Comunistas y socialistas
EL 1 de octubre, en Mosc¨², Brejnev recibi¨® a un grupo de trabajo de la Internacional Socialista. Unos d¨ªas despu¨¦s, el secretario general del Partido Comunista italiano, Enrico Berlinguer, iniciaba un viaje por Espa?a y Portugal para celebrar entrevistas con los dirigentes socialistas y comunistas de esos dos pa¨ªses. Puede considerarse que los dos hechos no son fruto m¨¢s que de una coincidencia de calendarios. Pero en los dos aparece el mismo esfuerzo por conseguir que ciertos aspectos de la situaci¨®n internacional -el desarme, la ofensiva general anticomunista- y de las repercusiones de ¨¦sta en cada pa¨ªs, en forma de desempleo, crisis econ¨®mica, disminuci¨®n de poder adquisitivo, respuesta sindical, sean considerados con una misma ¨®ptica por los partidos socialistas y los comunistas.Berlinguer estuvo este verano en Mosc¨² y se entrevist¨® con Suslov y con Brejnev oficialmente; tuvo, adem¨¢s, una serie larga e importante de contactos con personalidades del PCUS. Entonces, como ahora en Madrid, explic¨® que su partido mantiene ?diversidad de criterios? con el sovi¨¦tico respecto a las ?v¨ªas del socialismo?. Regresado de Mosc¨², Berlinguer inici¨® una aproximaci¨®n al Partido Socialista italiano y una entrevista personal oficial con Craxi, que termin¨® con un acuerdo coyuntural de acci¨®n com¨²n en Italia. Parece que esta misma idea es la que viaja ahora con Berlinguer en sus entrevistas de Lisboa con Cunhal y Mario Soares, en las de Madrid con Santiago Carrillo y con Felipe Gonz¨¢lez.
Berlinguer ha insistido en ellas en ?una mayor cooperacion internacional entre las fuerzas progresistas frente al avance de las conservadoras? (seg¨²n fuentes del PSOE). Mientras, Brejnev explicaba a sus interlocutores de la Internacional Socialista -entre ellos, un miembro del PSOE- la necesidad de ?contactos serios con los socialistas y los socialdem¨®cratas, de un di¨¢logo constructivo con todas las fuerzas pac¨ªficas y democr¨¢ticas?. ?Lo esencial?, dijo, ?es que tenemos tareas comunes de una importancia vital para el desarrollo de los pueblos.? El tema concreto del grupo socialista era el desarme: Brejnev insisti¨® en la voluntad sovi¨¦tica de llevarlo adelante, y unos d¨ªas despu¨¦s, en la RDA, lanzar¨ªa lo que la prensa sovi¨¦tica llama ?hist¨®rica iniciativa de paz?: la retirada de 20.000 soldados sovi¨¦ticos de territorio alem¨¢n, con mil tanques y otro material, y la reducci¨®n unilateral del n¨²mero de medios nucleares de alcance medio, a condici¨®n de que en Europa occidental no se emplacen otros equivalentes. Carter, en su conferencia de prensa del martes, ha minimizado el alcance de la oferta sovi¨¦tica.
Lo que parece emanar ahora de Mosc¨² es una ?ofensiva de paz?, dirigida, m¨¢s que a los Gobiernos, a los pueblos. Y esperan una repercusi¨®n positiva, sobre todo, en los partidos socialistas, que han perdido una parte de su reciente poder gubernamental en Europa y que pueden estar preocupados por el crecimiento de un conservadurismo. No hay que creer que el mensaje de Berlinguer para Espa?a y Portugal obedezca a lo que con la tosquedad habitual se podr¨ªa llamar una ?consigna?; pero s¨ª se puede ver que la coincidencia de prop¨®sitos es una consecuencia de un an¨¢lisis concreto de la situaci¨®n europea, que puede reforzarse en los ya frecuentes contactos entre el PCUS y el PCI.
Las situaciones europeas, sin embargo, son muy diversas. En Francia, los d¨¦biles intentos de reconstrucci¨®n del programa com¨²n se han saldado el mes pasado con una entrevista in¨²til entre el PCF y el PS. En Portugal, la enemistad entre los dos partidos de la izquierda se ha ido profundizando en los a?os de gobierno de Soares, pero ahora se deja un poco al margen para el apoyo relativo al Gobierno posibilista de Pintassilgo y a la fuerte amenaza conservadora. En cuanto a Espa?a, el discurso de Santiago Carrillo en la ?fiesta del partido?, abriendo la puerta a la unidad, no parece haber sido escuchado por el PSOE; probablemente estaba pronunciado pensando en que no iba a ser escuchado. La posici¨®n socialista parece encaminarse m¨¢s y m¨¢s hacia la apertura a la coalici¨®n o la alternativa, y ello pasa por el distanciamiento del PCE.
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