La DC italiana parece dispuesta a aceptar a los comunistas en el Gobierno
El recrudecimiento del terrorismo, que se est¨¢ convirtiendo en Italia en una aut¨¦ntica guerrilla, y la amenaza de una crisis econ¨®m¨ªca sin precedentes en la hist¨®ria de la primera Rep¨² blica italiana, podr¨ªa desembocar ya en las pr¨®ximas semanas en un hecho pol¨ªtico importante: la entrada de los comunistas en un Gobierno de solidaridad nacional. Ayer se comentaba abiertamente entre los observadores pol¨ªticos de la capital. ?Esta vez se ha llegado a la encrucijada: o los comunistas entran al Gobierno o se va de nuevo a las urnas.?
La izquierda unida ha pedido la ca¨ªda del actual Gobierno tripartito de Francesco Cossiga. La izquierda quiere que caiga antes del congreso de la Democracia Cristiana, que se celebrar¨¢ a finales de enero. Se afirma que la situaci¨®n es muy grave y que no se puede esperar. En el Partido Socialista (PS) ha estallado la guerra. Todos los grupos de la izquierda del PS han obligado al secretario Bettino Craxi, cuya mayor¨ªa se estaba tambaleando, a pedir tambi¨¦n la ca¨ªda del Gobierno y a declarar que no se podr¨¢ formar ning¨²n Gobierno nuevo sin los comunistas, aunque se sabe que Craxi hubiese preferido un Gobierno a cinco, apoyado externamente por los comunistas y, con la jefatura del Gobierno en manos socialistas.Los comunistas esta vez deben estar seguros de que la Democracia Cristiana, aunque no lo ha dicho formalmente, est¨¢ dispuesta a dar el paso abriendo la puerta del Gobierno a los comunistas. Lo deben estar porque aqu¨ª radica la ¨²nica explicaci¨®n del discurso, pronunciado por sorpresa, del secretario general, Enrico Berlinguer, en Tur¨ªn, ciudad asediada por el terrorismo de masa, en el que afirm¨® que los comunistas entrar¨¢n al Gobierno, pero s¨®lo si se trata de un Gobierno donde el partido pueda tener el peso real de la fuerza que representan en el pa¨ªs. Por tanto, no contentar¨ªan con el ?regalo? de uno o dos ministerios, quiz¨¢ los m¨¢s ingratos, y que podr¨ªan comprometerle y ?quemarles? ante la opini¨®n p¨²blica.
"Cumbres secretas"
Lo cierto es que en estos d¨ªas los democristianos han empezado casi mas¨ªvamente a admitir que la situaci¨®n del pa¨ªs es tan grave que ser¨¢ necesario ir pensando en un Gobierno de ?unidad nacional?. Cierto que los democristianos siguen diciendo p¨²blicamente que un Gobierno de este tipo no supone autom¨¢ticamente que los comunistas deban dirigir alg¨²n Ministerio. Pero, al parecer, en secreto -dentro de la Democracia Cristiana- se est¨¢ llegando a la conclusi¨®n de que tia llegado el momento de ?dar el salto?.EL PA?S ha podido conocer el resultado de una serie de ?cumbres secretas? celebradas por los principales l¨ªderes democristianos, que han tratado abiertamente de este problema. En esas reuniones se ha dicho que, puesto que el Partido Socialista est¨¢ profundamente dividido y la mitad no acepta ning¨²n tipo de nuevo centro-izquierda y la situaci¨®n del pa¨ªs se est¨¢ deteriorando vertiginosamente, se podr¨ªa ya justificar ante los electores un Gobierno con los comunistas.
?Mejor?, se dijo, ?es que los metamos nosotros, antes de que lleguen ellos al poder en un momento de crisis general de orden p¨²blico y de la econom¨ªa. ?
Se dijo tambi¨¦n que ?los comunistas en la oposici¨®n es la peor soluci¨®n para la Democracia Cristiana?, y que si entran en el Gobierno llamados por ellos se le podr¨ªa despu¨¦s pedir al electorado m¨¢s votos para ?controlar a los comunistas en el Gobierno?. Por otra parte, se mantuvo tambi¨¦n que ?el Partido Comunista en el Gobierno no tendr¨ªa m¨¢s remedio que ayudarnos en la represi¨®n, y contribuir a una pol¨ªtica de austeridad econ¨®mica que lo har¨¢ impopular?.
En estas reuniones ?secretas? fue abordado tambi¨¦n la distribuci¨®n de los cargos ministeriales en la nueva situaci¨®n: el Gobierno estar¨ªa presidido por Piccoli o Andreotti, y Galloni ir¨ªa a la secretar¨ªa del partido. Hay incluso quien dijo con cierto cinismo: ?El ¨²nico modo para poder seguir asegur¨¢ndonos el poder, es pedirles a los comunistas que nos ayuden de verdad a salir de la situaci¨®n de emergencia.? Y a?adi¨® que esta era, en definitiva, la estrategia de Moro: dar siempre hacia adelante los pasos suficientes para poder seguir manteniendo en pie la hegemon¨ªa del partido.
Asesinato neofascista
Mientras tanto, un joven de veinticuatro a?os fue muerto ayer por cuatro terroristas neofascistas, que le confundieron ?con un abogado que hab¨ªa denunciado a algunos camaradas?, seg¨²n confesaron a la polic¨ªa los agresores, detenidos inmediatamente despu¨¦s del delito.Los asesinos dijeron que s¨®lo quer¨ªan ?herirle en las piemas?, pero las caracter¨ªsticas del atentado, seg¨²n los investigadores, son los de una fr¨ªa ejecuci¨®n y no una simple ?advertencia?.
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