatorial. Su defensa, lo mismo que la del resto de los acusados, solicit¨® la aplicaci¨®n de las circunstancias eximentes para sus defendidos, en grado m¨¢ximo para unos y m¨ªnimo para otros. Los argumentos del letrado hicieron hincapi¨¦ en que la responsabilidad de las ejecuciones recae plenamente sobre el ex presidente Mac¨ªas, siendo sus c¨®mplices meros encartados.
Todos los comentarios se inclinan hac¨ªa la convicci¨®n de que Mac¨ªas ser¨¢ ejecutado. Aunque es muy dif¨ªcil realizar un pron¨®stico con visos de certidumbre, se piensa que Mac¨ªas tiene sus horas contadas.
Vicepresidente en Madrid
El vicepresidente de Guinea Ecuatorial, Salvador Ela, que lleg¨® ayer a Madrid de paso para Belgrado, se ha entrevistado con el ministro de Econom¨ªa, Jos¨¦ Luis Leal. El se?or Ela dijo que los soldados marroqu¨ªes que se encuentran en Guinea est¨¢n all¨ª exclusivamente como ?instructores de la guardia presidencial?.
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