Pol¨¦mica por la jubilaci¨®n del ex presidente de la RFA, Walter Scheel

El jubilado ?m¨¢s caro? de la Rep¨²blica Federal de Alemania, el ex presidente Walter Scheel, se ha enojado p¨²blicamente, hasta casi perder los estribos, cuando un parlamentario de la oposici¨®n democristiana ha opuesto ciertos reparos a una petici¨®n de aumento de sueldo del ex jefe del Estado alem¨¢n. Walter Scheel ha ?descompuesto la figura? porque el respetable, en este caso la Democracia Cristiana, no acierta a explicarse por qu¨¦ el predecesor de Karl Carstens pretende que se le incremente, entre otros conceptos, el cap¨ªtulo para viajes dentro y fuera de la RFA, y esto en un a?o electoral.No se olvide que Walter Scheel cedi¨® la presidencia de la naci¨®n el pasado verano, muy a su pesar, tras la pol¨¦mica elecci¨®n de su sucesor. Seg¨²n el diputado conservador Horst Schroeder, a quien Scheel levant¨® de su esca?o para advertirle telef¨®nicamente que le citar¨ªa ante los tribunales si persist¨ªa en dudar de su honradez, el ex presidente parece tratar delimitar al rey Sol, Luis XIV, y se ha rodeado de una pl¨¦yade de servidores y secretarios, hasta el punto de que no basta ya el presupuesto que se le ha asignado para 1980, exactamente 539.605,57 marcos (unos veinte millones de pesetas). Esta cantidad equivale a un incremento del 144% de las pensiones presidenciales asignadas a sus dos inmediatos predecesores: Luebcke y Heinemann.

Las quejas del diputado democristiano concuerdan con la desconfianza del alem¨¢n medio ante el enorme gasto p¨²blico que significa el mantenimiento de antiguos y actuales servidores del Estado. El semanario Quick analizaba esta semana el problema, para concluir que el pa¨ªs de funcionarios que es la RFA debe simplificar burocracia y reducir plantillas. ?El funcionario no tiene por qu¨¦ ser un cabo de vara del ciudadano?, ha dicho el presidente Carstens en un congreso de empleados estatales. Seg¨²n los c¨¢lculos de Quick, al retirarse un jefe de departamento ministerial su vida activa le ha supuesto al contribuyente un desembolso de 3,1 millones de marcos (sesenta millones de pesetas), a los que hay que sumar el sueldo de retirado, que viene a totalizar los 290.000.