Aplazamiento indefinido del encuentro entre Schmidt y el lider de la RDA, Honecker

El primer encuentro oficial entre el canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA), Helmut Schmidt, y el jefe del Partido Socialista Unificado (comunista) de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA), Erich Honecker, se ha aplazado indefinidamente, pese al acuerdo adoptado telef¨®nicamente por ambos pol¨ªticos, en diciembre, de reunirse a primeros de 1980 en Berl¨ªn oriental.

Schmidt y Honecker s¨®lo se han encontrado una vez circunstancialmente durante la Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n Europea (CSCE), en Helsinki.Aunque la noticia de la pr¨®xima celebraci¨®n de esta entrevista, notificada por el canciller Schimdt durante el ¨²ltimo congreso socialdem¨®crata, en Berl¨ªn, fue entonces, en el mes de diciembre, un factor clave del respaldo de los delegados al plan del Gobierno para la aceptaci¨®n de los nuevos misiles Pershing y Cruise, ya entonces se temi¨® que el anuncio de la entrevista podr¨ªa quedar en agua de borrajas. El que no se hubiese fijado previamente una fecha ni un temario dio pie a la sospecha de que se edificaba en falso.

Seg¨²n el portavoz del Gobierno, ambos pol¨ªticos est¨¢n, de todas formas, de acuerdo en que este encuentro se celebre ?en un momento oportuno para ambas partes, dentro de este mismo a?o?. La RDA ha expresado el deseo de que la fijaci¨®n de una fecha concreta sea una decisi¨®n que se mantenga flexible, como hasta ahora, lo cual significa, de hecho, un aplazamiento sine die. Al comienzo de esta semana, Bonn insisti¨® en la necesidad de que Berl¨ªn anticipase lo antes posible un d¨ªa concreto para el encuentro. A pesar de este contratiempo, en Bonn conf¨ªan los m¨¢s optimistas en que pronto se presente una nueva ocasi¨®n m¨¢s favorable para la visita.

Sin embargo, el calendario pol¨ªtico alem¨¢n para 1980 no deja demasiado espacio para una fulminante mejora de las relaciones interalemanas y de la Ost-Politik en su conjunto, temas ambos de capital importancia en la pr¨®xima campa?a para las elecciones generales de oto?o. A pesar de que se ha evitado relacionar el aplazamiento del viaje de Schmidt a Berl¨ªn oriental con la crisis de Afganist¨¢n, nadie duda de que la situaci¨®n creada por la presencia sovi¨¦tica en Kabul hace impensable ahora el encuentro en la zona este de la capital de la RDA, deseado, sin duda, por ambas partes. En el hipot¨¦tico caso de que los sovi¨¦ticos se retirasen de Afganist¨¢n en los pr¨®ximos meses, el canciller podr¨ªa a¨²n recuperar en su favor, en plena campa?a electoral, la carta de la Ost-Politik como medio adecuado para superar situaciones incluso tan cr¨ªticas como la actual.

Pero la oposici¨®n democristiana quiere que el canciller visite la Casa Blanca antes de entrevistarse con Honecker y Brejnev, una vez se resuelva el conflicto afgano. La oposici¨®n quiere obligar as¨ª al Gobierno a un compromiso m¨¢s expreso con la ?doctrina Carter?, en la que, para desconsuelo de los socialdem¨®cratas, no se ve que haya mucho espacio para la Ost-Politik de la l¨ªnea Brandt. Si se cuenta con que el presidente Carter ha subido puntos ante sus conciudadanos con su postura en las crisis de Afganist¨¢n e Ir¨¢n, y que Schmidt ha sufrido el fen¨®meno contrario -p¨¦rdida del 7% en el favor popular-, no parece aventurado pensar que el canciller cuenta ya con poco tiempo para definir su oferta electoral a los alemanes. En principio, el jefe del Gobierno debe entrevistarse con Carter a primeros de marzo.