Breccia: "Yo dibujo y dejo que otros opinen"

El dibujante de comics Alberto Breccia, uruguayo residente en Buenos Aires, firm¨® ayer, en la librer¨ªa Totem Comics Shop, de Madrid, ejemplares de las reediciones de sus obras Mort Cinder, El Eternauta y Los mitos de Cthulhu. En el mismo lugar se exponen los originales de El escarabajo sagrado (1960), primeras planchas de Mort Cinder. ?Yo dibujo, nada m¨¢s?, declar¨® a EL PAIS, ?y dejo que otros opinen. Lo hago porque lo siento y me divierte mucho.?Breccia (Montevideo, 1919) es una de las primeras figuras del comic actual, con amplia repercusi¨®n en la historieta latinoamericana y europea. Estos d¨ªas visita Espa?a; en Barcelona asisti¨® a la presentaci¨®n de una nueva edici¨®n de Mort Cinder (Editorial Lumen), el mejor personaje de su producci¨®n, con guiones de H¨¦ctor Oesterheld. En Madrid, conoci¨® la nueva edici¨®n de El Eternauta (biblioteca Totem, de la Editorial Nueva Frontera) y volvi¨® a contemplar, en el Museo del Prado, las obras de El Bosco y Goya.

Los experimentos gr¨¢ficos y el ambiente opresivo sit¨²an el estilo de Breccia. ?Cada Historia es un desaf¨ªo y utiliz¨® un lenguaje de expresi¨®n distinto. La ejecuci¨®n me divierte, me produce placer. Tal vez en el fondo sea un t¨ªo bastante negro. Pienso que en El Eternauta, los personajes eran cotidianos, reales, vecinos de cualquier barrio, s¨®lo el tema era alucinante. Mort Cinder es distinto y en su momento Oesterheld lo hubiera explicado muy bien, ya que se han dado muchas explicaciones. Puede ser el alma de las cosas muertas que tiene el viejo anticuario. Dibuj¨¦ Mort Cinder como tantos otros, pero me sucedieron episodios personales muy dolorosos y tal vez le dio algo que lo hace distinguir de los otros trabajos.?

?La pintura, que era lo que me gusta ba, no me permit¨ªa vivir. Durante muchos a?os tom¨¦ el comic como un empleo, no le d¨ª mayor trascendencia; era una ¨¦poca donde el dibujante era un trabajador, no hab¨ªa ensayistas ni te¨®ricos. En 1960 estuve en Europa trabajando para el mercado ingl¨¦s, que despu¨¦s abandon¨¦. Dej¨¦ varios a?os el comic, fund¨¦ una escuela de arte y me dediqu¨¦ a la ense?anza. En los a?os setenta retom¨¦ el comic a ra¨ªz de la aceptaci¨®n de Mort Cinder y El Eternauta.?

Durante su estancia en Espa?a, Breccia ha notado ?un florecimiento del comic, un poco desbordante, y hace falta que se tamice y asiente?. No le preocupa el aspecto idel¨®gico del comic. ?Me interesa contar algo y no ponerlo al servicio de ideas que pueden o no estar en lo cierto. Utilizo una diversidad de t¨¦cnicas para facilitar el relato, para poder expresarme con m¨¢s certeza y seguridad. En otras historietas, como El coraz¨®n delator, la preocupaci¨®n m¨ªa fue la del tiempo cinematogr¨¢fico. El blanco y negro es m¨¢s expresivo que el color.?

Los experimentos gr¨¢ficos y el de Breccia son diversos: una serie de cuentos cl¨¢sicos infantiles ?en su versi¨®n descarnada?, cuentos cortos de Poe, la historieta policial negra Daneri, un gui¨®n de Carlos Sampayo sobre el Buenos Aires de los a?os treinta, y un album sobre los aspectos culturales de la OEA.