Las inversiones extranjeras en Espa?a, pr¨®ximas a los mil millones de d¨®lares en 1979

La inversi¨®n extranjera en Espa?a se situar¨¢ en el presente a?o en torno a los mil millones de d¨®lares. La penetraci¨®n del capital extranjero en las empresas con sede social en Madrid y Barcelona, con un capital social inferior a los dos millones de pesetas, representa el 8,78% del capital global de tales sociedades, seg¨²n datos facilitados por el director general de Transacciones Exteriores del Ministerio de Comercio, Enrique Puig.La citada penetraci¨®n del 8,78% supone un capital de un bill¨®n 358.000 millones de pesetas.

La inversi¨®n espa?ola en el exterior oscilar¨¢ el presente ejercicio entre los 350 y cuatrocientos millones de d¨®lares. Cerca del 66% de esta inversi¨®n va dirigida a Am¨¦rica Latina; entre el 15% y 18%, a Estados Unidos; entre el 17% y 20%, a Europa, y el 2% restante, a otros pa¨ªses.

El flujo de inversiones espanolas en el extranjero fue de cerca de 246 millones de d¨®lares en 1978, mientras que el pa¨ªs recibi¨® 750 millones.

Entre los factores econ¨®micos que animan la inversi¨®n espa?ola en el extranjero, Rafael Mart¨ªnez Cortina, consejero delegado del Banco Exterior de Espa?a, expuso el pasado mi¨¦rcoles, en un debate organizado por APD, que se encuentran una rentabilidad mayor para las mismas y la posibilidad de asegurar materias primas, en el caso de la industria para productos alimenticios, por ejemplo. Higinio Torras Majem, presidente de Torras Hostench, a?adi¨® la ventaja adicional de los costes favorables.

Para Karl Otto Born, director general del Deutsche Bank, argument¨® el establecimiento de esta entidad financiera en Espa?a, en funci¨®n de la oportunidad de crear un mercado espec¨ªfico todav¨ªa no establecido y el hecho particular de que Madrid se est¨¢ conformando como ?un centro Financiero de importancia?, entre otras razones.

El representante de General Motors en el coloquio afirm¨® que la decisi¨®n de la multinacional de establecerse en Espa?a se debi¨® a la eficaz soluci¨®n que el Gobierno espa?ol dio a los problemas de infraestructura, que representaban una inversi¨®n directa tan considerable, algo m¨¢s de 100.000 millones de pesetas.