Un partido de f¨²tbol a Consejo de Ministros

Perplejo y confuso me qued¨¦ al leer en este peri¨®dico de su digna direccion, correspondiente al s¨¢bado 17 del corriente, la noticia, esbozada en una columna de primera p¨¢gina y luego desarrollada extensamente en p¨¢ginas interiores, titulada ?El Sp¨®rting-Madrid se televisar¨¢ por decreto-ley?. He de admitir y confieso que soy el primero a quien le gusta el f¨²tbol y se sienta con gusto a ver televisado un partido de f¨²tbol en las tardes del domingo; sin embargo, me parece esperp¨¦ntico, parad¨®jico y en l¨ªnea con lo aberrante que en un Consejo de Ministros, es decir, en el seno del poder ejecutivo de nuestra Monarqu¨ªa parlamentaria sea ?estudiado detenidamente? el tema y, en aplicaci¨®n de un decreto-ley de 1959, se obligue a que sea televisado el referido partido de f¨²tbol por considerarlo ?de inter¨¦s nacional?...Pienso que hay temas mucho m¨¢s, no digo ya trascendentes, pero s¨ª de importancia p¨²blica, que, como desgraciadamente viene sucediendo, quedar¨¢n en ?cuestiones de pasillo? -como se suele decir en el argot seudopol¨ªtico-, mientras que esta eventualidad, tan fr¨ªvola e ins¨ªpida, es objeto de detenido estudio en el Gabinete supremo del Gobierno. Todav¨ªa no he salido de m¨ª admiraci¨®n.