El Opus Dei intenta cambiar su "status" jur¨ªdico dentro de la Iglesia

(Viene de primera p¨¢gina.)

Lo curioso es que la revista recibi¨® estos dos informes de Alvaro del Portillo, al cardenal Baggio, desde Roma, en un sobre sin remite. No ha sido posible conocer qui¨¦n mand¨® estos documentos a Madrid y con qu¨¦ intenci¨®n. Lo que s¨ª ha sido posible conocer han sido las presiones recibidas por la revista para que no se publicara el material recibido desde Roma. Intervinieron varios cardenales y obispos, entre ellos Taranc¨®n y Bueno Monreal.

No intervino nunca ni Roma ni la Nunciatura Apost¨®lica, seg¨²n aseguran en ambientes cercanos a la Secretar¨ªa de Estado. La Obra intent¨® por todos los medios, incluso ofreciendo dinero para pagar todos los gastos que podr¨ªa producir, el no publicar el n¨²mero de la revista. Por fin hubo presiones fort¨ªsimas sobre los responsables del PPC (Lamberto Echevarr¨ªa, presidente del consejo de administraci¨®n, y Jos¨¦ Mar¨ªa Burgos, director gerente), y la direcci¨®n tuvo que aceptar.

Sin embargo, afirman aqu¨ª, en Roma, fuentes bien informadas, las presiones de algunos prelados espa?oles para que no se publicara el pliego no es sin¨®nimo de apoyo a la operaci¨®n del Opus. Hay quien asegura con mucho fundamento que los cardenales Taranc¨®n y Marcelo Gonz¨¢lez Mart¨ªn han manifestado estos d¨ªas en Roma que ellos no ven con buenos ojos esta transformaci¨®n y que est¨¢n dispuestos a luchar con todas sus fuerzas para que la Santa Sede no la acepte.

Al Papa le gusta el proyecto

Por lo que se refiere, sin embargo, a la opini¨®n personal del Papa, todo hace pensar que el proyecto le gusta y que est¨¢ dispuesto a apoyarlo. Sus simpat¨ªas por la Obra aparecen cada d¨ªa m¨¢s claras. El mismo Alvaro del Portillo ha asegurado que, en agosto de 1978, cuando WoJtyla vino a Roma para el c¨®nclave, despu¨¦s de la muerte de Pablo VI, ?estuvo rezando ante la tumba de Escriv¨¢ de Balaguer?, el fundador del Opus Dei, enterrado en Roma. Que casi cada vez que ven¨ªa a Roma, el cardenal de Cracovia daba una conferencia en el centro del Opus, es ya conocido, como tambi¨¦n que las pasadas Navidades el Papa regal¨® a todos los monse?ores de la Secretar¨ªa de Estado, junto con un dulce, un libro con las conferencias que hab¨ªa pronunciado a los j¨®venes del Opus y publicadas por una editorial que controla el Opus.

Desde que Wojtyla es Papa, cada vez que Alvaro del Portillo ha ido a visitarlo ya no figura, como suced¨ªa siempre con Pablo VI, en el Bolet¨ªn Oficial de la Santa Sede, el nombre de instituto secular dado a la obra. Dos ejemplos: la ¨²ltima vez que Pablo VI recibi¨® a Alvaro del Portillo, el 19 de agosto de 197 8, el bolet¨ªn dice que Su Santidad Pablo VI recibi¨® a Alvaro del Portillo, como presidente del Instituto Secular de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, Opus Dei. Cuando, en cambio, el 19 de febrero de este a?o, Juan Pablo II ha recibido a Alvaro del Portillo y al secretario general Echevarr¨ªa, el bolet¨ªn omite lo de Instituto Secular y dice simplemente ?del Opus Dei?.

En el anuario pontificio de la di¨®cesis de Roma, hasta el a?o 1970, el Opus figuraba entre los institutos seculares, mientras en el ¨²ltimo anuario figura entre las asociaciones y entes cat¨®licos y se definen como ?asociaci¨®n de fieles cat¨®licos que se dedican a la b¨²squeda de la santidad en el ejercicio de su profesi¨®n en el mundo?. Y quiz¨¢ el espaldarazo mayor al Opus Del lo dio el 19 de agosto pasado Juan Pablo II, cuando, recibiendo en Castelgandolfo a un grupo de universitarios y profesores de la Obra, les dijo: ?Vosotros represent¨¢is el gran ideal que anticip¨® aquella teolog¨ªa del laicado, que ha caracterizado despu¨¦s la Iglesia del concilio y del posconcilio.? Han sido precisamente estas palabras las que han hecho pensar que la Obra no encontrar¨¢ en el nuevo Papa polaco la m¨¢s m¨ªnima dificultad en sus prop¨®sitos. El problema y la oposici¨®n podr¨¢ venirles sobre todo de algunos obispos, los cuales, en el caso de que el Opus pasase a prelatura nullius, perder¨ªan sobre la Obra todo tipo de control y de autoridad.

