El centro derecha conf¨ªa que el norte conservador les d¨¦ la victoria
Eran v¨ªsperas del 25 de noviembre de 1975. El Gobierno del almirante Pinheiro de Azevedo hab¨ªa tomado una decisi¨®n sin precedentes en la historia de la pol¨ªtica moderna: se declar¨® ?en huelga?, previa confesi¨®n de que no dispon¨ªa de los resortes de autoridad necesarios para hacer cumplir su programa. Los sindicatos y comit¨¦s de empresa del cintur¨®n industrial de la capital se adue?aron de la calle. Era lo que en medios conservadores se lleg¨® a denominar ?la comuna de Lisboa?.Surgi¨® entonces el proyecto de trasladar fuera de la ciudad, para asegurar su funcionamiento, las instituciones del Estado, principalmente el Gobierno y la Asamblea Constituyente. Y ning¨²n lugar mejor que Oporto, centro del ?Otro Portugal?, del Portugal del Norte y del interior, siempre desconfiando de la revoluci¨®n que se desarrollaba a orillas y al sur del Tajo. Pero no fue preciso. El contragolpe dirigido por el general Eanes, hoy presidente de la Rep¨²blica, hizo innecesario el proyecto.
A pesar de ser el centro de una de las zonas m¨¢s pobladas y m¨¢s industrializadas del pa¨ªs. donde los partidos de izquierda. sobre todo el socialista. mantienen una fuerte implantaci¨®n. Oporto es la capital natural de todo el norte portugu¨¦s, en el que el predominio de una estructura agraria minifundista de una peque?a industria y comercio familiares y de una, pesca, casi artesanal, sumado a la influencia de la Iglesia cat¨®lica, proporciona su mayor caudal de votos a las fuerzas pol¨ªticas moderadas y conservadoras, en este caso, a los partidos integrados en la Alianza Democr¨¢tica.
La capital del Norte
En el distrito de Oporto mismo, sin embargo, el Partido Socialista mantuvo su hegemon¨ªa en las ¨²ltimas elecciones (dieciocho diputados socialistas, diecisiete de los partidos que ahora forman AD, y tres comunistas). ?Pensamos que el PS va a registrar un retroceso importante en el distrito de Oporto, lo que es fundamental para nosotros.? Francisco Pinto Balsem¨¤o, 42 a?os, director del influyente semanario O Expresso, es cabeza de lista de la AD en la capital del Norte. Est¨¢ claro que es a costa del PS como AD piensa que podr¨ªa llegar a ese 43 %,de votos necesarios para conseguir, de acuerdo con el sistema D'Hondt, la mayor¨ªa en la Asamblea de la Rep¨²blica.
Balsem¨¢o, es, seg¨²n algunos, el ministro de Asuntos Exteriores in pectore para el caso de una victoria absoluta de AD. Prefiere no hablar de ello. ?Todo lo que puedo decir es que, al contrario de lo ocurrido en otros pa¨ªses. Sa Carneiro no ha prometido a nadie que va a formar parte de un eventual Gobierno de AD.?
Pe?afiel, uno de los diecisiete concelhos del distrito de Oporto, es prototipo de ciudad conservadora del Norte. En una peque?a furgoneta Renault, que conduce, un fiel del PSD, Balsemao repasa. los datos relativos a la ciudad: 9.000 habitantes (27.000) en el concelho, y los partidos de AD obtuvieron el 56,4% de votos en las ¨²ltimas elecciones, frente a1,25,9% del PS. Poblaci¨®n eminentemente rural y con peque?as industrias de confecci¨®n, y poblaci¨®n muy cat¨®lica. Dato fundamental, que despu¨¦s ser¨¢ utilizado en el garaje donde tiene lugar el mitin. Balsem¨¤o muestra un panfleto en el que se afirma que si Jesucristo viviese hoy ser¨ªa comunista, y asegura: ?Nosotros, que somos quienes m¨¢s respetamos la religi¨®n, no utilizamos el nombre de Jes¨²s con prop¨®sitos pol¨ªticos.? Unas quinientas personas de todas las edades responden con entusiasma hacia la presidencia del acto, instalada en la caja de un cami¨®n, donde, adem¨¢s de la mesa y las sillas, alguien no ha olvidado el detalle de colocar, para los oradores, una peque?a bombilla, atada con cuerdas a la cabina del cami¨®n. Balsem¨¤o sabe muy bien el lenguaje que tiene que utilizar en esta regi¨®n, donde la Iglesia cat¨®lica tiene uno de los reductos m¨¢s fieles, quiz¨¢, de toda Europa.
