Fracaso de Espa?a ante Alemania

El equipo espa?ol qued¨® eliminado en la segunda ronda de la Copa Davis al perder con el de la Rep¨²blica Federal de Alemania por 3-2, en eliminatoria que se disput¨® en el Club Tenis Valencia. En la ¨²ltima jornada, Uli Pinner venci¨® a Jos¨¦ Higueras por 6-4,6-3 y 6-3, y Rolf Gehring se impuso a Fernando Luna por 3-6, 6-3, 6-3 y 6-3. La derrota cabe calificarla de fracaso, dada la escasa entidad de los jugadores germanos, e invita a analizar los problemas del tenis espa?ol al menos en cuanto a la Copa Davis se refiere.

Los encuentros de Sevilla ante Holanda, aunque en esa ocasi¨®n ganara Espa?a, y de Valencia ante la RFA, que entra perfectamente en el calificativo de fracaso han puesto en evidencia la desastrosa planificaci¨®n del tenis espa?ol, que, empe?ado en seguir contando con Orantes e Higueras, reestructur¨® la composici¨®n del equipo con la vuelta del primero y la incorporaci¨®n de Luis Bruguera como tabla de salvaci¨®n. Orantes sigue sin jugar, Higueras tiene problemas f¨ªsicos y ps¨ªquicos y no rinde ni al 40%, y Bruguera, hasta la fecha, se ha limitado a lucir optimismo y hacer de mal pronosticador anunciando f¨¢ciles triunfos de su equipo. Nada ha cambiado en relaci¨®n a la etapa anterior y de nuevo Espa?a se qued¨® en la cuneta, esta vez frente a un rival que desde hace cinco a?os no pasa de la segunda ronda.Ya ha pasado el momento de analizar si las lesiones de Orantes en el hombro, codo, columna vertebral o muslo son o no casuales y de averiguar si Higueras no rinde porque le abruma la responsabilidad o no est¨¢ en perfectas condiciones f¨ªsicas, como en efecto ha ocurrido en esta ocasi¨®n. Frente a esto hay una cosa bien cierta, y es que los hechos han demostrado que ambos son inservibles para la Copa Davis, y de esto deben tomar buena nota los responsables. Se dijo que Orantes no jugaba y se march¨® por diferencias con Couder. El empe?o de los dirigentes en que el granadino volviera les llev¨® a la petici¨®n de ¨¦ste de que se marchara Couder y se incorporase Bruguera. Adem¨¢s le dieron un cargo en la Federaci¨®n. Para lo ¨²nico que ha servido todo esto es para que Orantes siga viendo los partidos desde la grada y para que Higueras siga sin saber asumir la responsabilidad de jugar como n¨²mero uno.

Uli Pinner, que no est¨¢ ni mucho menos en su mejor momento, como se encarg¨® de demostrar Fernando Luna, se deshizo sin problemas de un Higueras al que no le funcionaron cabeza, coraz¨®n y piernas. Justo es se?alar que se vio claramente que no llegaba a muchas bolas porque tal y como, eso s¨ª, honradamente anunci¨® antes de empezar la eliminatoria, no est¨¢ ni mucho menos en buenas condiciones f¨ªsicas y no pudo rendir a satisfacci¨®n. No obstante, se hace dif¨ªcil encontrar disculpas para su lamentable actuaci¨®n y, lo que es m¨¢s grave, para su obstinaci¨®n en no cambiar ni ritmo ni sistema de juego a la vista de lo mal que le iba con el que adopt¨®. Se empe?¨® en buscar una y otra vez el rev¨¦s de Pinner, en efecto el golpe m¨¢s flojo del germano, pero se empe?¨® en seguir as¨ª hasta el final, cuando era evidente que el partido se le iba de las manos.

El h¨¦roe -si es que hubo alg¨²n h¨¦roe- de la eliminatoria fue Rolf Gehring, n¨²mero dos alem¨¢n, que gan¨® sus dos individuales y fue mejor que Meiler en el doble. Gehring, tanto en su partido con Higueras, que empez¨® perdiendo por dos sets, como en el ¨²ltimo con Luna, en el que perdi¨® el primero, supo cambiar sujuego, rectificar en su t¨¢ctica y estrategia y poco a poco hacerse con el triunfo. Gehring, sin ser un gran jugador, cuaj¨® un soberbio partido frente a Luna. Hizo gala de serenidad, madurez y tranquilidad, y apenas cometi¨® errores sin raz¨®n de ser. Sac¨® el m¨¢ximo provecho de su primer servicio, tras el que sub¨ªa r¨¢pidamente a la red para machacar a su rival de forma inapelable, como inapelable, en fin, fue el triunfo germano, al que nada se puede oponer.

Mejor resultado mereci¨® el p¨²blico valenciano, todo un ejemplo de entusiasmo, deportividad y correcci¨®n. Con todo perdido y un mal juego en la pista, anim¨® hasta el ¨²ltimo momento a Luna, quiz¨¢ porque pensaba que era injusto dejarle al manchego toda la responsabilidad de la eliminatoria. Al final, a ¨¦l le encomendaron que la resolviese a favor de Espa?a. Con este tenis dif¨ªcilmente se puede competir internacionalmente ni frente a los mediocres.