?xito del Ballet Cl¨¢sico Nacional en su presentaci¨®n
V¨ªctor Ullate ha orientado las primeras actividades del Ballet Cl¨¢sico Nacional hacia expresiones contempor¨¢neas. Para el estilo blanco o rom¨¢ntico habr¨ªa sido necesario -como escribe Ullate- depurar m¨¢s la t¨¦cnica, alcanzar la homogeneizaci¨®n imprescindible y aumentar el n¨²mero de componentes. Con ser todo ello cierto, pienso que Ullate ha respondido a motivaciones muy hondas al seguir la v¨ªa de la modernidad no s¨®lo como la m¨¢s accesible, sino tambi¨¦n la m¨¢s id¨®nea, aqu¨ª y ahora.Lanzarse a recomponer una tradici¨®n rota desde hace mucho tiempo, en la que lo espa?ol tuvo poco que decir, me parece menos interesante que intentar la incorporaci¨®n de Espa?a al mundo del ballet internacional, tal y como est¨¢ configurado en estos momentos. Por otra parte, el panorama de nuestra m¨²sica actual permitir¨¢ aportaciones inmediatas o explotaciones de partituras significativas ya existentes, algunas de las cuales ya son ballet en los teatros europeos, como Espejos, de C. Halffter. Entonces yo preferir¨ªa para la nueva formaci¨®n el nombre de Ballet Nacional Contempor¨¢neo al de Cl¨¢sico, lo que no excluye el aprendizaje y el cultivo de los grandes estilos del pasado.
La misma carrera de Ullate como bailar¨ªn, aun pasando por los m¨¢s diversos tramos y tendencias est¨¢ muy marcada por sus a?os de permanencia junto a Maurice Bejart, acaso el m¨¢s fuerte y genial renovador del ballet, lo que se echa de ver en su excelente trabajo con la veintena crecida de componentes de su troupe, lo que cabr¨ªa hacer extensivo a la directora adjunta, Carmen Roche.
En el programa aplaudido estos d¨ªas en Madrid, con el que se hace realidad uno de los grandes proyectos de la Direcci¨®n General de M¨²sica, V¨ªctor Ullate ha realizado con toda perfecci¨®n coreograf¨ªas de Gene Hill Sagan Micha van Hoecke, Maurice Bejart y una propia sobre Boleros, de Fernando Sor. Y ha conseguido disciplina, fuerza expresiva, humanidad y extraordinaria belleza. Las Cinco obras basadas en m¨²sica de Luciano Berio, coreografiadas por el director de la Escuela de Mudra, de Bruselas, Van Hoecke, constituyen un prodigio de inventiva y una exact¨ªsima traslaci¨®n de las ideas est¨¦ticas del m¨²sico italiano al mundo del ballet. Lo que cabr¨ªa repetir al hablar de El p¨¢jaro de fuego en la estupenda interpretaci¨®n de Bejart. El juego de la masa -un bloque vivo, vario, polif¨®nico- frente al protagonista, el p¨¢jaro, encarnado por Ullate, condensa, simplifica y contrasta dos ideas-fuerza, dos sentimientos que se hacen abstracci¨®n: lo ruso y lo renovador, o, si se quiere, lo revolucionario como actitud incesante.
Enfrentar el Vals triste, de Sibelius -algo as¨ª como la intimizaci¨®n del ritmo y la veladura de la melod¨ªa-, con La vals, de Ravel, verdadera apoteosis de lo nacido en el pueblo, desarrollado en la burgues¨ªa e intelectuado, entre la estilizaci¨®n y la explosi¨®n barroquista constituye un ejercicio variativo en la t¨¦cnica y la expresi¨®n, en el hacer individual y en el colectivo, de gran belleza y refinado sentido po¨¦tico. Lo resolvi¨® con talento e invenci¨®n el americano Hill Sagan, del Alvin Alley, de Nueva York, y en la realizaci¨®n de Ullate brillan todos sus valores.
Con actitud original, V¨ªctor Ullate se ha acercado a los cuatro boleros de Sors, como homenaje al m¨²sico catal¨¢n, no por v¨ªa pintoresquista, sino a trav¨¦s de un proceso expresivista. Sucede, sin embargo, que la presencia de la voz con acompa?amiento de guitarra es demasiado real, nos lleva directamente a mundos popularistas, con lo que se entabla una especie de duelo intencional. Quiz¨¢ habr¨ªa sido mejor orquestar esa m¨²sica, a fin de alejarla de su inmediata realidad.
La despedida del ballet el domingo por la tarde marc¨® una cima de ¨¦xito y vale como visado para el futuro. Con Ullate, magn¨ªfico, incisivo, ¨¢gil, dominador, bailaron espl¨¦ndidamente Nacho Duato, Julia Olmedo, Mar¨ªa Jes¨²s Casado, Teresa Mosco, Felipe Alcoceba, Enrique Brown, Elisa Morris y el resto de un conjunto exigentemente seleccionado y adiestrado.
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