Decrece la tensi¨®n norteamericano-sovi¨¦tica

Al t¨¦rmino de una semana de fricciones pol¨ªticas y econ¨®micas entre Estados Unidos y la URSS, el ?clima? parece volver paulatinamente hacia cierta suavizaci¨®n. No se cree que aumenten las presiones de embargo comercial contra la URSS, y s¨®lo se esgrime el posible cambio de sede para los Juegos Ol¨ªmpicos.Por otra parte, la campa?a electoral para la presidencia de Estados Unidos contin¨²a su ritmo, marcado, inevitablemente, por los acontecimientos que afectan actualmente la pol¨ªtica, internacional, aspecto este que permite aproximar ciertos puntos de vista entre l¨ªderes pol¨ªticos. Edward Kennedy coincide con la opini¨®n del presidente Jimmy Carter, en la necesidad de desarrollar una importante fuerza armada en la regi¨®n del Oriente Pr¨®ximo ?a fin de salvaguardar los intereses de Estados Unidos?. Esta manera de ver la defensa de Norteam¨¦rica es relativamente reciente en la pol¨ªtica de los dos principales candidatos dem¨®cratas a la presidencia de Estados Unidos, aproxim¨¢ndose, incluso, a la visi¨®n de los l¨ªderes del Partido Republicano, tradicionalmente defensores de una ?pol¨ªtica militar fuerte?.

Jimmy Carter contin¨²a pensando que el mejor argumento de su campa?a electoral es mantenerse exclusivamente centrado, en la direcci¨®n de Estados Unidos, ante los problemas en Ir¨¢n y Afganist¨¢n, mejor que siguiendo los esquemas habituales de una campa?a electoral que todav¨ªa se encuentra en sus inicios. Carter delega casi todos sus actos electorales en su esposa, Rossalyn Carter, al vicepresidente, Walter Mondale, y al secretario de Estado, Cyrus Vance, que realizan su campa?a.

Actualmente parece que la intenci¨®n del presidente Carter, al contrario de lo previsto a principios de esta semana, ser¨ªa abandonar de modo parcial la decisi¨®n de nuevas medidas de embargo contra la Uni¨®n Sovi¨¦tica. A no ser el proyecto expuesto por el vicepresidente Mondale, de transferir de capital la celebraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos del pr¨®ximo verano. Mosc¨², seg¨²n Mondale, podr¨ªa ser sustituido por Montreal o Munich. La eventualidad de celebrar los Juegos Ol¨ªmpicos en Montreal, como en 1976, recibe el apoyo del primer ministro canadiense, Joe Clark -tambi¨¦n en campa?a electoral, frente a los comicios anticipados del 18 de febrero-, que se dice dispuesto a ?tornar la presidencia de las discusiones entre los pa¨ªses que puedan apoyar un cambio de sede para los Juegos?.

Sin embargo, nadie parece dispuesto a ir demasiado lejos en una peligrosa situaci¨®n de guerra fr¨ªa, como demuestra el primer movimiento percibido dentro del mundo diplom¨¢tico. Los respectivos embajadores de Estados Unidos y la URSS podr¨ªan regresar a sus puestos, a principios de la pr¨®xima semana, tras una ?ausencia? provocada por la crisis en Afganist¨¢n.