Jauralde, fiscal del Supremo: "Son necesarios jueces que opten por una interpretaci¨®n democr¨¢tica de la Constituci¨®n"
La necesidad de que existan jueces dem¨®cratas en Espa?a que est¨¦n convencidos de que los derechos fundamentales de la Constituci¨®n son directamente aplicables y que resuelvan, en sentido progresivo, las numerosas contradicciones que se producen en el ordenamiento jur¨ªdico durante los momentos de transici¨®n legislativa, como en el actual, fue puesta de manifiesto por los participantes en una mesa redonda sobre Poder judicial y sociedad, celebrada ayer en el Foro de Pensamiento Pol¨ªtico.
El terna de los jueces dem¨®cratas dio lugar a un intercambio de opiniones entre el fiscal general del Tribunal Supremo, Eduardo Jauralde, que participaba como ponente en la mesa redonda, y el magistrado del Tribunal Supremo Adolfo Carretero, ¨²nico miembro colocado por el sector progresista de la magistratura en la candidatura presentada por la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura al Consejo General del Poder Judicial, que durante el coloquio matiz¨® y puntualiz¨® las opiniones del se?or Jauralde?Necesitamos jueces dem¨®cratas?, dijo este ¨²ltimo en su intervenci¨®n, ?es decir, jueces que opten por la democracia, y os voy a anticipar, aunque eso ya lo sab¨¦is, que existen muy pocos jueces dem¨®cratas en Espa?a. La opci¨®n por la democracia no es exactamente una opci¨®n por un sistema pol¨ªtico, pero s¨ª es una opci¨®n partidista frente a los que han adoptado una actitud antidemocr¨¢tica. Si en el ¨¢mbito judicial los dem¨®cratas son pocos, en el ministerio fiscal el panorama es desolador.?
En el coloquio que sigui¨® al acto, el magistrado del Tribunal Supremo Adolfo Carretero intervino para manifestar que las opiniones del se?orJauralde eran ?discutibles?. ? La justicia?, dijo, ?es cada vez m¨¢s democr¨¢tica. Puede ser que no est¨¦ acostumbrada a moverse en un ambiente democr¨¢tico, pero los jueces y magistrados espa?oles no estamos, en relaci¨®n con otras profesiones, en la retaguardia de la democracia. Y la prueba es que hemos dado un ejemplo de ello en los ¨²ltimos d¨ªas? (el se?or Carretero parece que se refer¨ªa al congreso constituyente de la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura, celebrado el pasado fin de semana, en Madrid, en el que se eligieron los ¨®rganos directivos de esta asociaci¨®n judicial y la candidatura presentada por la misma asociaci¨®n al Consejo General del Poder Judicial).
En el intercambio de opiniones entre los dos altos miembros del escalaf¨®n judicial y fiscal intervino Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez, moderador del coloquio, quien afirm¨® que ?la piedra de toque para saber si un juez es o no dem¨®crata. es no s¨®lo su, capacidad de aceptar la Constituci¨®n, sino la de aplicar sin rodeos la cl¨¢usula derogatoria de todas las leyes anteriores que la propia Constituci¨®n contiene?. Con anterioridad, el fiscal se?or Jauralde manifest¨® en su intervenci¨®n que ?la Constituci¨®n es un ¨¦xito, pero, pese a todo, y dado que ha sido elaborada en una sociedad contradictoria, es s¨®lo una posibilidad, una esperanza. Por eso son necesarios jueces que en sus resoluciones y decisiones opten por una interpretaci¨®n democr¨¢tica de la normativa?.
En el, acto tambi¨¦n intervinieron Fernando Ledesma, magistrado de la Audiencia Nacional; Antonio Fern¨¢ndez Gil, abogado y presidente de las Cortes espa?olas en el periodo constituyente, y Jos¨¦ Antonio Enrech, secretario de juzgado. El se?or Ledesma describi¨® las dos aptitudes que, a su juicio, existen en la sociedad frente al juez: aquella que ve en el juez un instrumento de justicia y aquella otra que ve en el juez a un ser alejado de la praxis social e incapaz de restablecer la situaci¨®n injusta producida. Para superar esta ¨²ltima actitud, el magistrado se?or Ledesma propuso que el juez, sin prescindir de la norma (el se?or Ledesma se manifest¨® contra el derecho libre, que propici¨® en Alemania del nacimiento del nazismo), profundice judicialmente los valores contenidos en la misma, garantice los derechos fundamentales de la Constituci¨®n y los aplique directamente, complete en sentido progresivo los conceptos indeterminados (orden p¨²blico, moral p¨²blica, etc¨¦tera) contenidos en el actual ordenamiento jur¨ªdico y coadyuve al avance del Estado social y democr¨¢tico de derecho
Antonio Hern¨¢ndez Gil, por su parte, analiz¨® las diferencias entre el Estado liberal formal de derecho y el Estado social y democr¨¢tico de derecho, para concluir que este ¨²ltimo se proyecta mucho m¨¢s que el primero en la sociedad. ?La mayor penetraci¨®n del Estado social de derecho en la sociedad?, manifest¨®, ?ha de llevarse a cabo tambi¨¦n en el ejercicio de la potestad jurisdiccional. Ni la libertad, ni la igualdad, ni la justicia son valores formales en el Estado social de derecho, ya que ¨¦ste asume la tarea de transformar la sociedad.?
El se?or Hern¨¢ndez Gil concluy¨® su intervenci¨®n con la afirmaci¨®n de que ?ninguna reflexi¨®n jur¨ªdica es hoy posible sin tener en cuenta el art¨ªculo primero de la Constituci¨®n, por el que Espa?a se constituye en un Estado social y democr¨¢tico de derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jur¨ªdico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo pol¨ªtico?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.