Error hacend¨ªstico
Parecer¨¢ que es un relato de ciencia-ficci¨®n, pero no; es una pura ?realidad?, que acaba de acontecer, mejor dicho, que est¨¢ aconteciendo, y digo ?realidad?, porque se refiere a los ?tributos locales de car¨¢cter real?, con que nos han bautizado a la archiconocida ?contribuci¨®n urbana?.Pues en dicha contribuci¨®n, y tambi¨¦n con la ?licencia fiscal del impuesto industrial? (que tambi¨¦n se cobija bajo el citado ep¨ªgrafe de: ?tributos locales de car¨¢cter real?), se ha cometido una ?equivocaci¨®n? de c¨¢lculo que es de una importancia enorme, ya que los recibos puestos al cobro vienen reducidos, en el caso de la contribuci¨®n urbana, al 50%, y esto que se ha producido, por las referencias recogidas en toda Espa?a, supone tal cantidad de pesetas, que debe alcanzar una cifra astron¨®mica de miles de millones.
Es de suponer que nuestra Hacienda. que sabemos que somos nosotros, seg¨²n los esl¨®ganes, va a dejar de ingresar en este per¨ªodo (del 15 de septiembre al 15 de noviembre) esa cantidad de miles de millones de pesetas de menos y que luego librar¨¢n (al parecer en febrero c marzo) complementos de estos impuestos; pero ?y los intereses y la liquidez de esa enorme cantidad de pesetas, que tanta falta hacen en las arcas estatales, no es un da?o grand¨ªsimo para el erario p¨²blico (que somos todos), al diferirse su cobro? Am¨¦n de problemas de tipo jur¨ªdico que puede acarrear el posterior cobro del resto.
Yo no tiene remedio la ?equivocaci¨®n? cometida; pero es una verdadera ?verg¨¹enza? (as¨ª de claro) que esto ocurra en una naci¨®n de corte europeo. En Nicaragua, Guatemala, etc¨¦tera, podr¨ªa pensarse (y no es desmerecer a nuestros hermanos americanos); pero en el Estado espa?ol, con la solera que las entidades estatales han tenido siempre, no puede admitirse tal ?monstruosidad? de dejar salir a la calle, en todas las delegaciones de Hacienda de Espa?a, miles de recibos equivocados (?y con qu¨¦
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equivocaciones!) en un orden de un 50% de menos.
Yo me pregunto, y creo que todos los espa?oles: es que, si el error ha sido debido a los elementos ?electr¨®nicos? que entran en la confecci¨®n de los recibos, ?no hay elementos ?humanos? a posteriori, que controlen y den el visto bueno a una cosa de tanta importancia, moral y material?
No vamos a pensar en un sabotaje indirecto a la democracia, aunque ya se oyen comentarios con motivo de este acontecimiento, de: que antes no pasaban estas cosas, como estas ?meteduras de pata?, ni tampoco pensar en un cierto ?terrorismo? (ya que de alguna manera es un ?atraco? a las disposiciones dinerarias del Estado). No desmesuremos las cosas y centr¨¦moslas en que esto puede quedar dentro del marco de la ?incompetencia? de: ?a quien corresponda? (como dicen en M¨¦xico) y no, por supuesto, de los funcionarios de la Hacienda p¨²blica, a los que, por regla general, ?corresponde? trabajar con retribuciones inferiores a las de la empresa privada y sin opci¨®n a exponer iniciativas, ya que eso queda para los ?altos responsables? que, en definitiva, tienen la ? responsabilidad ? de estos monstruosos errores (y de otros que no salen a la luz). En fin: ?Por la ?dedocracia?... a la ?incompetencia?!
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