El centro derecha portugues consolida su triunfo en las elecciones locales
Las elecciones locales del pasado domingo han confirmado y consolidado las tendencias evidenciadas por el electorado portugu¨¦s en las elecciones legislativas del 2 de diciembre. Los partidos que integran la nueva mayor¨ªa parlamentaria -Partido Social Dem¨®crata (PSD), Centro Democr¨¢tico Social (CDS) y Partido Popular Mon¨¢rquico (PPM)-, en listas conjuntas o separadas, han revalidado su victoria, aproxim¨¢ndose a la mayor¨ªa absoluta de los sufragios expresados (alrededor del 48%).El Partido Comunista, en n¨²mero y porcentaje de votos, sobrepasa, por primera vez desde 1974, la barrera del 20% y alcanza el mill¨®n de electores.
El Partido Socialista figura como el gran derrotado. Cede todav¨ªa el 1% en porcentaje de votos, a pesar de conseguir recuperar, en dos o tres zonas, algunos millares de votos con relaci¨®n a Alianza Democr¨¢tica; pero retrocede de manera espectacular, en relaci¨®n al PC, en los centros industriales y en la regi¨®n del Alentejo.
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Confirmaci¨®n de la derrota socialista y el ascenso comunista en las elecciones locales portuguesas
(Viene de primera p¨¢gina.)
En estas zonas, tambi¨¦n en la capital, el partido de Mario Soares ha quedado en tercer lugar: en Lisboa, donde Alianza Democr¨¢tica alcanz¨® la mayor¨ªa absoluta en la c¨¢mara municipal, cediendo la alcald¨ªa al democristiano Nu?o Krus Abecassis, el Partido Socialista tuvo que contentarse con el 25% de los sufragios, contra el 26,5% del PCP.
No est¨¢ descartado que, una vez escrutados los resultados totales de las alcald¨ªas, y dado que ¨¦stas se atribuyen en Portugal a la lista que recoge el mayor n¨²mero de votos en las elecciones para la C¨¢mara Municipal, los socialistas sean tambi¨¦n all¨ª vencidos por los comunistas, favorecidos por la concentraci¨®n de su electorado. El PC asume, por ejemplo, el control de todas las c¨¢maras municipales del distrito de Set¨²bal y del cintur¨®n industrial de Lisboa.
De las cinco ciudades mayores de Portugal (por este orden: Lisboa, Oporto, Amadora, Coimbra y Set¨²bal), tres tendr¨¢n un alcalde de AD (Lisboa, Oporto y Coimbra), y dos, (Amadora y Set¨²bal) comunista.
Escrutinio complicado
Los resultados definitivos se har¨¢n esperar, debido a la extrema complejidad del escrutinio: se trata, de hecho, de tres votaciones simult¨¢neas para elegir las 305 c¨¢maras municipales, las 305 asambleas municipales y las 4.042 asambleas de fregues¨ªa, siendo necesario aplicar a cada serie de resultados el m¨¦todo D'Hondt para determinar el n¨²mero de mandatos que corresponde a cada lista candidata. N¨²mero de mandatos ya por s¨ª extremadamente variable, ya que es proporcional al n¨²mero de electores de cada subdivisi¨®n administrativas. Basta como ejemplo decir que doscientos electores es el n¨²mero m¨ªnimo para elegir un miembro de la Asamblea de fregues¨ªa, pero que la mayor fregues¨ªa, en el distrito de Lisboa (Od¨ªvelas), cuenta con m¨¢s de 60.000 electores inscritos.
Alianza Democr¨¢tica puede, pues, mostrarse satisfecha con los resultados del domingo. No hay, naturalmente, la menor sorpresa, ya que no era de esperar una gran evoluci¨®n del electorado s¨®lo quince d¨ªas despu¨¦s de los comicios legislativos. El acentuado retroceso del Partido Socialista, m¨¢s n¨ªtido en las ciudades que en las zonas rurales y m¨¢s pronunciado que hace quince d¨ªas, parece confirmar que la transferencia de votos de la peque?a burgues¨ªa urbana del PS hacia la derecha est¨¢ todav¨ªa en marcha y que no se trata de un fen¨®meno moment¨¢neo.
"ltalianizaci¨®n" del PS
Este proceso es tal vez el m¨¢s amenazador para el futuro del Partido Socialista, dando nuevo vigor a las voces que, dentro y fuera del partido, han lanzado la voz de alarma contra la ?italianizaci¨®n? del PS.
Se trata realmente de una p¨¦rdida de influencia: el PS no se benefici¨® del aumento (cerca del 10%) del n¨²mero de abstenciones en relaci¨®n al 2 de diciembre, y su descalabro hubiese sido mayor sin el mecanismo del ?voto ¨²til?: los socialistas se han beneficiado de las desistencias de la izquierda extraparlamentaria y parece bastante cierto que en la zona de la reforma agraria, seg¨²n denuncia el Partido Comunista, hubo acuerdos t¨¢citos (antiAPU? entre el PS y Alianza Democr¨¢tica, explicando algunas conquistas de ambos, a costa de los comunistas, inexplicables a la vista de los resultados de hace quince d¨ªas.
Los argumentos socialistas sobre el ?peligro reaccionario? despu¨¦s de la victoria de AD no parecen haber hecho mella en el electorado centrista o moderado; en cambio pueden haber hecho el juego de los comunistas. Con todas las consecuencias que de all¨ª se desprenden en t¨¦rminos de bipolarizaci¨®n futura: las amenazas -reales o supuestas- contra las conquistas revolucionarias parecen ¨²nicamente debilitar la resistencia psicol¨®gica del electorado de izquierda en favor de los comunistas, sin que ¨¦stos hayan dado hasta la fecha el menor paso en direcci¨®n del ?eurocomunismo ?.
Dif¨ªcil alternativa
M¨¢s n¨ªtidamente que despu¨¦s de las elecciones del 2 de diciembre, el Partido Socialista portugu¨¦s se encuentra frente a un, encrucijada hist¨®rica.
Tiene escasos meses para decidir su pol¨ªtica de alianzas de cara a las elecciones legislativas de 1980: elecci¨®n dram¨¢tica, ya que por ning¨²n lado, se vislumbra una seguridad de ¨¦xito y los riesgos de desintegraci¨®n son grandes. Debe optar entre la socialdemocratizaci¨®n acelerada del partido para recuperar el electorado de centro-izquierda, aceptando la formaci¨®n de una mayor¨ªa anticomunista con AD (?acuerdo de r¨¦gimen?) o viraje hacia la izquierda, para defender la posici¨®n de ?principal partido? de oposici¨®n, seriamente amenazada por el PC.
Cada vez tiene menos credibilidad la tesis seg¨²n la cual la importancia y el futuro del PS consiste en ser trazo de uni¨®n y bisagra de la sociedad portuguesa.
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