Las razones de la Obra

En la primera carta de Alvaro del Portillo al cardenal Baggio le recuerda que ya el fundador del Opus, Josemar¨ªa Escriv¨¢ de Balaguer, acept¨® el encuadramiento de la Obra como instituto secular s¨®lo por obediencia a Roma, y ?porque no hab¨ªa entonces otra f¨®rmula jur¨ªdica que pudiera encajarles para ser aprobados como obra pontificia?.

De hecho, el Opus fue el primer instituto secular de la historia de la Iglesia de Derecho Pontificio. Pero Escriv¨¢ desea otra cosa: lo que en este documento pide Alvaro del Portillo al Papa: ser una prelatura nullius.

Lo hab¨ªa pedido ya Escriv¨¢ a Juan XXIII en 1962. Desde entonces, la Obra ha luchado siempre para convencer a Roma de que no era un instituto religioso, pero Pablo VI dio siempre largas al asunto. Una vez, Escriv¨¢, enfadado, afirm¨®: ?Ni somos religiosos, ni nos parecemos a los religiosos, ni hay autoridad en el mundo que pueda obligarnos a serlo.?

Seg¨²n afirma Portillo al cardenal Baggio, el 5 de marzo de 1976 fue recibido por Pablo VI, quien le afirm¨® que la cuesti¨®n jur¨ªdica de la Obra permanec¨ªa abierta y en espera de darle soluci¨®n. El 19 de junio de 1978, el Papa le dice de nuevo que la cuesti¨®n sigue abierta y que pueden presentar la demanda formulada por el congreso general. Aunque no lo dice Portillo en su informe, una de las personas que en aquella ocasi¨®n m¨¢s insist¨ªa sobre el papa Montini para que el Opus Dei ?se aclarase? fue el entonces sustituto de la Secretar¨ªa de Estado, cardenal Giovanni Benelli, hoy arzobispo de Florencia. La tesis de Benelli es que deb¨ªan decidirse o a ser seglares o a ser religiosos, con todas las consecuencias.

Pero cuando el Opus estaba para presentar a Pablo VI el proyecto, el Papa se muere y todo se para.

Asunto en marcha

S¨®lo el 20 de enero de este a?o, con el papa Wojtyla, la Obra tuvo el primer contacto oficial con la congregaci¨®n de obispos, plante¨¢ndose ya el problema de un posible pronunciamiento del Papa a favor del pase de instituto secular a prelatura personal.

El 12 de febrero, por fin, el presidente de la Obra, Alvaro del Portillo, acompa?ado del secretario general, Javier Echevarr¨ªa, en una audiencia privada, piden al Papa formalmente la transformaci¨®n jur¨ªdica de la Obra. Es una decisi¨®n que el Papa podr¨ªa tomar personalmente sin esperar a la reforma del C¨®digo de Derecho Can¨®nico. Por eso, la Obra empuja para poder obtener de este Papa ?su sue?o de a?os?. El Papa prometi¨® al presidente del Opus que se iba a interesar en seguida. Y as¨ª fue: veinte d¨ªas m¨¢s tarde, exactamente el 3 de marzo, el cardenal Baggio recibe el encargo del Papa. En una carta del 7 de marzo y en una conversaci¨®n directa del 29 del mismo mes, el prefecto de la congregaci¨®n da noticia a Alvaro del Portillo de que ha recibido ¨®rdenes del Papa para poner en marcha el asunto, y le ped¨ªa al presidente del Opus un estudio completo sobre la transformaci¨®n del mismo en una prelatura personal con ?fieles propios?.

Informe del presidente a la Curia

El 23 de abril, el cardenal Baggio recibe un Informe, de doce folios, titulado ?Transformaci¨®n del Opus Dei en prelatura personal?. Este informe est¨¢ dividido en tres cap¨ªtulos. En el primero se habla de la funci¨®n social del Opus y de su realidad social. Se rechaza la identificaci¨®n con los religiosos y se recuerda que a la Obra pertenecen hoy 72.375 fieles de 87 pa¨ªses. S¨®lo un 2% son sacerdotes. Se afirma que, m¨¢s que un movimiento o asociaci¨®n, el Opus es una ?porci¨®n del pueblo de Dios? muy parecida a una di¨®cesis personal, que constituye ?una unidad pastoral org¨¢nica e indivisible?, y una ?realidad social existente en la Iglesia desde hace m¨¢s de cincuenta a?os?. Se afirma tambi¨¦n que el Opus es ?un fen¨®meno pastoral totalmente nuevo en la Iglesia y s¨®lo parangonable con las primeras comunidades cristianas?. Y se a?ade que el hecho de que el Opus no haya tenido hasta ahora una f¨®rmula jur¨ªdica les ha llevado a tener que soportar graves dificultades, que ?eran motivo de sufrimientos para nuestro fundador?.

