El doblaje de las pel¨ªculas, tema de fondo del debate

El fantasma del doblaje cinematogr¨¢fico se apoder¨® ayer del Pleno del Congreso, mientras los diputados debat¨ªan y aprobaban el proyecto de ley sobre regulaci¨®n de las cuotas de pantalla y de distribuci¨®n cinematogr¨¢fica: s¨®lo as¨ª se explica que socialistas y Coalici¨®n Democr¨¢tica intercambiasen la voz y aqu¨¦llos retirasen una enmienda en favor de los fraguistas, y que los del centro se sumasen con estusiasmo a varias enmiendas del PSOE en art¨ªculos que centraban el meollo de la cuesti¨®n. El proyecto, en esencia, instituye la cuota de pantalla: una pel¨ªcula espa?ola debe exhibirse por cada tres extranjeras, con control cuatrimestral de esta proporci¨®n y establece tambi¨¦n la cuota de distribuci¨®n, que consiste en que las distribuidoras podr¨¢n obtener hasta cinco licencias de doblaje de pel¨ªculas extranjeras por cada pel¨ªcula espa?ola que acrediten tener contratada para su distribuci¨®n.

El problema de la cuota arranca de muy atr¨¢s, y ha sido necesario regularlo por ley despu¨¦s de un problema jur¨ªdico formal, resuelto por el Supremo, quien sentenci¨® que, trat¨¢ndose de una norma restrictiva de libertades, era necesario que tuviese rango de ley, y, en consecuencia, estableci¨® la ilegalidad de que se regulase a trav¨¦s de decreto y orden ministerial.

El ministro de Cultura, Manuel Clavero, abri¨® el debate presentando el proyecto para calificar ?de situaci¨®n cr¨ªtica? la que atraviesa el cine espa?ol, por la baja producci¨®n en el ¨²ltimo a?o, y as¨ª, frente a 105 largometrajes y 144 cortos en 1978, hasta el 16 de noviembre de este a?o se llevan producidos 64 y 67, respectivamente. El ministro explic¨® la necesidad de esta regulaci¨®n tras la sentencia del Tribunal Supremo y asegur¨® que es necesario engarzarlo con una pol¨ªtica cinematogr¨¢fica global, de la que anunci¨® los siguientes pasos: un proyecto de ley para clasificar las salas de exhibici¨®n, que tendr¨¢ entrada inmediata en las Cortes, la ampliaci¨®n y flexibilidad del cr¨¦dito para la industria cinematogr¨¢fica y el apoyo de Televisi¨®n al cine espa?ol, para lo que se a convocado un concurso por valor de 1.300 millones de pesetas, destinadas a la producci¨®n de pel¨ªculas espa?olas.

Explic¨® luego que toda pol¨ªtica cultural debe ser una pol¨ªtica de protecci¨®n, y que con el proyecto se establec¨ªa de doble manera a trav¨¦s de las dos cuotas, de pantalla y de distribuci¨®n. La primera de ellas con antecedentes similares y aun de mayor rigor proteccionista en Italia, Holanda, Francia y Reino Unido, por ejemplo, mientras que la cuota de distribuci¨®n no tiene antecedentes en el derecho comparado. Clavero concluy¨® expresando su esperanza de que esta ¨²ltima medida no sea necesaria m¨¢s all¨¢ de un horizonte de dos a?os.

Miguel Roca, por la Minor¨ªa Catalana, pidi¨® que se volviese al antiguo sistema de cuota de pantalla, fijando la obligatoriedad de exhibici¨®n de una pel¨ªcula espa?ola por cada dos extranjeras. Si se arguye, dijo, que no hay producci¨®n suficiente, vamos a facilitar con este instrumento legal que esa producci¨®n se intensifique al m¨¢ximo.

Bejam¨ªn Casas, por los centristas, defendi¨® la proposici¨®n del Gobierno sobre la base de que el juego de las dos cuotas -pantalla y distribuci¨®n- ofrece una protecci¨®n suficientemente equilibrada y hace innecesario el uno por tres que ped¨ªan los catalanes.

Pedro Bofill defendi¨® con ¨¦xito varias enmiendas socialistas. Quer¨ªa evitar la minor¨ªa de izquierda que los exhibidores acumulasen los peores d¨ªas de la semana y en los meses de verano la proyecci¨®n de pel¨ªculas espa?olas y propon¨ªan que el control de la cuota de pantalla tuviese car¨¢cter cuatrimestral. Explic¨® como el propio ministro hab¨ªa se?alado que en Francia es obligatorio la exhibici¨®n de pel¨ªculas nacionales cinco semanas por trimestre, en Italia, veinticinco d¨ªas por trimestre, y en t¨¦rminos parecidos en Gran Breta?a.

El ejemplo holand¨¦s lo aclar¨® m¨¢s: ?All¨ª llaman a las cosas por su nombre?, dijo, y lo que han hecho es prohibir que durante doce semanas se proyecte cine producido por Estados Unidos, ?para evitar la colonizaci¨®n?. Explic¨® entonces que para la pol¨ªtica norteamericana, el cine constituye un veh¨ªculo ideol¨®gico de primer orden y que deb¨ªamos protegernos de lo que el propio Departamento de Estado ha llamado sustituci¨®n de la penetraci¨®n de los tanques por la de los medios de comunicaci¨®n.

En ese momento, Coalici¨®n Democr¨¢tica introdujo una enmienda in voce para que Televisi¨®n Espa?ola incluya en su programaci¨®n una pel¨ªcula espa?ola por cada diez de las que emita, y que ninguna de las que proyecte sean contrarias a los fines que determina el estatuto de la propia televisi¨®n. Fue entonces cuando el PSOE anunci¨® que retiraba una enmienda de signo parecido, en favor de la anterior, y, posteriormente, se produjo un versallesco intercambio de piropos entre los grupos.

La pretensi¨®n de la Minor¨ªa Catalana fue derrotada, mientras que la enmienda del PSOE, es decir, el control cuatrimestral de la cuota, pasaba adelante con la abrumadora mayor¨ªa de 285 votos a favor, uno en contra y cinco abstenciones.

Hubo extensos y frecuentes turnos de explicaci¨®n de voto para las distintas enmiendas a los apartados del articulado que se iban examinando, y una vez que los comunistas, a trav¨¦s de Pilar Brabo, explicaron que ellos hab¨ªan retirado una enmienda id¨¦ntica a la catalana, tras llegar a la conclusi¨®n de que era imposible para la producci¨®n cinematogr¨¢fica espa?ola cubrir la cuota de dos por uno, se vot¨® la totalidad del art¨ªculo -clave del proyecto-, que obtuvo 283 votos favorables y cinco abstenciones.

Los art¨ªculos segundo y tercero, que regulan la exhibici¨®n de cortometrajes y la cuota de distribuci¨®n, respectivamente, se aprobaron tambi¨¦n con oposici¨®n insignificante.