Se intensifica la agitaci¨®n isl¨¢mica en T¨²nez

El peligro de una guerra civil en T¨²nez, provocada por los integristas musulmanes, ha vuelo a ser denunciado por el primer rninistro Hedi Nuira, en el curso de una solemne advertencia dirigida a los que, seg¨²n las autoridades de ese pa¨ªs, intentan convertir las mezquitas en foros pol¨ªticos e implantar la revoluci¨®n isl¨¢mica.

Desde hace varios d¨ªas, el recinto de la Universidad de T¨²nez es el marco de duros enfrentamientos entre estudiantes integristas y grupos izquierdistas, que han ocasionado cierto n¨²mero de heridos. Las autoridades se han negado ha facilitar detalles sobre estos hechos, aunque han criticado p¨²blicamente el ?comportamiento irresponsable? de los extremistas musulmanes, a quienes acusa de comprometer la seguridad del Estado.

Seg¨²n el primer ministro tunecino, y a pesar de que las actividades de los integristas musulmanes raramente desbordan los recintos religiosos, se estar¨ªa asistiendo, a trav¨¦s de los sentimientos religiosos, a la aparici¨®n de un movimiento subversivo de inspiraci¨®n atea, manipulado por intereses for¨¢neos.

El Gobierno ha reafirmado, por otra parte, que si el Islam es la religi¨®n oficial del pa¨ªs, su perennidad dif¨ªcilmente podr¨¢ ser asegurada si se pierden de vista los imperativos de los tiempos modernos. Con estos argumentos, el r¨¦gimen tunecido trata de justificar sus reproches hacia los partidarios de las; ?tendencias oscurantistas?, aunque, en el fondo, su mayor preocupaci¨®n radica, sin duda, en la eventualidad de que los integristas desencadenen un proceso de desestabilizaci¨®n pol¨ªtica.

El resurgimiento del integrismo musulm¨¢n en T¨²nez est¨¢ directamente inspirado por los acontecimientos iran¨ªes, lo cual es reconocido por dos de los principales portavoces del integrismo, Rached Ghanuchi y Abdelfatah Moro. Ambos han sido acusados de complot contra la seguridad del Estado y deben comparecer, por segunda vez, ante los tribunales el mes pr¨®ximo.

Los dos acusados rechazan la tesis del Gobierno y han negado, por otra parte, que hubieran visitado Teher¨¢n para entrevistarse con el im¨¢n Jomeiny. En su opini¨®n, las cr¨ªticas del r¨¦gimen hacia e[ integrismo, en T¨²nez, tienden, sobre todo, a impedir el desencadenamiento de una revuelta de car¨¢cter social, y pol¨ªtico.