El n¨²mero de abortos en Alemania Occidental aument¨® en un 35%
Desde la reforma del art¨ªculo 218 del C¨®digo Penal alem¨¢n, que entr¨® en vigor hace dos a?os, el n¨²mero de abortos controlados por las instituciones sanitarias se ha incrementado en la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) en un 35%; pas¨® de 14.000 a 73.548, seg¨²n la Oficina de Estad¨ªstica de la RFA. Hasta finales de este a?o, la cifra se elevar¨¢, seg¨²n la diputada socialista Ursula Pausch-Gruber, a unos 120.000 abortos, de los que 40.000 se han practicado ya durante 1979 en pa¨ªses vecinos de la propia Alemania Occidental. La mayor parte de estos ¨²ltimos pueden considerarse ilegales.
Entre las razones aducidas por las mujeres abortantes como motivos de su decisi¨®n se citan las de penuria econ¨®mica (en 1977 adujeron esta raz¨®n los dos tercios de quienes optaron por el aborto) o ?motivaciones generales cl¨ªnicas? (un 43 % de las mujeres con edades entre 45 y 55 a?os).Seg¨²n la ley alemana, existen cuatro indicaciones fundamentales por las que el m¨¦dico, una vez valorados los motivos aducidos por la mujer, puede legitimar un aborto: peligro en la continuaci¨®n del embarazo para la vida o la salud de la embarazada; peligro evidente de grave da?o para la vida psicol¨®gica o f¨ªsica del ni?o origen del embarazo, como consecuencia de una violaci¨®n; grave penuria econ¨®mica o serias complicaciones sociales.
El Colegio Oficial de Mujeres M¨¦dicas Alemanas, que ha terminado recientemente su ¨²ltimo congreso en Aquisgr¨¢n, ha analizado el fen¨®meno de la proliferaci¨®n de abortos desde una perspectiva feminista y ha observado los siguientes aspectos, entre otros:
1. No debe olvidarse que la reforma del art¨ªculo 218 se orient¨® no s¨®lo a una ayuda de la madre, sino tambi¨¦n a la defensa de la vida del a¨²n no nacido, ?y esto, precisamente, con car¨¢cter preeminente?.
2. La reforma legal pretende un control de la situaci¨®n de la mujer embarazada, lo que implica que ¨¦sta ha de someterse antes a un examen de conjunto por parte de un centro de planificaci¨®n familiar, que analiza las condiciones aportadas por la interesada.
3. Se ha constatado que la mujer queda en solitario ante su decisi¨®n, debido a que los hombres apenas si acuden -menos de un 50%- a la primera entrevista.
4. Antes de lanzarse una campa?a proaborto, deber¨ªa haberse puesto en marcha otra en favor de la esterilizaci¨®n voluntaria y recurso a los preservativos. S¨®lo as¨ª se impedir¨ªa que el objetivo feminista de las campa?as proaborto concluyan con un efecto contrario: la autoexclusi¨®n del hombre de este problema, que tambi¨¦n ¨¦l contribuy¨® a crear. Los medios de informaci¨®n podr¨¢n contribuir tambi¨¦n a esta clarificaci¨®n. Desde que se decidi¨® la reforma legal, en junio de 1974, hasta que el Tribunal de Garant¨ªas decidi¨® sobre la constitucionalidad de la reforma, se comprob¨® que de treinta emisiones televisadas sobre la materia, veintinueve eran claramente favorables a la ?legalizaci¨®n del aborto?, lo cual influy¨® poderosamente en el clima general en favor de esta reforma.
5. Sobre la soluci¨®n proped¨¦utica que ayude a reducir la curva creciente de abortos; es decir, sobre el recurso a los anticonceptivos y esterilizaci¨®n, apenas s¨ª existe informaci¨®n. En este sentido se han expresado las mujeres del C¨ªrculo Femenino Socialdem¨®crata, quienes han pedido la liberalizaci¨®n en materia de prescripci¨®n de la p¨ªldora, hasta ahora sometida a r¨ªgido control m¨¦dico.
Sobre el mismo tema, el Centro de Orientaci¨®n Familiar de Flensburg ha constatado que el 80% de las mujeres que optaron por un aborto se hab¨ªan resistido previamente a utilizar anticonceptivos o no hab¨ªan exigido a su compa?ero a que emplease preservativos. Seg¨²n la ginec¨®loga Gallenmueller, de Flensburg, el hombre se comporta a¨²n patriarcalmente, mientras la mujer ?mantiene una postura rayana en el masoquismo, al aceptar sin m¨¢s la ¨²ltima palabra del hombre en materia de prevenci¨®n o no de un embarazo?.
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