En el segundo cap¨ªtulo cuenta todas las gestiones arriba indicadas para obtener la nueva normativa jur¨ªdica. En el tercer cap¨ªtulo explica c¨®mo existen varios documentos del concilio en los que se puede basar, como afirm¨® Escriv¨¢ antes de morir, la nueva estructura jur¨ªdica del Opus. Explica c¨®mo ya, en realidad, ?de hecho ? el Opus Del tiene todas las caracter¨ªsticas, pero no la autorizaci¨®n, para ser una prelatura personal: existe un prelado, que puede ser o no ser obispo; un clero formado e incardinado en la prelatura, y unos fieles incorporados al trabajo apost¨®lico no en virtud de unos votos, sino por contrato. Afirma tambi¨¦n que la relaci¨®n ?estrecha y continua? que la prelatura debe tener con los ordinarios de la di¨®cesis en las que trabajan sus miembros se da ya de hecho en el Opus en m¨¢s de quinientas di¨®cesis donde est¨¢ presente la Obra.

Las supuestas ventajas

?Cu¨¢les ser¨ªan las ventajas de car¨¢cter social del nuevo sistema jur¨ªdico del Opus? El documento enumera las principales:

1. Reforzar el servicio de la Obra a las iglesias locales.

2. Reforzarla dependencia de la Obra de la Santa Sede a trav¨¦s de la Congregaci¨®n de Obispos.

3. Ofrecer al Papa un ?cuerpo m¨®vil de sacerdotes y seglares?, para trabajar donde la Santa Sede considere m¨¢s importantes y urgentes.

Es algo parecido, aunque no lo dice el documento, al cuarto voto de obediencia al Papa de los jesuitas, seg¨²n el cual, el Papa puede decidir directamente de un miembro de la Compa?¨ªa de Jes¨²s en cualquier momento.

4. Garantizar a la Obra su fisonom¨ªa espiritual y su futuro.

5. Reforzar la eficacia de la Obra.

6. Evitar las muchas dificultades que encuentran los miembros del Opus en muchos puestos de trabajo. Y el documento enumera 497 universidades y colegios superiores en los cinco continentes, 694 publicaciones, 52 emisoras de radio y televisi¨®n, doce distribuidoras y productoras cinematogr¨¢ficas y 38 agencias informativas.

Segunda carta de Portillo al cardenal Baggio

En la carta que Portillo escribe por segunda vez al cardenal Baggio, el 2 de junio pasado, se dan algunas seguridades por parte de la Obra en el caso de aprobaci¨®n como prelatura nullius. Entre ellas, que la elecci¨®n del prelado por parte del congreso general necesitar¨ªa la aprobaci¨®n del Papa, que el prelado tendr¨¢ que tener todos los requisitos necesarios de piedad y prudencia requeridos por el derecho de la Iglesia, m¨¢s las previstas por la Obra. Dice tambi¨¦n la carta de Portillo que, ?debiendo ser el r¨¦gimen y gobierno de la prelatura de car¨¢cter personal y no territorial, es asentado que la potestad ordinaria del prelado, a semejanza de las vicar¨ªas castrenses, tendr¨¢ en cada di¨®cesis y respecto a variadas materias (disposiciones doctrinales y lit¨²rgicas, disciplina general del clero, actividades externas del apostolado, etc¨¦tera) el car¨¢cter de jurisdicci¨®n acumulativa. Propiamente para el papel de particular inserci¨®n del apostolado que los socios de la Obra desarrollan al servicio de las iglesias locales, las reglamentarias particularizadas de tales potestades salvaguardar¨¢n siempre como se dice en el informe arriba citado ( ... ), tanto los derechos de los ordinarios locales como las normas del derecho particular del Opus Dei, ya aprobado por la Santa Sede?.

Una determinada clase de fieles

?Qui¨¦nes ser¨ªan, en caso de que el Opus se convirtiera en una verdadera prelatura personal, los verdaderos fieles de esa di¨®cesis? La carta de Alvaro del Portillo afirma: ?Ser¨ªan fieles de la prelatura, constituir¨ªan su verdadero "pueblo", no las personas destinatarias del trabajo apost¨®lico del Opus Del y del ministerio de sus sacerdotes, sino solamente aquellos laicos que, previa convenci¨®n con la prelatura, quieran (de hecho ya lo son) incorporarse jur¨ªdicamente a ella, comprometi¨¦ndose al servicio de su espec¨ªfica tarea apost¨®lica, con una plena dedicaci¨®n personal que trasciende ampliamente las limitadas prestaciones de servicio de otros tipos de posibles convenciones. Son de hecho estos laicos y fieles que, para poder cumplir debida y eficazmente su pleno compromiso apost¨®lico en los ambientes laicales y profesionales en los que se mueven, tienen necesidad y derecho a la continua formaci¨®n especializada, asc¨¦tica y apost¨®lica, y a una sol¨ªcita cura pastoral espec¨ªfica por parte de sacerdotes del Opus Dei.?