Ir¨®nico ment¨ªs del Gobierno de Pretoria

Con un tono burl¨®n, el ministro surafricano de Asuntos Exteriores, Pik Botha, rechaz¨® ayer las afirmaciones formuladas por el Departamento de Estado norteamericano, seg¨²n las cuales la Rep¨²blica Surafricana habr¨ªa llevado a cabo una explosi¨®n nuclear el pasado mes de septiembre en el oc¨¦ano Indico, el sur del Atl¨¢ntico, o en una regi¨®n del Africa austral.??Por qu¨¦ no se lo preguntan a los sovi¨¦ticos, a los chinos o a los propios americanos??, replic¨® Botha. ?Puede ser cosa de los australianos o de los neozelandeses ... se trata de una regi¨®n muy amplia ... si los americanos no saben lo que pasa, les sugiero que comprueben los hechos antes de precipitarse sobre algo, que pudiera ser el renacimiento de Venus, y les propongo solicitar un informe a Neptuno.?

En un tono m¨¢s serio dijo que ?Am¨¦rica debe hacer un replanteamiento y aceptar con convicci¨®n y coraje su papel de Estado antimarxista en el seno del mundo libre?.

El presidente de la Oficina de Energ¨ªa At¨®mica, De Villiers, calific¨® de ?sin sentido? las sugerencias de los norteamericanos.

?Si la explosi¨®n tuvo lugar?, afirm¨®, ?mi primera reacci¨®n es pensar que su autor es otra potencia, pero con toda seguridad no se trata de Africa del Sur.?

No es la primera vez que Occidente se inquieta por las actividades nucleares surafricanas. En agosto de 1977, Louis de Guiringaud, entonces ministro franc¨¦s de Asuntos Exteriores, advirti¨® a los surafricanos contra cualquier tentaci¨®n de fabricar la bomba at¨®mica.

Esta gesti¨®n se llev¨® a cabo en base a las investigaciones suministradas por norteamericanos y sovi¨¦ticos a partir de las fotos de un sat¨¦lite sobre el desierto del Kalahari. Pretoria replic¨® con un desmentido categ¨®rico.

En el mismo discurso, Botha dijo que las afirmaciones de Washington eran una especie de ?p¨¢nico? estadounidense.

Sur¨¢frica es el tercer productor mundial de uranio, detr¨¢s de Estados Unidos y Canad¨¢, y posee una quinta parte de las reservas de ese mineral descubiertas hasta el momento.

Asimismo, el pa¨ªs desarroll¨® una tecnolog¨ªa propia, parecida a la alemana occidental, para el enriquecimiento del uranio. Sin embargo, el Gobierno de Pretoria afirm¨® siempre que este material enriquecido ha servido exclusivamente a fines pac¨ªficos.