Los que regresaron de la revoluci¨®n cultural
, Lin Ferigmei dice que nunca tuvo infancia. ?Cuando ten¨ªa seis a?os, en la revoluci¨®n cultural, mi padre fue acusado de contrarrevolucionario hist¨¦rico, puesto que hab¨ªa sido miembro del Guomintang, y nuestra familia fue conducida de nuestro antiguo hogar a una aldea.?Cuando su familia lleg¨® a la aldea, a 1.700 kil¨®metros de Pek¨ªn, todas sus pertenencias y muebles les fueron confiscados, y los padres obligados a pasear ininterrumpidamente por las calles. Su madre muri¨® pronto, a consecuencia de los bastonazos que recibi¨®, agreg¨®, as¨ª que ella tuvo que aprender a hacer vestidos para su padre y sus cinco hermanos, con ropas viejas, cosiendo los retales.
Su padre era ingeniero, sin embargo no se le permiti¨® trabajar como tal en la aldea. La familia viv¨ªa en una peque?a habitaci¨®n y ten¨ªa un diminuto huerto para cultivar algunos vegetales. Lin se ocupaba de acudir a las monta?as pr¨®ximas para trabajar de le?adora.
Lin tiene ahora veinti¨²n a?os y aguarda pacientemente ante la sede del comit¨¦ revolucionario (Ayuntamiento) de Pek¨ªn, junto a varios cientos de peticionarios que fueron llevados forzosamente al campo hace algunos a?os. Lleva m¨¢s de una semana sentada, esperando el permiso oficial para residir en la capital.
La cuesti¨®n de los trasladados forzosos al campo es uno de los problemas m¨¢s complejos a los que se enfrenta el Partido Comunista. Las grandes ciudades chinas est¨¢n superpobladas. Hay una seria escasez de viviendas y trabajo y el Gobierno, simplemente, no puede acomodar a los cientos de miles de personas que fueron enviadas al campo hace diez a?os, bien por la imputaci¨®n de ciertos cr¨ªmenes o como parte de un programa de escolarizaci¨®n r¨²stica.
Lin cuenta a los otros peticionarios su historia dentro de un amplio contexto de lo que fue China antes. ?Nac¨ª despu¨¦s de la liberaci¨®n y me cri¨¦ bajo la bandera roja.?
?Era muy joven e inocente?, relata, ?cuando me interesaba por sus mensajes pol¨ªticos, y debo decir que no los comprend¨ªa muy bien. No pensaba que algunas cosas de la nueva sociedad no fuesen buenas, pero gradualmente me di cuenta de que a cientos de miles de personas les pasaba lo que a m¨ª.?
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