Hanoi descarta la neutralizaci¨®n del pa¨ªs y preconiza una soluci¨®n militar
La guerrilla camboyana, animada principalmente por los jmer rojos, cuenta tambi¨¦n con numerosos grupos y grup¨²sculos, desde el Frante Nacional de Liberaci¨®n del Pueblo Jmer, dirigido por Son Sann, ex primer ministro del pr¨ªncipe Silianuk, hasta los movimientos Molimako o Sereika, incapaces de coordinar sus acciones a pesar de combatir un mismo enemigo.En total, cerca de 80.000 hombres, seg¨²n las estimaciones del Estado Mayor tailand¨¦s, luchan contra las tropas vietnamitas, cuando no se dedican, como muchos jmer serei, al contrabando y a la reventa de v¨ªveres procedentes de la ayuda internacional en el interior de Camboya.
Presionados por sus dos principales aliados defacio, la Asociaci¨®n de Naciones del Sureste Asi¨¢tico (ASEAN), integrada por Tailandia, Indonesia, Singapur, Filipinas, Malasia y, sobre todo, por China, los jmer rojos, principal fuerza armada de la resistencia, multiplican las concesiones para atraer a su Frente de Gran Uni¨®n Nacional Patri¨®tico y Democr¨¢tico de Cambbya a un amplio abanico de la oposici¨®n.
Reunidos en congreso a mediados de diciembre, los jmer rojos decidieron suspender la Constituci¨®n colectivista de ?C¨¢mboya democr¨¢tica?, renunciar provisionalmente a la ?revoluci¨®n y a la construcci¨®n del socialismo? y sustituir a Pol Pot en la jefatura del Gobierno por Khieu Sampalin, hasta ahora presidente del presidium del Estado y hombre poco identificado con las masacres cometidas durante los tres a?os que siguieron al derrocamiento del mariscal Lon Nol.
Incluso el embajadorjmer rojo en Pek¨ªn, Pich Cheang, lleg¨® a solicitar a EEUU, el 27 de diciembre ¨²ltimo, que se uniese a la lucha antivietnamita en Camboya.
Si la reacci¨®n hostil de Mosc¨² y Hanoi, que calific¨® el reajuste de ?redistribuci¨®n de papeles entre un pu?ado de fantasmas errantes en la ¨®pera de Pek¨ªn? era de prever, el comentario de Silianuk compar¨¢ndolo con un ?escamoteo? y el rechazo por parte del grupo de Son Sann, de toda colaboraci¨®n con los jmer rojos, permite medir la distancia que separa a los movimientos de resistencia. Jmer rojos, serei y ?sihanukistas? no dudan, incluso como ocurri¨® la semana pasada, en enfrentarse militarmente para hacerse con el control de los campamentos de refugiados.
El carisma de Sihanuk
S¨®lo el pr¨ªncipe Sihanuk podr¨ªa, si lo quisiese, reunificar en torno a su persona a la oposici¨®n armada camboyana. Pero Norodom Sihanuk tiene previsto ?tirarse al ruedo de la guerrilla?, solo, al frente de su reci¨¦n creada Confederaci¨®n de Jmers Nacionalistas.
Anticip¨¢ndose a tal iniciativa, Hanoi, que se hab¨ªa abstenido hasta el momento de criticarle directamente, acus¨® al ex monarca, el 29 de noviembre, a trav¨¦s del ¨®rgano del PC vietnamita, NhaniDan, de vinculaciones con Pek¨ªn, la CIA y los jmer rojos.
En previsi¨®n tambi¨¦n de un posible recrudecimiento de las actividades guerrilleras, las autoridades de Hanoi, que en un principio proyectaban desencadenar a finales de a?o un amplio ataque contra los focos de resistencia, est¨¢n llevando a cabo una lenta operaci¨®n militar de cierre de la frontera tailandesa.
La reducci¨®n de las proporciones de la ofensiva vietnamita, que desmiente los pron¨®sticos del Estado Mayor tailand¨¦s y del departamento de Estado norteamericano, se debe, al parecer, a presiones directas de la URSS.
Mosc¨² ha pedido a su aliado ,asi¨¢ticb que evite, por ahora, toda acci¨®n militar susceptible de irritar a los pa¨ªses de la ASEAN. S¨®lo as¨ª se explica que Hanoi, que en ning¨²n momento neg¨® estar preparando una ofensiva de gran envergadura, haya renunciado a sus proyectos militares. La actitud apaciguadora de Mosc¨² se debe, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas del sureste asi¨¢tico citadas por la prensa internacional, a su inter¨¦s por obtener facilidades portuarias y derechos de sobrevuelo en algunos pa¨ªses de la ASEAN.
A m¨¢s largo plazo, Mosc¨² considera digna de inter¨¦s la propuesta de di¨¢logo formulada por la ASEAN a Vietnam en Kuala Lumpur, el 14 de diciembre ¨²ltimo, y reiterada por el ministro tailand¨¦s de Asuntos Exteriores, Uppadit Pacliree Yangkun, el 26 de diciembre.
La URSS y algunos de sus aliados europeos empiezan a considerar excesivo el precio de la ayuda a Vietnam. Al bloque socialista europeo la guerra de guerrillas camboyana le cuesta diariamente, seg¨²n estimaciones de expertos occidentales, 3,3 millones de d¨®lares.
Vietnam, que preconiza un di¨¢logo bilateral con cada uno de los integrantes de la ASEAN y no un di¨¢logo entre bloques en el que aparecer¨ªa inevitablemente como el portavoz del conjunto indochino, sigue siendo partidario de una soluci¨®n militar en Camboya.
Bas¨¢ndose en la evoluci¨®n de sus relaciones con Pek¨ªn desde 1975, Hanoi considera vital tener una frontera oeste pacificada y est¨¢ dispuesto para ello, seg¨²n declar¨® el propio secretario general del PC vietnamita, Le Duan, a mantener a sus tropas en Camboya ?mientras el pueblo amigo lo necesite?. El extraordinario esplendor con que fue celebrado, el 22 de diciembre, el 35 aniversario de la fundaci¨®n del ej¨¦rcito popular vietnamita, al que Le Duan salud¨® como ?el eternamente invencible?, pone a¨²n m¨¢s de relieve la prioridad otorgada a la soluci¨®n militar.
Solo China, que invadi¨® el norte de Vietnam en la primavera pasada, que amenaza a Hanoi con reincidir en todas las sesiones de sus negociaciones bilaterales, principal pa¨ªs abastecedor de armas a los guerrilleros camboyanos y laosianos, y tambi¨¦n principal aliado diplom¨¢tico de los jemer rojos, es la ¨²nica potencia deseosa de iniciar una negociaci¨®n que, si no permite recuperar a Camboya en su ¨®rbita de influencia, desemboque por lo menos en una neutralizaci¨®n del pa¨ªs.
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