Dos nuevos telefilmes: "Gibbsville" y "Dallas"

Dos nuevos telefilmes, norteamericanos, entran hoy en la programaci¨®n de emergencia: Gibbsville y Dallas.

El primer episodio de Gibbsville, que se emite hoy a las 19.30, ya fue emitido por TVE en mayo de 1976, aunque en blanco y negro. El telefilme cuenta en trece episodios la historia de dos periodistas -uno joven, recomendado por su padre en un diario de provincias, y el otro veterano, corresponsal y alcoh¨®lico- en una peque?a ciudad de Pensilvania apenas acabada la segunda guerra.

Dallas, tambi¨¦n trece episodios que se emite a las 21.45 por el segundo programa, en escenario y rancho natural, cuenta, seg¨²n la informaci¨®n oficial de TVE, ?la historia ¨ªntima de una rica, poderosa y moderna familia americana de Texas, propietaria de una vast¨ªsima cantidad de tierra y ganado. Los d¨®lares de los Ewing se ven incrementados por la localizaci¨®n de petr¨®leo en su propiedad? Como suele suceder en estos guiones, siempre hay un v¨¢stago que se enamora de la hija del principal enemigo del clan. ?El verdadero inter¨¦s de la serie?, asegura TVE, ?est¨¢ en la vida diaria de esta familia rica, en los continuos roces, recelos y envidias por parte de sus distintos miembros. ?

Gibbsville sustituye al mediocre Palo y astilla, tambi¨¦n norteamericano, y Dallas, al sheriff Nakia, de igual cu?o. Esta semana se emitir¨¢n 495 minutos de telefilmes norteamericanos, sin contar otros programas de distinto g¨¦nero (culturales, infantiles, dibujos animados, etc¨¦tera) que hacen de TVE una buena filial de las grandes multinacionales.

Gibbsville ten¨ªa que haberse emitido por la segunda cadena, en sustituci¨®n de Los casos de Rockford. As¨ª estaba previsto, pero la penuria de ideas y la falta de planificaci¨®n obligan a emitirlo ahora por la primera. El pr¨®ximo d¨ªa 15, en sustituci¨®n de Poldark, se emitir¨¢ Familia, otro telefilme norteamericano, cuyo ¨²ltimo mensaje es invitar a la concordia y entendimiento familiar. Con este ser¨¢n cuatro los telefilmes norteamericanos que ofrecen simult¨¢neamente en la programaci¨®n del mes otros tantos simulacros de la familia norteamericana: La casa de la pradera, Con ocho basta, Dallas y Familia. Proponer a estas alturas, como entretenimiento y modelo, cuatro estampitas familiares norteamericanas, puede que sea un error involuntario o una cruzada de TVE en pro de los valores hogare?os, tan patri¨®ticamente defendidos por El se?or Villanueva y su gente, pesadilla familiar que, por fin, nos abandona el pr¨®ximo jueves, con el veintitr¨¦s aniversario de boda de un aspirante a diputado.