Antonio Colinas: "La ¨²nica misi¨®n del poeta es escribir buena poes¨ªa"
Acaba de publicar su libro "Astrolabio"
Astrolabio se llama el ¨²ltimo libro de poemas de Antonio Colinas, considerado como el m¨¢s puro de los nov¨ªsimos, aunque ¨¦l no figurara en la c¨¦lebre e importante antolog¨ªa de Castellet. Traductor y cr¨ªtico, Antonio Colinas considera -seg¨²n dijo a EL PAIS- que Astrolabio es su libro m¨¢s maduro, aquel donde se concreta su idea de la poes¨ªa como ?algo m¨¢s, mucho m¨¢s que un g¨¦nero literario?.
? El poeta?, dice Antonio Colinas, ?no puede ignorar los tiempos tensos, catastr¨®ficos, cr¨ªticos, que nos ha tocado vivir. Muerta la dulce utop¨ªa del desarrollo infinito, el hombre, el poeta, debe hacerse, hoy m¨¢s que nunca, grandes preguntas, las grandes preguntas... As¨ª?, sigue diciendo, ?me planteo la poes¨ªa, m¨¢s que como un g¨¦nero literario m¨¢s, como una fuerza regeneradora que nace de un bloque de preguntas. Por ejemplo, qu¨¦ puede hacer el poeta, hoy, para responder a los t¨®picos de cambiar el mundo, de transformar el mundo. Como poeta, creo simplemente que mi misi¨®n est¨¢ en escribir buena poes¨ªa. No debemos enga?arnos con cuestiones que pertenecen a la esfera de la pol¨ªtica cultural..., porque, ?a qu¨¦ sociedad, a qu¨¦ mayor¨ªa podr¨ªa dirigirse el poeta, con ediciones de mil, de 2.000 ejemplares?El compromiso del escritor, seg¨²n Antonio Colinas, ?va m¨¢s all¨¢ del testimonio exterior, de lo que se considera literatura testimonial?. ?El poeta?, dice, ?se sumerge en esas grandes preguntas que dec¨ªa antes, preguntas que tendr¨¢n o no respuesta, pero que le situar¨¢n en unas coordenadas conscientes: quiz¨¢ el hombre fracasar¨¢, quiz¨¢ el poeta se hunda, pero, en todo caso, lo har¨¢ estando en contacto con esa entidad superior que podr¨ªa ser este cosmos demencia? y maravilloso en que nos encontramos.? Respecto a esas grandes preguntas que deben revelarse al poeta, dice Colinas: ?Creo que debemos volver a plantearnos muchas preguntas que ya se hac¨ªan los poetas rom¨¢nticos centroeuropeos, ahora que, de alg¨²n modo, est¨¢ pasando la ilusi¨®n de las vanguardias, la fiebre de lo novedoso. Ah¨ª est¨¢n, tambi¨¦n, las preguntas de los grecolatinos, tantas sin respuesta, tantos misterios oscuros del coraz¨®n.?
Se concretan, pues, las preguntas de que habla, que son, por otra parte, a las que se remite su libro Astrolabio, publicado en la colecci¨®n Visor de poes¨ªa. ?Mis preguntas?, dice, ?parten de que el hombre est¨¢ solo en un espacio demencial, en expansi¨®n y en destrucci¨®n. En este espacio hace sentir el vac¨ªo del mundo, la muerte, la necesidad y la inutilidad a un tiempo de las pasiones, la fuerza de la naturaleza a la que H?lderlin atribu¨ªa poderes tan imprescindibles ... ?
?A estas preguntas se aproxima mi libro, y creo que tambi¨¦n los anteriores, aunque ahora m¨¢s conscientemente. Por esta v¨ªa poderos¨ªsima de la naturaleza -que ya se sent¨ªa en Sepulcro en Tarquinia, el anterior-, se llega al choque fundamental entre la cultura latina y la realidad de la Espa?a interior. Ahora encuentro otras nuevas cuestiones, como la de replantear la existencia en ese medio desolado que es, sin paliativos, Castilla. ? ?Creo que la m¨ªa es una visi¨®n de Castilla sin noventaiochismos, al margen de todo realismo formal o de todo culturalismo.
Se siente tambi¨¦n, como la otra ocara de su poes¨ªa, la presencia de lo mediterr¨¢neo, y no s¨®lo ibicenco. ?Este espacio castellano, ideal para las grandes preguntas, contrasta brutalmente con ese otro, luminoso, tambi¨¦n ejemplar, lleno de grandes respuestas, que es el mundo grecolatino. Tenemos por ello que seguir abriendo las puertas. No podemos ahogarnos en una realidad interior egoc¨¦ntrica... All¨ª hay muchas claves para entender nuestra historia y nuestro modo de ser. ?
?Hay que seguir mirando hacia Oriente. Es decir, hacia don'de viene la luz. Luz que es sin¨®nimo de conocimiento: de todo el conocimiento con que contamos. ?
Y ya respecto a Ibiza, donde ha escrito buena parte de este libro -para cuya confecci¨®n disfrut¨®. de una beca de creaci¨®n de la Fundaci¨®n Juan March-, dice Antonio Colinas: ?En Ibiza he reencontrado el Mediterr¨¢neo.
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