Libertad de ense?anza

En el Pleno del Congreso del pasado d¨ªa 5 se vertieron una serie de ideas por parte del diputado socialista G¨®mez Llorente queme gustar¨ªa comentar.Curiosamente, el se?or G¨®mez Llorente est¨¢ a favor de la ense?anza privada. ?Qu¨¦ interesante! Y yo que cre¨ª haberle escuchado alguna vez lo contrario... Claro, que, despu¨¦s de haber le¨ªdo hace poco su lapidaria confesi¨®n de que una cosa es el Parlamento y otra la calle, poco me puede ya extra?ar; ni siquiera que sea ¨¦l el encargado de defender la enmienda socialista a uno.de los art¨ªculos m¨¢s importantes del proyecto del Gobierno. En ella se acepta la ense?anza privada, pero no se contemplan los medios para que pueda subsistir. ?Contradicci¨®n? No, coherencia; pero, eso s¨ª, con las continuas contradicciones.

?Qu¨¦ har¨ªa el PSOE si estuviera. en el poder? Derogar¨ªa esta ley, como dijo G¨®mez Llorente; pero har¨ªa algo m¨¢s. S¨®lo hay dos maneras de cumplir el art¨ªculo 27.4 de la Constituci¨®n, que dice: ?La ense?anza b¨¢sica es obligatoria y gratuita.? Y estas maneras son subvencionar los centros privados (siempre que cumplan una funci¨®n p¨²blica y social) o convertir a ¨¦stos poco a poco en estatales (dependiendo del mayor o menor grado de asfixia). Y los compa?eros socialistas optar¨ªan evidentemente por esta segunda, ya que para ellos siempre habr¨ªa otras prioridades, otros asuntos m¨¢s importantes a los que dedicar el dinero del Estado, dinero que por cierto ¨¦ste se ahorra.

?Y qu¨¦ pasar¨ªa si todos los centros privados cerrasen? Pues que el Estado tendr¨ªa que hacerse cargo de ellos y subvencionarlos, ya que de lo contrario se quedar¨ªa casi la mitad de la poblaci¨®n escolar en los niveles obligatorios sin escolarizar, lo que ir¨ªa en contra de la Constituci¨®n. Y que todos los centros sean estatales o privados controlados. por el Estado, que para el caso es lo mismo, es perfectamente constitucional. Ahora bien, lo que s¨ª se puede pedir a los amigos socialistas es que jueguen limpio y no encubran la verdad. Empresa dif¨ªcil por aquello de la coherencia...