"F. E. N.", una denuncia de los internados religiosos
Declaraciones de su director, Antonio Hern¨¢ndez
El pasado viernes se estren¨® en Madrid el primer largometraje de Antonio Hern¨¢ndez, F.E.N., reflexi¨®n sobre los colegios e internados de la Espa?a franquista. Sobre ella opina su director.?F.E.N. es una pel¨ªcula hecha por necesidad o, mejor, por necesidades; dos, para ser exactos . La primera, ¨¦sa de car¨¢cter imperioso que significa "querer hacer cine", m¨¢s imperiosa aun si procedes de una facultad de Ciencias de la Informaci¨®n impotente, inoperante e in¨²til y has decidido aprender tu oficio en el no menos paup¨¦rrimo y triste mundo del cortometraje. Por eso ten¨ªamos que hacer nuestro primer largo y hab¨ªa que hacerlo con un gui¨®n que de alguna forma nos abriera puertas hasta entonces cerradas, ya que dinero -dios de dioses- no ten¨ªamos ni un duro.
?Pero quer¨ªamos m¨¢s, aunque esto ser¨¢ el p¨²blico quien decidir¨¢ hasta qu¨¦ punto lo hemos conseguido; quer¨ªamos hacer ese otro cine, ese que todos buscamos, que no deja de ser espect¨¢culo y, sin embargo, debe ser arte. Quer¨ªamos hacer un cine donde el espectador formara parte del hecho cinematogr¨¢fico en un sentido superior que el otro m¨¢s simple de acudir a la sala, y que, de ser posible, participara en eso tan maravilloso que es la comunicaci¨®n. Por ello el espectador se hace protagonista, ya que debe aportar elementos que intencionadamente se han dejado a su imaginaci¨®n. Para todo esto deb¨ªamos reunir un equipo de calidad que fuera capaz de considerar la pel¨ªcula tan suya, nueva y primera como lo era para nosotros y esto s¨ª s¨¦ que lo conseguimos. Por otra parte, el mensaje deb¨ªa llegar sin lagunas ni equ¨ªvocos al espectador.?
?Esa era nuestra segunda necesidad. Deb¨ªamos denunciar, exponer, contar los m¨¦todos utilizados en los internados de los colegios religiosos en las d¨¦cadas pasadas, y hab¨ªa que hacerlo en serio, de una forma directa, clara y honesta, es decir, con la honestidad de quien ha sufrido la represi¨®n, la violencia, el miedo, el vac¨ªo en nombre del amor, la caridad, la fe.?
?Y nos parece importante porque sabemos que la represi¨®n s¨®lo engendra violencia, trauma, decepci¨®n. Y es que fueron miles de ni?os. Y es que lo hicieron excesivamente mal; imperdonable, s¨ª, pero, adem¨¢s, ten¨ªa que salir a la luz. ?Porqu¨¦ F.E.N. no se ha hecho antes? No sab¨ªamos contestar a esta pregunta; por tanto, nosotros deb¨ªamos hacerlo. No, no tiene intencionalidad directa acerca de la libertad de ense?anza, tan discutida hoy; si le afecta es porque es un testimonio, subjetivo, c¨®mo no; pero que no se debe ignorar; por eso la llaman la pel¨ªcula pol¨¦mica; es l¨®gico. Pero dir¨¦ en nuestro favor que la denuncia al menos es sincera. Y no tiene soluciones, porque no es a nosotros a quien nos toca adoptarlas. Eso queda para el p¨²blico; es ¨¦l quien debe juzgar.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.