El patriarca de Mosc¨² pide al Papa su mediaci¨®n ante la OTAN

Mientras el discurso del Papa sobre la guerra nuclear ha causado gran impresi¨®n en la opini¨®n p¨²blica italiana, se ha sabido ayer que en estos d¨ªas de Navidad le ha llegado a Juan Pablo II una carta del patriarca ortodoxo de todas las Rusias, Sergei Pimen, pidiendo al Papa que intervenga contra la amenaza de las nuevas armas.?Me dirijo a usted?, escribe el patriarca de Mosc¨², ?con profunda inquietud y preocupaci¨®n por la intenci¨®n de los dirigentes de los pa¨ªses de la OTAN de instalar nuevos misiles en Europa occidental, incluida Italia.? Y a?ade: ?El Gobierno sovi¨¦tico se ha dirigido a los responsables de los pa¨ªses de la OTAN proponi¨¦ndoles negociaciones sobre la reducci¨®n de los misiles nucleares. Nosotros creemos que es este el sistema mejor para asegurarla paz de los pueblos. Por eso me dirijo fraternalmente a usted, amado hermano en Cristo, para que utilice todo su influjo moral y su prestigio para impedir estas intenciones funestas para la paz.?

En Roma se piensa que el patriarca ortodoxo ruso sea una de las personas de las que el Papa ha dicho en su dram¨¢tico discurso que ?consulta en varias partes del mundo? sobre el problema del peligro de una tercera guerra mundial.

Por otra parte, a nivel ecum¨¦nico es importante que el patriarca de Mosc¨² se dirija tan fraternalmente a Juan Pablo II reconociendo su gran fuerza moral. Y en el caso de que la carta de Pimen haya sido aconsejada o inspirada por el Gobierno de Mosc¨², demostrar¨ªa igualmente, se afirma en el Vaticano, que la URSS reconoce el influjo que el Papa puede tener en este momento ante los responsables de la OTAN.

En el texto original del famoso discurso del Papa, escrito por ¨¦l en polaco, se dec¨ªa que una explosi¨®n nuclear hoy crear¨ªa un ?p¨¢nico de apocalipsis?. En la curia cambiaron la palabra ?apocalipsis? por la palabra ?terrible?. Y as¨ª aparece en el texto oficial traducido al italiano, entregado a los periodistas en la sala de prensa. Pero el Papa no acept¨® la censura y cuando pronunci¨® su discurso, como afirman todos los observadores presentes, us¨® la palabra ?apocalipsis?. Es un gesto, se afirmaba ayer en el Vaticano, que demuestra que el Papa no ha querido disimular la gravedad de la situaci¨®n mundial por lo que se refiere al peligro de una guerra at¨®mica.