El factor religioso
?Se registra aqu¨ª una pr¨¢ctica religiosa, teniendo en cuenta la participaci¨®n en la misa dominical, que anda por el 150% de la poblaci¨®n mayor d¨¦ siete a?os y que llega al 60% en la archidi¨®cesis de Braga. Por el contrario, en ciertas regiones al sur del Tajo no va m¨¢s all¨¢ del 5%?. Son datos del arzobispo primado de Portugal, Eurico D¨ªas Nogueira, quien a?ade que ?nadie ignora, sin embargo, la fuerte influencia de la Iglesia en el comportamiento y actitudes del pueblo portugu¨¦s en general. Es de elemental buen sentido pol¨ªtico que los dirigentes de los partidos y los responsables del aparato de Estado tengan siempre delante de los ojos estos factores decisivos?.
El candidato de AD apela tambi¨¦n a los ?valores tradicionales que son necesarios respetar?, y se refiere al poeta nacional portugu¨¦s: ?No andemos bromeando con Luis Camoens, que tan pronto es un reaccionario como un valiente progresista.
La habilidad del orador ha llevado incluso OL arrancar a este auditorio mayoritariamente conservador al grito de ? ?Abajo la reacci¨®n! ?, a prop¨®sito del ultraderechista Partido Dem¨®crata Cristiano (PDC).
El coche desanda ahora los 35 kil¨®metros de carreteras estrechas y sinuosas que separan Pe?afiel de Oporto. Al otro lado de la desembocadura del Duero, Vila Nova de Gaia, una especie de suburbio industrial de Oporto, partido socialista, ?otro Norte?. Aqu¨ª manda todav¨ªa el Partido Socialista. El cine-teatro de la localidad est¨¢ lleno ahora, sin embargo, de simpatizantes de AD. ?Ellos (los socialistas) no llenaron ni la mitad?, comenta, satisfecho, un elemento del servicio del orden.
Pinto Balsem¨¤o no ha podido repasar los datos de Gaia, porque se ha dejado los papeles en el cami¨®n-estrado de Penafiel. Repite algunos, sin embargo, de memoria. Con 150.000 electores, Gaia es el segundo conselho en importancia del distrito, despu¨¦s de la capital. Poblaci¨®n constituida en su mayor¨ªa por obreros industriales, pescadores y empleados del sector servicios que trabajan al otro lado del Duero. Es necesario aqu¨ª otro tipo de lenguaje, y as¨ª, el candidato habla de la opci¨®n europea de su partido, de la situaci¨®n del paro y, como queriendo compensar las intervenciones demasiado conservadoras de alguno de sus compa?eros de candidatura, destaca la necesidad de ?superar el pasado, el pasado de la mayor¨ªa de izquierda, el pasado gon?alvista, pero tambi¨¦n el pasado salazarista?.
Se ha convertido en una obsesi¨®n de AD en los ¨²ltimos d¨ªas de campa?a el intentar desmarcarse de los partidos a su derecha; algunos, claramente nost¨¢lgicos del r¨¦gimen anterior. El general Kaulza de Arriaga, personalidad destacada del salazarismo y cabeza de un min¨²sculo partido parafascista, hab¨ªa aconsejado a sus seguidores el ?voto-¨²til? para AD. Destacados dirigentes de AD tuvieron que salir al paso de este ofrecimiento. El almirante Pinheiro de Azevedo, candidato independiente y primero de la lista por Oporto del tambi¨¦n ultraderechista PDC, ha renunciado a la carrera electoral a ¨²ltima hora y ha recomendado tambi¨¦n el voto para Alianza Democr¨¢tica. ?Esto, sin embargo, es bueno para nosotros. En primer lugar, porque el almirante guarda todav¨ªa el prestigio de primer jefe de Gobierno despu¨¦s del per¨ªodo gon?alvista. No hay que olvidar que en las elecciones presidenciales de 1976 consigui¨® el 14% de votos, y en segundo t¨¦rmino, porque, aunque ¨¦l se retira, el PDC no lo hace, y siempre queda alguien a nuestra derecha.?
La abstenci¨®n es otra de las obsesiones de AD en este fin de campa?a. ?Con una abstenci¨®n inferior del 25% ganamos seguro?, afirma un miembro del staff del PSD.
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