Gol de penalti
Pablo Porta no fue partidario de la Asociaci¨®n de Futbolistas y tuvo que acabar admitiendo su existencia. Fue un gol por la escuadra. Pablo Porta no fue partidario de la Asociaci¨®n de Entrenadores y la existencia de ¨¦sta es un hecho. Un gol por debajo de la tripa. Porta quiso abortar la Asociaci¨®n de Arbitros y ¨¦sta es una realidad. Un gol de penalti y en la pr¨®rroga. Porta, designado por los clubes, cancerbero para las jugadas en el ¨¢rea chica, est¨¢ perdiendo por goleada el tema de las asociaciones.El movimiento asociativo, que es lo contrario de las Asociaciones del Movimiento, es imparable, y sorprende, por tanto, que Pablo Porta, hombre h¨¢bil, se empe?e en poner freno al devenir del f¨²tbol. Probablemente su misi¨®n por mandato de los clubes es la de poner trabas a cuanto pueda suponer una merma del autoritarismo de las grandes entidades futbol¨ªsticas, pero no hace bien en interpretar el papel del malo. porque en definitiva acaba llev¨¢ndose todos los palos.
Los clubes han sido siempre contrarios a cuanto pueda suponer alguna independencia de quienes est¨¢n bajo, su mando o a su servicio. Se negaba la relaci¨®n laboral entre el club y susjugadores, relaci¨®n que no se hurtaba a los dem¨¢s empleados que s¨ª estaban integrados en un sindicato.
Los ¨¢rbitros quieren apartarse de las muchas servidumbres que su mal pagada responsabilidad tiene. Llegar¨¢ el d¨ªa en que existir¨¢ el Comit¨¦ o Colegio Nacional de Arbitros, Jueces y Cronometradores dependientes del Consejo Superior de Deportes y su Comit¨¦ de Disciplina. Ser¨¢ quiz¨¢ la f¨®rmula ideal para que los clubes de f¨²tbol no mediaticen a los ¨¢rbitros con su singular papel federativo de juez y parte.
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