EEUU puede abandonar su pol¨ªtica neutral y respaldar militarmente a Marruecos en el Sahara
La Administraci¨®n Carter est¨¢ a punto de decidir un cambio en su pol¨ªtica sahariana y suministrar armas y, posiblemente, entrenamiento en la lucha antiguerrillera para ayudar a Marruecos en su lucha contra las guerrillas del Frente Polisario en el Sahara occidental.
, El embajador norteamericano en Argel, Ulrick Haynes, se entrevist¨® el mi¨¦rcoles con el presidente argelino, Chadli Benjedid, al parecer para informarle que Washington no permitir¨¢ que sea rebasado en el Sahara ?un l¨ªmite tolerable de tensi¨®n?, destinado a desestabilizar el r¨¦gimen marroqu¨ª. Informa nuestro corresponsal en Argel, .
Una reuni¨®n de alto nivel, en la que participar¨¢n el secretario de Estado, Cyrus Vance; Zbigniew Brzezinski, consejero presidencial para asuntos de seguridad nacional; el secretario de Defensa, Harold Brown, y otros altos funcionarios de la Administraci¨®n, tendr¨¢ lugar el martes pr¨®ximo, para hacer recomendaciones al presidente Carter sobre este pol¨¦mico tema.
Pendiente de la reuni¨®n del martes del comit¨¦ presidencial, la Administraci¨®n se niega a hacer comentarios sobre los cambios de pol¨ªtica exterior que se proyectan. En gran parte dependen de la postura que adoptar¨¢ Vance, al que se le considera opuesto a todo cambio, pero que est¨¢ siendo sometido a presiones de la Administraci¨®n para que sostenga al rey Hassan II de Marruecos, un viejo amigo de EEUU, en la regi¨®n.
En julio pasado, la Administraci¨®n present¨® confidencialmente a varios importantes comit¨¦s del Congreso cinco propuestas para respaldar a Marruecos en el conflicto que le opone a las guerrillas del Polisario. En ellas se incitaba a los parlamentarios a ayudar a Marruecos, compensando la asistencia brindada por Argelia y la URSS al Frente Polisario.
La pol¨ªtica de EEUU de cara al conflicto es ambigua. Vot¨® en la Asamblea General de las Naciones Unidas una resoluci¨®n a favor de la autodeterminaci¨®n del Sahara, y se ha negado a reconocer la anexi¨®n de la zona por Marruecos. Pero esto no significa que ha dado la espalda al rey Hassan Il. Washington no ha protestado de la utilizaci¨®n, por el Gobierno de Rabat, de armamento militar norteamericano en el Sahara occidental. Sin embargo, una cl¨¢usula del acuerdo de cooperaci¨®n militar firmado entre ambos pa¨ªses en 1960 prohibe la utilizaci¨®n del material b¨¦lico estadounidense fuera de las fronteras marroqu¨ªes.
Cuando el conflicto con el Polisario se agrav¨®, Marruecos, durante largos a?os defensor de los intereses norteamericanos en Africa, solicit¨® material para la lucha antiguerrillera.
El a?o pasado, la Administraci¨®n, sometida a insistentes presiones de Arabia Saud¨ª y Egipto para que ayudase a Marruecos, estudi¨® una modificaci¨®n del acuerdo de 1960 que le permitiese vender al pa¨ªs del Magreb aviones de reconocimiento y helic¨®pteros que hubiesen sido utilizados en la guerra del desierto. Pero la oposici¨®n del Congreso la hizo desistir de sus proyectos.
Divisi¨®n en el Departamento de Estado
Sin embargo, hace tres meses, tras los primeros ataques guerrilleros contra el territorio marroqu¨ª, distinto del sahariano, la Administraci¨®n present¨® al Comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado y al Comit¨¦ de Asuntos Exteriores de la C¨¢mara de Representantes cinco opciones diferentes, que iban desde la continuaci¨®n de la misma pol¨ªtica, consistente en no entregar armas para la guerra sahariana, hasta la venta de material militar, como, por ejemplo, aviones armados de reconocimiento OV-10 y helic¨®pteros Cobra, y posibilidades de entrenamiento para los militares marroqu¨ªes en la lucha antiguerrillas.
Fuentes del Congreso aseguran que tanto el Consejo Nacional de Seguridad, encabezado por Brzezinski, como el Departamento de Defensa defienden esta ¨²ltima opci¨®n, porque, opinan, EEUU no puede correr el riesgo de ser acusado de ?no hacer nada? para ayudar a Hassan.
El Departamento de Estado se encuentra dividido. La secci¨®n de asuntos africanos prefiere respaldar a la Organizaci¨®n de la Unidad Africana (OUA), que hizo un llamamiento para que se celebre un refer¨¦ndum en la regi¨®n.
La secci¨®n de Oriente Pr¨®ximo del Departamento de Estado, que tiene jurisdicci¨®n sobre Marruecos, apoya la ayuda a Hassan contra el Polisario. La postura de Vance es opuesta a un cambio en la pol¨ªtica norteamericana en esta cuesti¨®n, pero al mismo tiempo desea un compromiso.
El 20 de septiembre, el Comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado celebr¨® una reuni¨®n a puerta cerrada y vot¨®, por seis a cuatro, a favor de la venta a Marruecos de armas norteamericanas, para su utilizaci¨®n contra el Polisario, pero se opuso a cualquier tipo de entrenamiento en la lucha antiguerrilla.
El Comit¨¦ acept¨® en realidad una mezcla de la segunda, tercera y cuarta propuesta que, de hecho, permiten vender a Marruecos material b¨¦lico, que ser¨ªa, probablemente, utilizado contra el Polisario. Pero los presidentes de dos subcomit¨¦s de asuntos exteriores de la C¨¢mara de Representantes informaron a la Administraci¨®n que se opon¨ªan a todo cambio de pol¨ªtica.
Los que quieren respaldar a Hassan afirman que ha sido un fiel amigo de EEUU, aunque ahora se oponga al tratado de paz egipcio-israel¨ª, y si EEUU no acude en su ayuda, este abandono le perjudicar¨¢ en todo el mundo.
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