Jomemi tranquiliza a los iran¨ªes sobre su estado de salud
Un amago de infarto en el coraz¨®n de Jomeini hizo temblar ayer a todos los iran¨ªes, hasta que el primer ayatollah de Ir¨¢n pronunci¨®, a media ma?ana, un discurso radiof¨®nico, transmitido desde el hospital, que contribuy¨® a disipar los temores de la poblaci¨®n. ?Mi enfermedad?, dijo el m¨¢ximo l¨ªder religioso iran¨ª, ?no es importante y no ofrece ning¨²n motivo de preocupaci¨®n y tras agradecer a los m¨¦dicos su ?buen trato? les pidi¨® que prestaran m¨¢s atenci¨®n a las condiciones de vida de los pobres.
El m¨¢ximo dirigente iran¨ª, de 79 a?os, padece una enfermedad cardiaca que no ha sido precisada Hace varias semanas comenz¨® a recibir tratamiento en la ciudad santa de Qom y el mi¨¦rcoles por la noche fue trasladado a un hospital de Teher¨¢n, por consejo m¨¦dico.El doctor Arefi, uno de los m¨¦dicos que atienden al ayatollah Jomeini, afirm¨® por la radio que unas ligeras variaciones en su electrocardiograma y un dolor en el pecho motivaron el ingreso del dirigente iran¨ª en el citado hospital.
Acompa?ado por varios miembros del Consejo de la Revoluci¨®n -entre los que figuraba su secretario, Moharrimad Ashemi Rafsanjani-, Jomeini viaj¨® por carretera desde Qom a la capital iran¨ª, distante 160 kil¨®metros, donde ingres¨® en el hospital Mossadeo.
En los diez minutos que dur¨® su mensaje radiof¨®nico, Jomeini dijo, asimismo, que se sentir¨ªa contento si todos los iran¨ªes participaran hoy en las primeras elecciones presidenciales de su historia. ? El destino de Islam depende de ello?, afirm¨®.
A continuaci¨®n, Jomeini pidi¨® con humildad que todos los iran¨ªes, sea cual fuere su origen y secta religiosa, olvidaran sus diferencias y no desacreditaran a Ir¨¢n en estos momentos.
En lo relacionado al proceso electoral en s¨ª, Jomeini inst¨® a todos los candidatos que tienen pocas esperanzas de triunfar a retirarse de las elecciones para una mejor distribuci¨®n de votos.
Mientras tanto, varios centenares de personas, desafiando las fuertes nevadas, manten¨ªan una guardia permanente delante del hospital donde se encuentra internado el ayatollah Jomeini.
A un lado, los hombres, y al otro, las mujeres y los ni?os, volviendo las palmas de las manos hacia el cielo, las plegarias fueron sonando a lo largo de toda la jornada. La nieve, que cae sin parar desde hace dos d¨ªas, ponla un fondo blanco tras los velos negros de las pudorosas mujeres iran¨ªes.
Entre los visitantes que acudieron a visitar al enfermo estaban el ayatolla/i Sadegh Jaljalil, controvertido juez it¨ªnerante y enemigo declarado del ex sha de Ir¨¢n, as¨ª como el ministro de Hacienda y candidato favorito a la presidencia, Abolhassan Banisadr.
Por otra parte, los estudiantes isl¨¢micos que ocupan la embajada de Estados Unidos en Teher¨¢n, entre los que se cuentan los fieles m¨¢s incondicionales del ?gu¨ªa de la revoluci¨®n?, dieron a conocer su intenci¨®n de organizar una oraci¨®n colectiva ?por la salud del im¨¢n?. Dichos estudiantes dicen que la enfermedad de su dirigente religioso se debe a la tensi¨®n producida por la desuni¨®n existente entre los irart¨ªes.
Como otro detalle anecd¨®tico, varios Guardianes de la Revoluci¨®n sacrificaron ayer dos camellos en la ciudad de Yazd para pedir al cielo que mejore la salud de Jomeini.
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