El ¨¢ngel azul

Al igual que el profesor Inmanuel Rath -Emil Jannings- termina cacareando enloquecido por la cantante Lola-Lola -Marlene Dietrich-, al final de El angel azul (Josef von Stemberg, 1930), como recuerda en un determinado momento el protagonista de Primo amore, aqu¨ª el actor Ugo Cremonese -Ugo Tognazzi- finaliza lo mismo al ser enga?ado por la criada Renata -Ornella Muti- La comparaci¨®n no puede ir mucho m¨¢s lejos en cuanto la carga mis¨®gina de Primo amore es m¨ªnima, no cuenta la destrucci¨®n de un hombre por una mujer mucho m¨¢sjoven que ¨¦l, sino que relata la ¨²ltima aventura sentimental de un viejo c¨®mico.Est¨¢ dividida en dos partes claramente diferenciadas. La primera, situada en una decadente residencia para actores jubilados en la que pasa una temporada el protagonista, mientras espera que le paguen los atrasos de su pensi¨®n, y donde conoce a una atractiva criada a la que fascina con el mundo del espect¨¢culo y consigue que se vaya de all¨ª con ¨¦l. Y la segunda, en una Roma de lujosos hoteles, donde derrochasu dinero y trata in¨²tilmente de montar un espect¨¢culo de variet¨¦s basado en el atractivo de su chica, y de conseguir trabajo en un canal privado de televisi¨®n. Mientras la primera es una peque?a obra maestra del humor negro, con la creaci¨®n de un ambiente perfecto en la residencia para actores, sus peque?as actuaciones, sus diversiones particulares, la presencia constante de la muerte y el comienzo de la relaci¨®n entre el viejo y la joven. La segunda, demasiado apresurada mal estructurada, con una aglomeraci¨®n de elementos ajenos nunca llega a desarrollar plenamente la situaci¨®n.

No obstante, se trata de una de las mejores comedias de Dino Risi, uno de los grandes especialistas italianos del g¨¦nero, que cuenta con una larga carrera a sus espaldas, que empieza en 1949 y en la que sobresalen Una vida dificil (1961), La escapada (1962). Perfume de mujer (1974) y algunos de los sketchs de ?Que viva Italia! (1977). El exceso de alabanzas que le dedica lo mejor de la cr¨ªtica francesa desde mediados de los a?os setenta, en parte debido a que la ca¨ªda del cine franc¨¦s le hace fijarse en el italiano, lleva a Risi a abandonar su terreno habitual y a hacer algunas pel¨ªculas pretendidamente trascendentales, en coproducci¨®n con Francia, en las que ha demostrado que no pisa terreno firme.