La cuesti¨®n kurda y la revoluci¨®n iran¨ª no parecen comprometer la estabilidad de Irak
A mediados del a?os pasado, Massoud Barzani, hijo del l¨ªder kurdo iraqu¨ª Mustaf¨¢ Barzani, dirigente de la guerrilla nacionalista desde 1961 a 1975, preconizaba la creaci¨®n de un frente integrado por kurdos, chiitas y comunistas, para derrocar al r¨¦gimen baasista en el poder en Irak.Esta alianza nunca se ha llegado a concretar. Bagdad ha logrado, desde hace aproximadamente dos a?os, pacificar el Kurdist¨¢n, excluir del poder al Partido Comunista iraqu¨ª, oblig¨¢ndole a volver a la clandestinidad, y, m¨¢s recientemente, ha conseguido evitar el contagio a la mayor¨ªa chiita de Irak de la revoluci¨®n isl¨¢mica iran¨ª.
Con una mezcla de represi¨®n y concesiones, las autoridades iraqu¨ªes han logrado, aparentemente, pacificar el Kurdist¨¢n. ?La situaci¨®n en los territorios kurdos se caracteriza por la paz y la seguridad?, dijo de entrada, a este enviado especial, el ministro kurdo, Hashim Akrawi.
A pesar de que algunos movimientos de oposici¨®n kurdos reivindiquen peri¨®dicamente en el extranjero la paternidad de acciones guerrilleras en el Kurdist¨¢n iraqu¨ª, dos diplom¨¢ticos, uno occidental y otro socialista, acreditados en Bagdad y en contacto permanente con sus conciudadanos residentes en la zona, aseguran no tener noticias desde hace a?o y medio referentes a incidentes ocurridos en el norte del pa¨ªs.
El derrocamiento del sha de Ir¨¢n, que en marzo de 1975 acord¨® en Argel con el entonces v¨ªcepresidente de Irak, Saddam Hussein, cerrar la frontera norte entre ambos pa¨ªses, impidiendo as¨ª el tr¨¢nsito de la ayuda de los kurdos iran¨ªes a los iraqu¨ªes, hizo pensar que la guerrilia del Kurdist¨¢n pod¨ªa recobrar vida.
Pero la derrota militar de los nacionalistas del Kurdist¨¢n por 40.000 soldados de las tropas de Bagdad era demasiado aplastante para que la guerrilla pudiese resurgir. El Ej¨¦rcito penetr¨®, en 1975-1976, en los santuarios de la guerrilla, quem¨® y evacu¨® una franja de veinte kil¨®metros en territorio kurdo iraqui a lo largo de la frontera con Ir¨¢n y, seg¨²n denunci¨® la Uni¨®n Patriota Kurda, traslad¨® forzosamente a un 10% de los tres millones de kurdos iraqu¨ªes al sur del pa¨ªs, al tiempo que instal¨® a varios cientos de miles de ¨¢rabes en el Kurdist¨¢n.
Un ¨²ltimo brote de violencia se produjo en los territorios kurdos iraqu¨ªes a finales de la primavera de 1978, cuando numerosos militantes comunistas perseguidos se sumaron a los restos del movimiento nacionalista, reactivando, por poco tiempo, la guerrilla.
Con anterioridad, el PC iraqui, a¨²n en el Gobierno, critic¨®, en un informe, el enfoque de la autonom¨ªa kurda por el partidos Baas, que, sin embargo, hab¨ªa reconocido en su s¨¦ptimo congreso, celebrado en 1968, la existencia de una naci¨®n kurda.
Hacia la autonom¨ªa kurda
A partir de este primer paso, el proyecto de una autonom¨ªa del Kurdist¨¢n iraqu¨ª fue abri¨¦ndose camino en las filas del Baas, que en octubre del a?o pasado lleg¨® a elaborar en su congreso nacional una propuesta de ley sobre la elecci¨®n esta primavera, de una asamblea legislativa para la regi¨®n kurda.
