Tito sufre tambi¨¦n complicaciones pulmonares

Los doctores del presidente yugoslavo Tito anunciaron ayer que el anciano dirigente ha sufrido neumon¨ªa durante los ¨²ltimos d¨ªas adem¨¢s de las complicaciones cardiovasculares y renales que amenazan su vida. El anuncio, con el que se cerraba el bolet¨ªn m¨¦dico habitual sobre el estado de su salud, aparece como un paso m¨¢s para preparar a los yugoslavos sobre el desenlace de la enfermedad de Tito, que cuenta 87 a?os.Una forma de neumon¨ªa, la hipost¨¢tica, es citada por c¨ªrculos m¨¦dicos como causa habitual de muerte tras procesos serios de ri?¨®n o coraz¨®n en personas ancianas. El riesgo de contraer neumon¨ªa se acent¨²a cuando se permanece largo tiempo en cama despu¨¦s de intervenciones quir¨²rgicas.

Josip Broz Tito est¨¢ siendo mantenido con vida por medio de un ri?¨®n artificial que purifica su sangre. El bolet¨ªn m¨¦dico de ayer, emitido por los ocho doctores que ciudan en Liubliana del anciano estadista, afirma que el presidente ?pas¨® una noche tranquila?, palabras que parecen elegidas para asegurar a los yugoslavos que la virtual agon¨ªa de Tito se produce sin dolor.

Recuperaci¨®n casi imposible

En conversaciones informales y an¨®nimas con periodistas destacados en Belgrado, altos funcionarios del Gobierno yugoslavo han admitido por vez primera que no se espera que el presidente sobreviva a las complicaciones surgidas a ra¨ªz de la amputaci¨®n de una de sus piernas, el d¨ªa 20 de enero.

Fuentes oficiales sugieren que la decisi¨®n de no informar hasta ayer a los yugoslavos de la neumon¨ªa de Tito ha sido tomada al m¨¢s alto nivel pol¨ªtico, con el fin de tranquilizar a la opini¨®n p¨²blica. El Gobierno yugoslavo no escatima esfuerzos para dar una sensaci¨®n de total normalidad en el pa¨ªs. Los dos cuerpos colectivos que deben dirigir Yugoslavia tras la muerte de Tito est¨¢n funcionando sin sobresaltos.

El ministro de Asuntos Exteriores revel¨® el viernes que Tito, debido a su extrema debilidad, no pudo firmar los mensajes sobre la situaci¨®n internacional enviados a cinco jefes de Estado, incluyendo a Carter y Brejnev. Tito, sin embargo, aprob¨® el contenido de las cartas enviadas en su nombre antes de ser entregadas a sus destinatarios.