Sorpresa en Alemania por el boicot franc¨¦s a la "cumbre" europea

El ?acontecimiento m¨¢s importante en las relaciones germano-francesas tras los acuerdos de amistad entre De Gaulle y Adenauer?, es decir, la cumbre Schmidt-Giscard al comienzo de la semana que acaba de concluir, ha pasado a ser, de la noche a la ma?ana, y para los mismos medios de prensa que antes magnificaron el acontecimiento, ?una expresi¨®n m¨¢s de la tradici¨®n gaullista?, un ?boicot de la cumbre europea?, un ?bloqueo? y, en definitiva, ?un lamento pla?idero digno de los tiempos m¨¢s negros de la desuni¨®n europea?. El l¨ªder conservador y jefe del Gobierno b¨¢varo, Franz Josef Strauss, interpreta en la edici¨®n dominical de Die Weit del siguiente modo el resultado del encuentro de Par¨ªs: si Giscard y Schmidt hablaron en Par¨ªs de la conferencia de ministros de Asuntos Exteriores prevista para los pr¨®ximos 20 y 21, y no se pusieron de acuerdo sobre una postura com¨²n, entonces no cabe hablar de aproximaci¨®n; si hubo acuerdo, pero Francia cambi¨® de planes, la situaci¨®n s¨®lo puede interpretarse como ?una bofetada al canciller Schmidt?.El plante franc¨¦s -?solidaridad, s¨ª; decisiones de bloque, no?sit¨²a al Gobierno federal en una nueva posici¨®n, menos c¨®moda a¨²n que la que tiene desde que se produjo la ocupaci¨®n de Afganist¨¢n.

Mientras Helmut Kohl pide una conferencia de todos los jefes de Gobierno occidentales para -adoptar una posici¨®n com¨²n frente a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, el Gobierno federal, que ha tratado de presentar la negativa de Francia a la conferencia de ministros de Exteriores en Bonn como ?una posibilidad no planteada?, ni siquiera tratada por el canciller Schmidt con el presidente Carter en las numerosas llamadas telef¨®nicas de los ¨²ltimos d¨ªas, busca ahora reafirmar su capacidad negociadora. En la capital federal se ha recibido con relativa confianza una informaci¨®n llegada de Washington, seg¨²n la cual los sovi¨¦ticos parecen estar dispuestos a retirar parte de sus tropas, quiz¨¢ 3.000 soldados, de los efectivos con que cuentan ahora en Kabul. El ministro de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, se ha entrevistado por segunda vez en pocos d¨ªas con el embajador sovi¨¦tico Semionov, y el ministro de Defensa, Hans Apel, repite que la distensi¨®n es un proceso sin alternativas en el Este y en el Oeste. El propio Apel ha descartado que se piense en trasladar al golfo P¨¦rsico a soldados alemanes. Sobre el proyectado carro de combate conjunto a producir por la RFA y Francia, el ministro ha quitado importancia al tema y ha dicho que ?este carro se construir¨¢ en la pr¨®xima d¨¦cada, ya que en la actual no se necesitar¨¢n nuevos tanques?. Hace tres d¨ªas, un diario alem¨¢n ve¨ªa en este proyecto ?el s¨ªmbolo del acercamiento germano-franc¨¦s?.

A pesar de todo, en los medios del Gobierno federal se evita atribuir a Francia intenciones boicoteadoras. Por el contrario, se alude a filtraciones de procedencia norteamericana, que ha sido, en definitiva, lo que parece haber molestado a Par¨ªs de un modo particular. Seg¨²n parece, estas filtraciones tienen que ver con el extra?o periplo del jefe del Gobierno australiano, Fraser, que esta semana ha visitado dos veces Washington y, entre medias, Bonn, Par¨ªs y Londres.