Presentaci¨®n de "Exterminio en Lastenia", de Fernando G. Delgado
La obra fue premio P¨¦rez Gald¨®s de novela
Francisco Nieva presenta esta tarde la obra Exterminio en Lastenia, de Fernando G. Delgado, que fue premio de novela Benito P¨¦rez Gald¨®s el pasado a?o y que ha sido editada por Plaza y Jan¨¦s. Nieva har¨¢ la presentaci¨®n en los locales madrile?os de la mencionada editorial. Exterminio en Lastenia es la segunda novela de su autor, que con la anterior, titulada Tachero, obtuvo tambi¨¦n el Premio P¨¦rez Armas, en Santa Cruz de Tenerife.
Periodista, de 32 a?os, Femando G. Delgado ha hecho una novela de la muerte, aunque ¨¦l niega que su obra sea eleg¨ªaca. ?Aqu¨ª no hay lamento alguno por la muerte, sino deseo de ella, insistencia en el acabamiento.? El cr¨ªtico Domingo P¨¦rez Minik, en el estudio preliminar que se publica conjuntamente con la obra, afirma que Exterminio en Lastenia ?es una novela erotizada, cainita y pir¨®mana, alucinada y lit¨²rgica?. Fernando G. Delgado est¨¢ de acuerdo, porque considera que su narraci¨®n es cainita, ?no s¨®lo en el sentido en que Cioran sugiere que lo es la literatura, sino adem¨¢s en la misma esencia del constante enfrentamiento entre Ca¨ªn y Abel -dos hermanas enfrentadas en el caso de mi novela- y todos los ca¨ªnes y abeles circundantes. Lo que ocurre aqu¨ª es que al final es Ca¨ªn quien cae, mientras que Abel -que representa la norma, la moral instituida- se resiste a la muerte, se recupera sobre la muerte siempre?.Fernando G. Delgado no fue influido para escribir su obra por la mitolog¨ªa de la que acaba de hablar, pero considera que esa es una de las lecturas que Exterminio en Lastenia puede tener. Sobre la complejidad de su novela afirma que ?no nace de un prop¨®sito deliberado de poner a trabajar al lector. Creo, sin embargo, que a cualquier escritor debe interesarle poco el lector pasivo, porque el autoritarismo que el autor ejerce desde el texto exige unas rebeliones de lectura como respuesta?.
La escritura de Exterminio en Lastenia ha sido para su autor un reto, que en algunos momentos le ha podido. ? Esto creo que le pasa a la mayor parte de la gente que escribe, y no tiene nada de particular. Pero yo creo que estos retos que se te plantean desde el texto o que el texto te plantea son los, que enriquecen la novela, multiplican los espejos, le otorgan ese valor polis¨¦mico, que abre todo un mundo de especulaci¨®n y de ambig¨¹edad, de cajas chinas.?
En la obra de Fernando G. Delgado ?cuenta mucho el lenguaje, pero no es s¨®lo eso. Cuentan tambi¨¦n las historias y la propia estructura. No puedo concebir una novela de modo parcial, diseccion¨¢ndola. Ni pretendo nunca quedarme en los l¨ªmites est¨¦riles de una parquedad que no me gusta, de una econom¨ªa literaria empobrecedora. Esta novela pretende introducir al lector en un mundo m¨¢gico, al servicio de cuya ambig¨¹edad y misterio est¨¢n todos los elementos y los recursos que se manejan. Las interrupciones del discurso, los encabalgamientos, sus rupturas, sus planos diversos, se complementan en un orbe cerrado y, al mismo tiempo, abierto ?.
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