El franc¨¦s Ren¨¦ Arnoux, extra?o l¨ªder del mundial
Ren¨¦ Arnoux, un semidesconocido piloto franc¨¦s de f¨®rmula 1, se ha encaramado hasta lo m¨¢s alto de la clasificaci¨®n provisional del Campeonato del Mundo. Tras haber ganado, consecutivamente, las dos ¨²ltimas carreras del mundial, Arnoux ha pasado, de ser un perfecto desconocido para el gran p¨²blico, a convertirse en el m¨¢s serio aspirante al t¨ªtulo m¨¢s prestigioso del automovilismo deportivo. Y, de paso, ha evidenciado la extraordinaria labor realizada por las estructuras deportivas del pa¨ªs vecino.Ren¨¦ Arnoux es un hombre casi gris, del que podr¨ªa decirse cualquier cosa menos identificarlo con un deportista de ¨¦lite. No s¨®lo porque su imagen no tiene ese carisma que suelen poseer los ¨ªdolos de cualquier especialidad deportiva, sino porque ni siquiera su f¨ªsico corresponde al de un hombre medianamente fuerte. Con s¨®lo 1,66 metros de estatura y 58 kilogramos de peso, Ren¨¦ Arnoux podr¨ªa pasar perfectamente inadvertido incluso en cualquier circuito hasta hace un mes. Pero, desde entonces, su figura ya se ha hecho popular, porque en ese tiempo el peque?o franc¨¦s ha conseguido, fuertemente apoyado por la fortuna, dos victorias en f¨®rmula 1 y ser l¨ªder del mundial.
De cualquier forma, ese hombre gris que es Arnoux se transforma en una especie de feroz atacante una vez que se introduce en el habit¨¢culo de un monoplaza. Pese a no tratarse de un piloto especialmente r¨¢pido, ni siquiera un gran conocedor de la dif¨ªcil t¨¦cnica de la puesta a punto de un veh¨ªculo de estas caracter¨ªsticas, labor en la que su compa?ero y jefe de filas, Jean Pierre Jabouille, es un aut¨¦ntico especialista, y al que la fortuna que ayud¨® a Arnoux le neg¨® a ¨¦l, en ambas carreras, un triunfo m¨¢s que merecido y pr¨¢cticamente al alcance de la mano. Ren¨¦ Arnoux e un luchador que, en la pasada temporada, tuvo que abandonar en varias carreras v¨ªctima de choques con otros participantes por culpa de su exceso de fogosidad.
Por otra parte, aunque la temporada no ha hecho m¨¢s que comenzar -s¨®lo se han disputado tres carreras de las diecis¨¦is que componen el calendario-, la tremenda ventaja de Arnoux sobre su compa?ero Jabouille, que no ha podido puntuar -dieciocho puntos contra ninguno-, puede forzar a los directores deportivos de Renault a volca rse en el apoyo a Arnoux, en perjuicio de Jabouille. Si antes de la prueba surafricana medios pr¨®ximos al equipo franc¨¦s dejaron claro que en la escuder¨ªa gala hab¨ªa unajerarqu¨ªa, y que Jabouille era, sin duda, el primero del equipo, tras el triunfo de Arnoux, sus planes pueden venirse abajo.
Por encima de todo, Renault tratar¨¢ de conquistar un t¨ªtulo mundial, que ser¨ªa muy importante no s¨®lo porque premiar¨ªa el trabajo de una marca cuando s¨®lo lleva dos a?os de lucha, sino que reforzar¨ªa la buena situaci¨®n comercial de la casa francesa -uno de los objetivos al adentrarse en un mundo tan dif¨ªcil como el de la f¨®rmula 1- y demostrar¨ªa que el camino iniciado con los motores turboalimentados tiene un esplendoroso futuro.
Por otra parte, el triunfo de Arnoux en el Gran Premio de Sur¨¢frica, unido al hecho de que sus compatriotas Jacques Laffite y Didier Pironi ocuparan los puestos siguientes, produjo la nota anecd¨®tica de que los tres ocupantes del podium fueran franceses. La perfecta planificaci¨®n de la estructura deportiva del pa¨ªs vecino, y el apoyo financiero de algunas firmas comerciales a los pilotos -ambas cosas extra?as en este pa¨ªs-, han hecho posible que nada menos que siete pilotos franceses formen parte del Circo -m¨¢s que de ninguna otra nacionalidad-, y que, en ¨¦ste, lo mismo que en elpodium surafricano, comience a dejar de hablarse en ingl¨¦s, como durante tantos a?os, para pasar a hacerlo en franc¨¦s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.