Tras la celebraci¨®n de los comicios, a los que se podr¨¢n presentar m¨¢s candidatos que esca?os a proveer, la asamblea electa y su consejo ejecutivo gozar¨¢n de amplios poderes, excepto en materia e pol¨ªtica exterior, defensa, seguridad nacional y planificaci¨®n central. ?Lo malo?, nos dir¨¢ un joven kurdo, ?es que algunos de nosotros quer¨ªan algo m¨¢s que la autonom¨ªa: la independencia.?
Lo cierto es que Bagdad, orgu llosa de la soluci¨®n dada dentro de sus fronteras al problema nacional kurdo en Irak, lo propone ahora como ejemplo exportable al vecino Ir¨¢n, confrontado desde el derrocamiento del sha con la revindicaci¨®n autonomista de los cuatro millones de kurdos iran¨ªes.
Las autoridades iraqu¨ªes pidieron, en noviembre ¨²ltimo, al r¨¦gimen isl¨¢mico de Teher¨¢n que adoptase una actitud ?moderna y reformista? de cara a sus minor¨ªas otorg¨¢ndoles una amplia autonom¨ªa.
El r¨¦gimen confesional iran¨ª ha rechazado hasta ahora los consejos de su vecino, al que acusa de provocar incidentes fronterizos y de facilitar el contrabando de armas destinadas a la rebeli¨®n kurda. Adem¨¢s, el ayatollah Jomeini no est¨¢ dispuesto a olvidar que en virtud de las buenas relaciones existentes entre el depuesto sha y el r¨¦gimen baasista, fue expulsado de Najaf, ciudad santa iraqu¨ª donde resid¨ªa.
Hasta ahora, sin embargo, potenciando h¨¢bilmente el sentimiento nacionalista ¨¢rabe -la prensa de Bagdad acusa diariamente a Jomeini de ?aplastar a los ciudadanos ¨¢rabes de Ir¨¢n?-, el r¨¦gimen iraqu¨ª ha logrado evitar la propagaci¨®n de la efervescencia isl¨¢mica a las regiones pobladas por iraqu¨ªes de confesi¨®n chiita.
La uni¨®n frustrada
Adem¨¢s de fortalecer la causa ¨¢rabe en su lucha contra Israel, la uni¨®n sir¨ªo-iraqu¨ª anunciada a bombo y platillo en junio del a?o pasado constitu¨ªa un intento de consolidar la postura de Irak en Oriente Pr¨®ximo ante el desenfre no revolucionario iran¨ª.
Su fracaso, hasta ahora nunca explicado p¨²blicamente, acarre¨® en julio la sustituci¨®n -oficialmente por motivos de salud- del presidente Hassan Al Bakr, partidario, seg¨²n rumores sin confirmar de la fusi¨®n, por el vicepresidente, Saddam Hussein, y la ejecuci¨®n, el mismo mes, de 42 altos mandos del Estado y del partido acusados de conspirar para derrocar al r¨¦gimen baasista.
El comunicado hecho p¨²blico por el Consejo del Mando de la Revoluci¨®n, m¨¢xima instancia pol¨ªtica iraqu¨ª, se?alaba que los conspiradores ?estaban en relaci¨®n con una facci¨®n extranjera?, que prefer¨ªa no divulgar, pero que los re sponsables iraqu¨ªes identifican ahora en privado con Siria, cuyo jefe de Estado, Hafez el Assad, habr¨ªa intentado eliminar al presidente Saddam Hussein.
Pero no s¨®lo el encarcelamiento de 15.000 militantes comunistas -seg¨²n cifras del PC iraqu¨ª-; la soluci¨®n pol¨ªtico-militar del problema nacional kurdo y las limitadas repercusiones en Irak de la revoluci¨®n iran¨ª explican la estabilidad del r¨¦gimen de Bagdad por el que Gobiernos y hombres de negocios occidentales est¨¢n ahora dispuestos a apostar.
?En definitiva?, comenta un diplom¨¢tico europeo, ?Irak es un pa¨ªs que est¨¢ saliendo paulatinamente del subdesarrollo, cuya poblaci¨®n observa una constante mejora de sus condiciones de vida y cuyo r¨¦gimen goza de una cierta adhesi¨®n popular.?
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