Un gol de fortuna premi¨® las virtudes del Madrid

Gracias a su saber estar, a su esp¨ªritu de lucha y a esa suerte decisiva tantas veces comentada, el Madrid obtuvo una importante victoria en Zaragoza. El partido fue bastante bien jugado por ambos equipos, que supieron adem¨¢s disparar a puerta lo suficiente como para hacer de los dos porteros los hombres m¨¢s destacados de la tarde. A tres minutos del final marc¨® el Madrid un gol de chiripa, que ven¨ªa a premiar todo su buen trabajo anterior.Boskov se decidi¨® por Garcia Hern¨¢ndez para suplir la baja -forzada por suspensi¨®n federativa- de Juanito. Roberto, pues, qued¨® en el banquillo, y el Madrid present¨® ante el Zaragoza un cuatro-cuatro-dos que, en principio, parec¨ªa una concesi¨®n a la prudencia. Sin embargo, un par de pases profundos de Garc¨ªa Hern¨¢ndez y un buen pase de este jugador anunciaron en los dos primeros minutos que el Madrid estaba dispuesto a ganar, pues dieron lugar a tres situaciones de peligro salvadas con dificultades por Irazusta. El Zaragoza tuvo que resignarse a jugar con un ojo puesto en la retaguardia, y eso le rest¨® posibilidades. En esta ocasi¨®n, para el Madrid, la mejor defensa fue un buen contraataque.

El objetivo del Madrid fue la obstrucci¨®n del juego del Zaragoza en la media -en la t¨¢ctica de Boskov, los centrocampistas fueron mayor¨ªa- y el lanzamiento de contraataques mediante pases largos de Garc¨ªa Hern¨¢ndez o Del Bosque, o galopadas de Cunningham o Stielike. El Zaragoza, que, ya queda dicho m¨¢s arriba, vio pronto que no pod¨ªa permitirse alegr¨ªas, jugaba con Amorrortu en zona de media punta, y Valdano y Pichi Alonso, en punta. Tuvo la desgracia de que estos dos ¨²ltimos hombres, peligrosos goleadores ambos, encontraran dos marcadores en excelente estado de forma, Sabido y Benito, lo que anul¨® sus posibilidades, y ah¨ª se le escaparon casi todas sus bazas de ganar el partido.

Durante una buena fase del primer tiempo Antich, con poderosas e inteligentes arrancadas desde el fondo de su equipo, cre¨® algunas situaciones de peligro, siempre bien acompa?ado por Amorrortu y V¨ªctor, pero el juego ofensivo del l¨ªbero zaragocista fue a menos. Sin embargo, s¨ª fue lo suficiente como para provocar algunas situaciones de apuro para Garc¨ªa Rem¨®n, bien resueltas por ¨¦ste. En la otra puerta, el Madrid tambi¨¦n supo, de cuando en cuando, poner a prueba a Irazusta, que, como su colega, acredit¨® gran categor¨ªa.

En la segunda mitad, el Madrid hizo las mejores cosas. Antich acus¨® cansancio y dej¨® de salir hacia arriba; V¨ªctor tambi¨¦n se agot¨® y hubo de ser sustituido. Por contra, Cunningham, que apenas se hab¨ªa dejado ver en la primera parte, se alegr¨® y aviv¨® el ataque madridista, y aunque no se acerc¨® a su exhibici¨®n en el Camp Nou, lig¨® jugadas de peligro. El Madrid, cada vez m¨¢s seguro atr¨¢s, apretaba arriba, y en sus ataques compromet¨ªa cada vez m¨¢s a Irazusta. La duda estaba en si caer¨ªa o no el gol en la meta del Zaragoza. La victoria de los locales parec¨ªa ya casi descartada mediado el segundo tiempo.

Pirri, lesionado, hubo de ser sustituido, y para reemplazarle, Boskov se decidi¨® por Roberto, en decisi¨®n valiente y acertada. El Madrid sacaba un tercer delantero para explotar su superioridad, para apurar su ventaja en un partido que se inclinaba de su liado. Y Roberto, jugador-paliza, hombre poco h¨¢bil pero voluntarioso, insistente e incordiante, supo perseguir un bal¨®n perdido hasta el ¨²ltimo metro, puso nerviosos a Irazusta y Casuco, les hizo perderlo cuando ya era suyo y lo cedi¨® a Santillana para que ¨¦ste marcara. La audacia de Boskov, la codicia de Roberto -exponente de la de todos sus compa?eros-, la fatiga del Zaragoza y esa suerte que siempre, dicen, acompa?a al Madrid, se aliaron para hacer caer el golito de la victoria muy a ¨²ltima hora. Antes de terminar el partido, un gran tiro de Lafita pudo descontarle un positivo al Madrid, pero Garc¨ªa Rem¨®n lo evit¨® en espectacular parada. La victoria qued¨® para el Madrid, que as¨ª se despega ligeramente de la Real y hace que pierda algo de su valor el empate de los donostiarras en el Camp Nou.