Jefes de la polic¨ªa luxemburguesa, mezclados en un esc¨¢ndalo de proxenetismo y drogas
El pac¨ªfico y peque?o Estado de Luxemburgo, uno de los para¨ªsos fiscales de Europa, sede de las principales multinacionales del mundo y de m¨¢s de 130 bancos internacionales, se encuentra sacudido por un esc¨¢ndalo sin precedentes en su historia: dos oficiales de la polic¨ªa han sido arrestados por corrupci¨®n y proxenetismo, y, seg¨²n los rumores, cuatro personalidades pol¨ªticas podr¨ªan quedar seriamente comprometidas en el mismo affaire.El esc¨¢ndalo estall¨® hace una semana, cuando el Congreso de los Diputados supo que el propio procurador general del Principado se hab¨ªa hecho cargo de una investigaci¨®n sobre proxenetismo, lo que constitu¨ªa una se?al irrebatible de que alg¨²n miembro de la polic¨ªa se encontraba implicado. En efecto, a una pregunta del diputado comunista Ren¨¦ Urbany, el primer ministro, Pierre Werner, inform¨® de la detenci¨®n de seis personas, entre ellas el mayor George Rauchs, de 39 a?os, comisario central de la ciudad de Luxemburgo, y otro oficial de la polic¨ªa, responsable, al parecer, de la lucha contra los estupefacientes.
El se?or Werner se neg¨® a autorizar la creaci¨®n de una comisi¨®n parlamentaria de encuesta, pese a que, como muy bien dijo el diputado Urbany, los rumores se han desatado y la prensa habla de implicaciones pol¨ªticas ?de altura?.
Las "chicas" ven¨ªan el fin de semana
Las investigaciones se iniciaron hace seis meses con la detenci¨®n y expulsi¨®n de un espa?ol, cuyo nombre no ha sido facilitado, presunto traf¨ªcante de armas oculto bajo un negocio de venta de alfombras persas. Frecuentaba, al parecer, un hotel, el Hotel des Ducs, en el que la polic¨ªa observ¨® cosas raras. Con autorizaci¨®n judicial intervino las comunicaciones telef¨®nicas del due?o y de dos agentes inmobiliarios, y muy pronto las redes le llevaron al mayor Rauchs. Al parecer, con su consentimiento, o al menos pasividad, el hotel era el centro de una amplia organizaci¨®n de proxenetismo y tr¨¢fico de drogas. Las chicas, reclutadas en su mayor¨ªa en el sur de Francia, llegaban los fines de semana en microb¨²s ?para animar la vida nocturna de Luxemburgo?, que, pese a su aspecto algo provinciano, es una de las capitales de Europa con sede permanente de instituciones comunitarias y del Parlamento. Quiere decirse que por Luxemburgo pasan los m¨¢s altos ejecutivos de las empresas-importantes, parlamentarios y pol¨ªticos. Nada de extra?o tiene, pues, que, ante la posibilidad de que los detenidos hagan p¨²blica una lista de clientes, se haya desatado una especie de p¨¢nico.Las autoridades luxemburguesas se indignan con el tratamiento informativo que se est¨¢ dando al esc¨¢ndalo. Gaston Thorn, liberal, ministro de Justicia y uno de los m¨¢s firmes candidatos a la presidencia de la Comisi¨®n Europea, al cese de Roy Jenkins, se ha apresurado a desmentir rumores y falsas alarmas. ?La investigaci¨®n?, dice, ?ir¨¢ hasta el final, pero es competencia de los jueces y no se debe implicar el buen nombre de las Personas antes de un fallo judicial.
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