El ministro alem¨¢n de Asuntos Exteriores defiende a Hans K¨¹ng
?La investigaci¨®n cient¨ªfica es libre.? ?La verdad est¨¢ en la c¨¢tedra de Pedro y en la del obispo no en la del profesor.? Ambas tomas de postura, del ministro de Asuntos Exteriores y jefe liberal, Hans Dietrich Genscher, la primera, y del presidente de la Conferencia Episcopal alemana y arzobispo de Colonia, Joseph Hoeffner, la segunda, han delimitado este fin de semana dos campos cada d¨ªa m¨¢s enfrentados respecto del caso K¨¹ng.
Genscher ha puesto toda su autoridad, tambi¨¦n como vicecanciller de este pa¨ªs, en una defensa cerrada del sistema liberal de c¨¢tedra, que no tolera imposiciones dogm¨¢ticas: ?En nuestro Estado de derecho liberal?, ha dicho Genscher en Stuttgart, capital del land en que se encuentra Tubinga, centro docente de K¨¹ng, ?permanece en vigor la libertad cient¨ªfica, y no el dominio de los dogmas. ?Hace apenas una semana, los obispos acusaron de ?falta de suficientes conocimientos en la materia? a la vicepresidenta del propio Partido Liberal (FDP), Liselotte Funcke, por afirmar algo parecido Joseph Hoeffner hizo leer su pastoral particular en todas las iglesias de la di¨®cesis el pasado fin de semana. Seg¨²n esta carta episcopal, el te¨®logo ?debe ense?ar la doctrina de la Iglesia, y no sus propias convicciones?, con lo que seg¨²n los profesores de teolog¨ªa, vuelve a poner en duda el verdadero car¨¢cter cient¨ªfico de la disciplina teol¨®gica. Hablando en nombre de sus diocesanos, Hoeffner ha garantizado que ?la Iglesia de Colonia es hija fiel de la Iglesia de Roma?.
Esta matizaci¨®n tiene un valor simb¨®lico especial estos d¨ªas, en que comienzan las celebraciones del primer centenario de la culminaci¨®n de las obras de construcci¨®n de la bella catedral colonense y del d¨¦cimo aniversario de la entrada en la di¨®cesis del propio arzobispo Hoeffner, motivos ambos que han justificado una. invitaci¨®n al papa Juan Pablo II para que visite Colonia este a?o, quiz¨¢ antes de las elecciones generales de Oto?o.
El pasado domingo, la plaza de la catedral ofrec¨ªa un aspecto ins¨®lito. Los fieles, que abandonaban el templo tras escuchar la homil¨ªa del cardenal sobre el caso K¨¹ng y tomar parte en la eucarist¨ªa en honor de los Reyes Magos, cuyos restos descansan, seg¨²n la tradici¨®n, e una rica urna tras el altar mayor (estos d¨ªas se ha presentado un informe cient¨ªfico, seg¨²n el cual lo restos son del siglo II), se sor prendieron al observar c¨®mo en la explanada se representaba un auto de fe en el que un hereje, imagen de Hans K¨¹ng, perec¨ªa en la hoguera, mientras los organizadores de la paritomima, un comit¨¦ de cristianos comprometidos, desarrollaban el ceremonial del rito, siguiendo instrucciones de la Inquisici¨®n, vigentes en 1458. Entre los monjes participantes en el acto hab¨ªa tambi¨¦n sacerdotes cat¨®licos contrarios a los procesos curiales contra catedr¨¢ticos de teolog¨ªa. Entre quienes siguieron la representaci¨®n se encontraba tambi¨¦n el ministro federal de Investigaci¨®n, Volker Hauff.
A la hora de emitir esta cr¨®nica, la comisi¨®n permanente de la Conferencia Episcopal alemana se encontraba reunida para aprobar el texto de una pastoral conjunta de los obispos alemanes sobre el caso K¨¹ng. El texto, que no ha trascendido a¨²n en detalle, parece que anticipa nuevas medidas correctivas contra el profesor de Tubinga, que se niega a abandonar su condici¨®n de funcionario del Estado en cuanto profesor de universidad, tal y como le ha pedido la jerarqu¨ªa.
Ante las presiones que se ejercen por parte de los obispos alemanes sobre el Gobierno de Badenwuerttemberg, Hans K¨¹ng ha declarado que ve el peligro de que el Estado, la sociedad civil, puedan convertirse en ?alguaciles de las determinaciones vaticanas?, si aqu¨¦l opta por privarle de su car¨¢cter de catedr¨¢tico.
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