Resultados problem¨¢ticos

?Los constituyentes espa?oles hab¨ªan inventado el a?o pasado una feliz expresi¨®n para caracterizar el pa¨ªs que intentaban edificar: una naci¨®n de naciones. Este proyecto comenz¨® a adquirir forma el 25 de octubre en el Pa¨ªs Vasco y en Catalu?a. Los dos pueblos de la Pen¨ªnsula que m¨¢s han sufrido para reconquistar sus antiguas libertades acaban de aprobar el Estatuto de autonom¨ªa que se les hab¨ªa propuesto (...).Una Espa?a plurinacional est¨¢ naciendo en el seno de un Estado que, desde hace siglos, lia hecho de su unidad la idea m¨¢s r¨ªgida, sin duda por no haber podido realizar su obra de asimilaci¨®n.

Hace cincuenta a?os, un Estatuto de Autonom¨ªa menos liberal que el que acaban de aprobar los catalanes hab¨ªa conmovido al Ej¨¦rcito espa?ol, para quien la desintegraci¨®n del pa¨ªs hab¨ªa comenzado. En el levantamiento militar del 18 de julio de 1936, un anticatalanismo visceral desempe?¨® un papel evidente. Desde entonces, la reivindicaci¨®n nacionalista ha perdido su car¨¢cter explosivo en esta regi¨®n: la tibieza manifestada el jueves por los electores lo confirma (...).

El 25 de octubre Catalu?a y Euskadi han visto cumplidas sus viejas aspiraciones. Pero, sobre todo, los vascos se han dotado del instrumento de una verdadera pacificaci¨®n. La preocupaci¨®n que domina a todos es saber si ETA perder¨¢ su popularidad a partir del momento en que los vascos se gobiernen a s¨ª mismos. Todos los espa?oles est¨¢n convencidos de que la suerte de su democracia se juega en este asunto. Ahora bien, las inquietudes est¨¢n todav¨ªa lejos de disiparse por el escrutinio del 25 de octubre: un voto no pone Fin a la intransigencia de los guerrilleros. El futuro Gobierno de la nacionalidad vasca debe mostrar inmediatamente su eficacia.?

27 de octubre